Jimin's Man |Yoonmin|

What happened with Namjoon

"Lo qué pasó con Namjoon"

Después de que Jimin me preguntara todo lo que quería saber, me reveló quien fue el que lo golpeó la vez que desapareció. Me dijo que fue Namjoon.

No le entendí, pero le creí, ¿cómo no iba a creerle? De sus labios jamás se escaparía una mentira hacia mí.

Lo llamé para que fuera a mi oficina para aclarar toda la mierda que había ocasionado, desde mi relación con él lo único que hizo fue arruinar todo.

Incluso su relación con Jin. Pobre hombre, él de verdad quería a Namjoon y yo pensaba que él igual lo amaba, pero no era así al parecer.

Jimin me miró con miedo cuando me confesó que fue él quien le hizo daño, pensé en qué tal vez cada que recordaba a Namjoon, recordaba cómo lo golpeó. Me enojé de tan sólo pensar en pensar en ello.

Namjoon llegó a mi oficina unos minutos después de que yo lo hice. Mi pistola la dejé cerca mío. Me miró con esos ojos que desde hace tiempo no mostraban emoción alguna. Eran totalmente inexpresivos. Se sentó en mi pequeño sillón frente a mí.

—Sabes bien la razón por la que te llamé —la sonrisa que él me dio me revolvió el estómago. Era un cínico.

—La verdad, no tengo ni idea —quería golpearlo en ese entonces. Se estaba burlando en mi cara y eso era algo que no podía permitir.

—Ya sé que fuiste quien golpeó a Jimin la vez que matamos a la policía —Namjoon alzó una ceja ante mí, la sonrisa socarrona nunca dejó su rostro.

Pero se rió, disfrutaba de verme enojado.

—Vaya, en verdad creía que ese niño correría a decirte en cuanto tuviera oportunidad —ladeé la cabeza tratando de aliviar la tensión que sentía en mis hombros—Ya veo que en serio lo asusté —le iba a romper esa sonrisa a golpes. Juro que lo haré.

—¿Qué te hizo Jimin? ¿Por qué atacarlo? —la mirada de él cambió. La burla fue remplazado por enojo en un segundo, trató de intimidarme acercándose peligrosamente hasta mí. Me reí, no me asustaría.

—Tal vez piense que él no merece lo que tiene —entendí el doble sentido de lo que dijo y rodé los ojos—O tal vez quiero lo que él tiene, Yoongi. Tal vez lo merezco más que él —lo miré divertido.

—¿Te estás escuchando? Lo que dices es una tontería. Tú y yo dejamos de existir mucho tiempo atrás, supéralo —no parecía entenderlo y es que, jamás lo ha hecho—Además, ¿no tienes a Jin? ¿Acaso no lo quieres?

—Lo quiero, pero no de la misma manera en la que te quiero a t-

—Estás loco y obsesionado, no es amor —lo dejé con las palabras en la boca. Cosa que no le cayó bien.

—¿Ahora crees que sabes lo que es amar? No, Yoongi, él no te ama de la misma manera en la que yo lo hago —esas palabras me asquearon.

—La única persona a la que amo y siempre amaré, es Jimin —nunca supe que allí es cuando Namjoon perdió la cabeza.

Lo entiendo ahora que pienso en la manera en que sus ojos se trastornaron.

—Entonces no descansaré hasta que ustedes dos estén separados —mi mente se enojó al instante con ese pensamiento—Hasta que se odien —traté de mantenerme con calma. Pero mi instinto protector por Jimin me hizo ponerme bravo por cuidarlo—Hasta que él te deje.

—No lo conoces, él jamás haría eso —gruñí entre dientes. Él se rió.

—Pero sé lo que piensa de ti, dime, ¿qué tal difícil sería hacerlo cambiar de opinión sobre ti? —me mordí el labio—Hacerlo odiarte al punto de que te deje, que le de asco el sólo verte —y no es que dudara de mi pequeño.

Pero, es muy inocente.

—No te lo permitiré —me acerqué poniendo las manos en el escritorio, entonces toqué el cuero de la funda de mi pistola.

—Me basta con un segundo que lo dejes solo —mi sangre dejó de circular ante eso—Un momento donde no mires —me estaba calentando la cabeza y lo sabía. Pero sus palabras...—Y su existencia dejará de ser un estorbo para mí.

Me imaginé todos los escenarios en mi mente, este desquiciado hablaba sobre matar a mi novio. Y claro que no lo iba a permitir.

—Escúchame bien Yoongi, si tengo que matarlo para hacer que tú vuelvas conmigo, lo haré.

—Cállate —le dije en un intento por ordenar mis ideas. Mi cabeza zumbaba de tanto pensar y pensar.

Pero él no paró.

—Haré que veas su cuerpo —mi chico...—Lo verás, verás la sangre cubrir su pequeño y dulce rostro, porque lo mataré de la peor manera para que esa sea la imagen que veas cuando pienses en él —mi pequeño Jimin.

—Namjoon, cállate —mis manos temblaban con miedo. Miedo de que Namjoon cumpliera su promesa. Que cada palabra que decía se hiciera realidad.

—Y te lamentarás porque no pudiste hacer nada, porque por más que él gritara tú no lo escucharás —quise dejar de escucharlo—Vivirás sabiendo que no pudiste hacer nada por salvarlo —cerré los ojos con fuerza—¿Cómo crees que sean sus ojos cuando me mire matarlo? Apuesto que se reflejará el temor. Pero también sé que él sabrá que yo me quedaré contigo.

Negué.

—Que los aparté a los dos —negué varias veces tratando de no hacerle caso a sus palabras—O tal vez me aproveche de él primero —me quedé quieto con eso.

Entonces la noche de esa fiesta volvió a mi mente. Yo sabía cómo se veía el terror en sus ojos.

—¡Tomaré todo de él así como él me quitó todo lo que yo quería! ¡Y luego le robaré la vida! —gritó, haciéndome perder la cabeza.

Saqué el arma y le disparé.

Namjoon murió con sus palabras.

Pero protegí a mi chico. Y por ello, no me arrepiento.

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