Pergamino 8

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Pov. Natalia
Veo a Tita meditar, Tsunade y Mei estuvieron de acuerdo en que la llevara conmigo y ahora me encuentro espiando su nuevo entrenamiento con el capitán Yamato.

— Es muy difícil... — el sudor recorre su frente y toda su concentración se va cuando se desparrama.

Hace unos días Yugito Nii fue capturada, junto con Isobu trate de convencer a Matatabi pero fue demasiado orgulloso para aceptar mi ayuda, como cualquier gato.

— Es todo Misaki, Tsunade-sama me ha informado de tu nueva misión .

—¿Misión? .

— Conmigo así que levanta el trasero y sígueme— me ve con sorpresa pero hace lo que le digo.

— Hasta luego Yamato-sensei— el mencionado desaparece— Un clon de sombra... No me sorprende.

— Se ve más tétrico en persona.

— Ni que lo digas...En fin ¿Qué te traes ahora entre manos?.

Le entrego el pergamino con todos los detalles y el color de su rostro va y viene con rapidez.

— Cada día estás más loca ¿lo sabías?.

— Gracias por el cumplido linda.

Guiño un ojo y en lo que ella se prepara yo voy a buscar algo de comer. En Kirigakure pase lo más que pude en compañía de Rima y Takuma, se han hecho fuertes pero siento que entre más progresamos más nos separamos.

Paso por varios locales y voy a dar con la florería Yamanaka, entro observando la gran variedad de plantas que poseen . Todo está muy bien cuidado y en sí emite una energía positiva.

— Es bueno tenerte por la Aldea más seguido— Ino se recarga en el mostrador— Por cierto Hinata te ha estado buscando.

— ¿A mí? .

— No a otra Kikyo Uzumaki, pues claro que a ti.

— ¿Por qué? .

— No lo sé pero parecía muy interesada en hablar contigo.

—¿Está en la Aldea?.

— Sí.

— Gracias por avisarme Ino, iré a buscarla— me fijo en su vestimenta — ¿Sales a una misión?.

— Saldremos en unas horas.

— Cuidate, nos vemos— me despido con la mano y corro al complejo del Clan Hyūga.

Me  muevo con sigilo, si Hiashi Hyūga me llega a ver por aquí seguro que me despelleja viva. Soy fuerte nunca he tenido la duda de eso pero tengo los pies sobre la tierra, hay personas que aún así van a estar a otro nivel.

Me asomó por uno de los portones abiertos, Neji y Hinata están entrenando en un combate cuerpo a cuerpo. Me recargo en la pared esperando que terminen, el ciego voltea sorprendido de verme y eso le cuesta ser lanzado varios metros por Hinata.

—¡Neji-niisan!— ambas corremos a socorrerlo.

Cayó encima de unos barriles de madera rompiéndolos en el impacto, no se levanta y llevan una mano a su columna. Lo retengo en su lugar y curo la inflamación de la zona.

—¿Qué haces aquí? — Hinata y yo lo ayudamos a levantarse.

— También me desagrada verte.

— Kikyo...— Hinata me ve con sorpresa y el ciego voltea a verla.

— ¿Usted la invitó Hinata-sama?.

— S-sí, perdón Neji-niisan— ella me arrastra a la salida— Volveré en una hora.

El camino continúaWhere stories live. Discover now