Cap.15-Un Mundo Extraño

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"En resumen: Ayala tenía razón, por más que me arda, la A.C.C ha estado viéndonos la cara desde antes, Jhorad se escapo pero Efraím ira tras él y yo regreso mañana con Elijah...a veces creo que te casaste con un imán de desastres, amor."

Aredia también lo creía a veces pero mentiría si no admitiera que era una de las muchas razones por las que lo amaba, pensaba escribir algo que le animara cuando más texto apareció.

"No le he dado la buena noticia a nadie, deberíamos hacerlo juntos cuanto te parezca bien."

-Malquiur-seguro se estaba muriendo de ganas de hacerlo-"hablaremos en casa y solucionaremos todo juntos, como siempre, te amo"

"Te amo", respondió, agregando el dibujo de un corazón al mensaje.

Al menos ella había tenido tiempo de hacer un plan, Alexander había despertado hacía unas horas y lo que hizo fue ponerle el grimorio en las manos y dejar que los hechiceros del pasado le explicasen todo, porque las noticias de impacto dañan menos cuando vienen de una fuente fiable y conocida; luego fue a buscar al doctor, quien acepto dar de alta al príncipe, y ahora esperaba fuera de la habitación mientras se vestía.

Era pronto para sacar conclusiones pero le parecía que se estaba tomando lo de haber viajado cuatro mil años al futuro bastante bien, lucia cansado y algo triste pero era un medio elfo, los elfos siempre tenían ese aire como de después del fin del mundo.

-¿Lady Cristallys?-salió de la habitación llevando el libro y mirando con atención los alrededores.

-¿Estás listo para irnos?

-Sí, Mi Lady-le entrego el grimorio.

-Si tienes alguna pregunta...

-Se lo hare saber, Mi Lady.

-Ok, para con el "Mi Lady", me estas apenando-Alexander parpadeo confundido-además, supongo que Almantt te lo dijo, técnicamente no soy una Cristallys, el bebe que espero lo es.

-Mi lealtad es hacia los Elementales y sus familias en cualquier caso, pero si le resulta inapropiado, ¿Cómo debo dirigírmele?

-Me llamo Aredia, y espero que podamos ser amigos asique trátame de ese modo, ¿está bien?

-Si es...si es lo que quieres...Aredia.

-Eso, vámonos de aquí.

Para ayudar a la narrativa vamos a tomar un rato el punto de vista de Alexander.

Ser un hombre con un destino era algo que podía manejar, era un estado en el cual se había colocado por voluntad propia años atrás y había aceptado el sacrificio de dar su vida y no volver a ver a sus seres queridos por cumplir su propósito, pero por lo visto su propósito no había terminado, ahora estaba terriblemente lejos de todo lo que conocía, en un entorno extraño, pero si algo siempre le caracterizo era su inteligencia, su capacidad de aprender y adaptarse, mientras tuviera un propósito estaría bien.

Ya era de noche asique tomaron un taxi, era abrumador el tamaño del reino de Chicago, donde sin duda les gustaban las torres, y había metal por todos lados, metal y electricidad, la Armadura del Dragón era sumamente sensible a las corrientes, Aredia estuvo hablando todo el camino sobre que mañana le presentaría a todos y otras cosas que no entendió muy bien pero mantuvo la atención en ella por respeto, hasta que llegaron a su destino.

-Aquí es donde vivo-le señalo la residencia-si alguna vez te pierdes puedes decirle a cualquiera que te lleve a "La Casa del Mago", todo el mundo la llama así.

-Comprendo.

-¡Aredia!-Njeri les vio por una ventana y salió-¿Qué ha pasado?, los niños están todos tensos, no he podido hacer que se vayan a dormir.

LP-Next GenerationWhere stories live. Discover now