LP-Next Generation

Cap.06-Celebrimbor Shae

El hijo de Jhorad y Dionicius nació una tarde de tormenta, en un sanatorio mental.

Unos meses antes su gemela la atrapo practicándose un maleficio y solo entonces supo que estaba embarazada.

-Pertenece a la Flama Eterna-le dijo, con una sonrisa torcida, no volvería a decir otra cosa en su vida.

Tras ello se había dejado llevar con la mancedad de un cordero, temiendo que hiciera otra locura la interno donde pudiesen atenderla pero, ¿con exactitud que había hecho?, la familia Giraffer fue por siglos devota del Wyrm y conocían algunas de las más oscuras maldiciones creadas por este.

-La vida de esa criatura pertenece ahora al Wyrm-explico Demeter a los Vezel-si lo acepta crecerá para ser su Sombra.

-¿Qué pasa si no lo aceptamos?-pregunto Grimm

-Sera un sacrificio y su vida se apagara lentamente.

-¿No se puede remediar?-pregunto Divine, Demeter negó con pesar-entonces aceptamos, vamos a criarlo y vera a Gritten como a un hermano.

-Así será-convino Grimm.

Jhorad, que estaba cumpliendo una sentencia de por vida en Aka'Magost, se entero de todo por Efraím, que se molesto en informarle porque era débil en cuanto a padres e hijos se trataba.

-Tu hijo acaba de nacer, es un varón, Demeter dice que tiene tus orejas.

-¿Está sano?-Efraím guardo silencio-¿Qué es?, dímelo.

-Sus ojos...llora lagrimas negras-inesperadamente el otro sonrió.

-Eso es bueno.

-¿Lo es?

-Significa que es un elfo, somos resistentes a las maldiciones, su cuerpo intenta drenar lo que Dionicius le hizo.

-¿Podría purificarse?

-Quizás, con el tiempo.

-Le diré a Demeter-saco su libreta de comunicación-ella...Di, le dio una nota, quería que tu eligieras su nombre.

-¿Puedo?-eso le sorprendió.

-Es tu hijo.

-Celebrimbor, como mi padre, pueden llamarle Cele si se les hace muy extraño-lo anoto-¿Efraím?

-¿Si?

-Tamer tiene mis cosas, mi espada, ¿sabes si la destruyo?

-No lo creo.

-Los elfos comenzamos a manejar las armas a los cuatro años, me gustaría que mi hijo tuviese mi espada.

-Veré que puedo hacer.

-Gracias.

Cualquiera que le conociera de antes se impresionaría mucho con el Jhorad de entonces, había cambiado muchísimo, físicamente estaba envejeciendo pues Efraím le había quitado su permeabilidad al tiempo, pero también estaba sanando, en aquella celda oscura y subterránea al fin había hallado tiempo para reflexionar en paz y sus cicatrices disminuían un poquito cada día.

A Efraím lo de la espada le pareció muy adecuado, se trataba de una espada elfica en todo caso, una reliquia familiar sin duda, y si el pequeño medio elfo no conseguía librarse de la maldición necesitaría un arma a la altura de su papel como Sombra del Wyrm; lo difícil seria convencer a Tamer, que guardaba un enconado odio hacia Jhorad, pocos seres odiaban de forma tan intensa como los orcos.

Tardo cuatro años y siete meses en conseguirlo.

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La delicada hoja, de plata purísima y filigranas naturales, llego a casa de los Vezel envuelta en papel de embalar y plástico de burbuja, ahora reposaba en la mesita del salón, en medio de Grimm, Divine y Aredia.