Drakhae [l.s]

♕ 17: Zombie. ♕

El alfa de Zayn frunció el ceño, miró al omega con un gesto de preocupación, como si quisiera decirle algo, aunque dejándolo estar para cuando la princesa comandó al dragón que se agachara.

—Zayn, —llamó, —baja conmigo.

El omega la obedeció, tomándola de la mano cuando la princesa lo ayudó a bajar con cuidado entre la cola escamosa de la gran criatura. Ser Isaak le ayudó a Liam, pero le pidió que esperaran uno segundos antes de seguir el paso.

Como lo había predicho la princesa, la guardia dorada de Kargem y lo que parecía ser dos tropas más de solados dorados, se acomodaron frente a la gran entrada del castillo; no habían bajado a recibirles a la explanada, si no que se mantenían frente a la gran entrada al Krestum.

Skyler guió al omega hasta arriba, en donde Zayn tembló un poco bajo la pesada mirada de cada guardia escrutándolo desde su lugar, con la imagen de la fortaleza más grande construida por el humano detrás. Había olvidado lo imponente que era el castillo, lo feroces que lucían sus torres altas y el sinfín de personal irrevocablemente devoto a la familia dragón...

Y cuando miró al frente, retuvo un suspiro.

Entre toda la comitiva que les esperaba en la entrada al castillo, reconoció a Kargem entre su gente. Alto, poderoso, fuerte... lo recordaba, de aquellas pocas veces que lo había admirado contemplar las fuerzas que pelearon en la batalla por el amanecer. Zayn recordaba al jefe de la casa, elegante, cálido, querido y respetado por todos en cantidades iguales, el hombre al que su padre siempre había admirado de manera recelosa...

Aún así, el omega se sintió tragar saliva cuando avanzó entre pasos decididos junto a la princesa Skyler en dirección hasta la entrada del castillo, acortando la distancia poco a poco, con el sol abalanzándose sobre el cielo y aclarándose ante sus ojos dorados. Hasta que..., la vista comenzó a hacerse cada vez más nítida y Zayn pudo contemplar a su alrededor.

A un lado de Kargem no estaban esos dos niños de complexión alta y de punzantes ojos verdes como lo recordaba en los retratos expuestos en los salones de la fortaleza, no. Estaba... envuelto en una capa azul con bordados dorados... Louis Tomlinson, hijo de Jacob, rey en el norte. El omega príncipe que era respetado al igual que su padre, al igual que cualquier cara noble en Poniente... lo encontró con un gesto roto, abrumado, sumido en la tristeza.

Ese no lucía como el Louis que recordaba en su memoria... y a su lado... ese no era el Kargem que recordaba.

No era el hombre de cabello blanco, no era esa la imagen que mantenía grabado a fuego en su memoria. No... Zayn se tensó de pies a cabeza. Estos eran nuevas cabezas en el trono y él... él había huido. Él era un fugitivo, él huyó del continente tras haber realizado magia oscura en las tierras bajo el mandato de los Akgon...

Lo decapitarían.

Le harían daño, esa gente no lo conocía. Lo habían traído al sur para hacerlo pagar por sus crímenes...

La imagen de su padre castigándolo por haber sido una decepción para su familia lo acribilló sin escrúpulos de un momento a otro. Le harían daño, y él había traído a su familia. Los había llevado consigo... Liam... Lysander...

Zayn se frenó de repente y trastabilló hacía atrás debido al fuerte agarre de la princesa Skyler contra su mano.

—Oye, Zayn ¿que sucede, qué pasa? —le llamó esta, pero su voz se apagó en los confines de su cabeza. Necesitaba su alfa, necesitaba salir de ahí, no podía con tantos ojos sobre él, con tantos guardias armados que habrían podido acabar con él y su familia en un abrir y cerrar de ojos.