Pergamino 21

102 19 2
                                    

Pov. Natalia

Doy varios golpes más antes de que mis piernas fallen, caigo pero antes de tocar el suelo Neji me sostiene.

— Fue suficiente por hoy.

Me lleva hasta una banca que está en el campo de entrenamiento, limpio el sudor de mi frente y acepto la botella de agua que me ofrece.

—Al menos ésta vez no me lanzaste al otro extremo.

— No fue mi intención.

Voltea su rostro apenado, hace un mes que entreno con él a diario. Chiyo está  muy contenta con mi gran avance, ya puedo sostener una pelea, realizar varios ninjutsu y recupere mi velocidad.

Todavía no recupero de todo mi Kekkei Genkai, a veces es como si tuviera interferencia con mi parte sensorial, tampoco puedo sentir algo a grandes distancias pero algo es algo.

— Escuche que irás a Kirigakure.

— Estoy mucho mejor y creo que debo aclarar unas cosas con Mei.

Neji parece pensativo y hasta se podría decir que decepcionado.

—¿Quieres ir conmigo?.

Me voltea a ver bruscamente pero sonríe y alza el mentón con un orgullo natural.

— Por supuesto.

                                   🌊

Me le quedo viendo al tablero enfrente de mí, "Somos tan buenas que nos ganamos a nosotras mismas".

Desde que recupere la vista venía a visitar a Sasori, hablaba con él o ponía un juego de mesa para dos personas, siempre me ignoraba pero yo hacia como que me contestaba.

Muevo una de mis fichas para quitar la suya, yo jugaba por él y ganaba indudablemente pero hoy me emocioné de más, ahora tengo que recurrir a un movimiento ilegal para ganar la partida.

— Estoy bastante seguro de que eso no está permitido.

Grito por su interrupción, nunca habla...hasta ahora. Bueno no habla conmigo, con Chiyo lo he escuchado diciendo más de dos oraciones. Recorro mi silla para verlo mejor, sigue con su indiferencia y cuando creo que no va a decir otra cosa suelta.

—¿Por qué lo haces? ¿Qué sentido tiene que hagas ésto?.

— Te debes aburrir, sólo quería hacerte compañía.

— No necesito tu presencia.

— Que bueno que no me importa.

Acomodo las fichas que se calleron cuando me sobresalte, suspiro derrotada y él acaba ganandome la partida.

— Felicidades ganaste pero para la próxima no seré tan suave.

Guardo el tablero y salgo silbando de la habitación, tenía que hacer la engorrosa tarea de empacar mis cosas. Sólo guardo unos pergaminos detallando la situación.

— Kikyo — la abuela Chiyo se para en la puerta de mi habitación — Kimimaro y ese guapo chico de la Hoja vienen a recogerte, ¿Qué tal si los recibimos en la sala?.

Sonríe diabólicamente y le respondo de la misma forma, ya sé que quiere espantarlos, así es Chiyo. Su pasatiempo favorito es hacerse la muerta y espantar a quién se deje.

Tiramos varias cosas de las estanterias, Chiyo incluso rasga una tela y clava un kunai en la pared. Nos tiramos en el suelo, cada una con su mejor pose de muerte. La puerta no tarda en abrirse y lucho por no moverme.

El camino continúaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora