Cap.14-Fugado

1 1 0
                                    

Malquiur tuvo que poner a Efraím y Elijah en contexto sobre la A.C.C y los sucesos de las últimas semanas antes de explicar su descubrimiento; mientras tanto, Jhorad seguía aparte, llorando como si se lo hubiera estado guardando aquellos cinco años.

-Dime que tu madre no conocía a ninguna Piedad Blade-le pregunto a su hermano, eso ya sería el colmo.

-Recordaría un nombre como ese.

-¿Por qué has dejado que esa mujer llegue tan lejos?, es tu deber contener cualquier amenaza a la magia.

-No tengo ojos en todas partes-se excuso, picado-además, se ha esforzado en despistarme, es muy inteligente.

-No tanto-Elijah fue con Jhorad-se metió conmigo.

-¿Es una amenaza en verdad?-pregunto Efraím, llamando su atención.

-¿Cómo?

-Sus métodos son cuestionables y tiene prejuicios importantes contra nosotros, ¿pero sabes que pretende exactamente?, ¿se prepara para defenderse o para atacarnos?

-¿Importa?

-Diez mil almas dependen de mis decisiones, Malquiur, claro que importa.

-¿Te sientes mejor?-al acercarse había notado que el elfo ya no lloraba.

-Está siendo más difícil de lo que pensé-aun así, apartaba el rostro.

-La última vez que llore fue cuando enterré las cabezas de mis padres, justo bajo mi cubil, ahora ya no recuerdo la sensación.

-No van a dejarte-dijo bajando la voz-quieres vengarte, atrapar y devorar vivo a los que te hirieron, no te dejaran.

-¿Y porque no?

-Allí donde vez a Malcon, con esas ansias de que me pudra en un hoyo, es un blando, si te quedas con ellos tendrás que esperar sentado mucho tiempo y sin la promesa de un bocado.

-¿Tienes una idea mejor?

-No va a ser agradable, para ninguno de los dos.

Malquiur y Efraím seguían discutiendo, y más o menos llegaban al consenso de que no había razón para alzar las banderas rojas y asustar a todo el mundo de momento, cuando escucharon el mismo ruido desagradable que les hizo voltear, Jhorad acababa de vomitar una ingente cantidad de un fluido negro.

-¡Dios mío!-exclamo Efraím-¿estás bien?

-Mejor ahora...-finalmente les miro, su rostro estaba arrasado en lagrimas negras-solo debía sacarlo de mi sistema.

Antes de que cualquiera pudiera reaccionar al significado de aquello, Jhorad atrapo a Elijah y le apunto al vientre con un estilete, el mismo estilete afiladísimo y manchado que por años había guardado enterrado en su propio costado, entre piel y musculo, se congracio ante sus caras.

-¡Que tal!, parece que aun lo tengo, ¿eh?-Malquiur dio un paso y Jhorad pincho a Elijah-¡Quieto allí!, incluso con esta forma se muy bien como matar a una araña.

-Eres un...

-¿Si?, dilo, siempre me interesa saber si tienen un nuevo insulto para mi luego de cuatro mil años.

-¿Qué crees que vas a lograr con esto, Jhorad?-dijo Efraím-volveremos a atraparte.

-Posiblemente, pero hasta entonces voy a divertirme de lo lindo, a ver, chico-otro pinchazo-¿Qué tal si tejes una pequeña cobertura para mí?, hazlo bien y no tendré que mostrarte como lucen tus intestinos.

-Eres realmente un monstruo.

-Sera por eso que nos entendemos.

Elijah alzo los brazos y expulso un fluido vaporoso desde las cuatro muñecas, una nube de hilo gris y negro que floto por varios minutos, formando una densa pared, de pronto le oyeron gritar, cuando el hilo callo Jhorad ya se había ido, dejando Elijah en el suelo, con un profundo tajo a la altura del pecho.

LP-Next GenerationWhere stories live. Discover now