Pergamino 9

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Pov. Martha
Itachi me ha escuchado desahogarme, acaba de concluir la extracción de Matatabi. Me buscó en cuanto termino y yo le di las noticias de todo lo que ocurrió.

— Han hecho enfadar a personas muy peligrosas Misaki.

—¿Todo fue planeado?— asiente y me dejo caer en el suelo.

—Su visita a Amegakure puso nervioso al líder, están a salvo siempre y cuándo no descubra que fue lo que se llevaron—se sienta a mi lado—Para ellos era evidente que conocían nuestra organización, lo de Asuma Sarutobi funcionó más como señal de que aceptaban el reto.

—No falta mucho para que vayan por Kikyo... ¿Has pensado en algo?.

—Yo la capturaré, de acuerdo a sus habilidades puedo dejar todo predispuesto para que se transporte con el Hiraishin no Jutsu, pero necesito información precisa de su ubicación .

—Eres un buen rastreador.

—No es suficiente, tú la conoces—un cuervo vuela hasta su mano y con un rápido movimiento lo hace desaparecer en la mía—De alguna manera logró ocultar su presencia del Rinnegan y según Deidara pasó lo mismo con Sasori que era un buen ninja sensor.

—Es un jutsu secreto.

—Lo sé pero eso nos imposibilita ubicarla a menos que ella así lo quiera—un extraño sello aparece en la palma de mi mano—Cómo ninja sensor de alto nivel nos ubicara antes que nosotros a ella, en cambio si conocemos su ruta podríamos esperar y emboscarla.

—Igual los sentirá esconderse, ha llegado a saber las emociones de las personas.

—Conozco una manera de ocultarnos, requiere tiempo y que el usuario no se mueva.

—Sólo no le hagan mucho daño, sobrevivirá a la extracción estoy segura.

—Cuándo sepas que seguirá un camino dispersa el sello y dale la información al cuervo.

—Lo haré— coloco una venda para cubrir la marca y de mi bolsillo saco un paquete—Pensé que te gustaría.

Itachi lo desenvuelve con delicadeza y al ver los dangos sonríe igual que cuándo era niño. Beso su mejilla, lo abrazo y entierro mi rostro en su pecho, su corazón late tranquilo. Tal vez algún día podamos estar así sin ocultarnos.

                                 🍃

El equipo 10 salió en la mañana para vengar a su sensei. El capitán Yamato vigila mi entrenamiento y el de Naruto, el rubio casi se acabó todas las bolitas de alimento que preparó Sakura.

Avanza a pasos agigantados mientras yo no puedo ni concentrarme, para empezar no sé para qué estoy entrenando, Yamato sólo dijo que meditara y pusiera en armonía mi energía espiritual y física.

Claro que es más sencillo decirlo que hacerlo, llevo el mismo tiempo que Naruto y aún no lo hago bien, ¿por qué? Yamato no me dice, sólo se acerca negando con la cabeza y pidiendo que vuelva a empezar.

—Misaki nosotros debemos irnos ya, el entrenamiento termina ahora.

—Adiós Misaki— Sakura sujeta su pelo en una cola de caballo baja y se va corriendo.

— Dios pensé que nunca se irían.

Grito por el sobresalto y atrás de mí está Natalia, fresca como una lechuga. Me da la mano para levantarme del suelo.

—¿Por qué sigues aquí?.

—Si a mi también me alegra verte—se ríe—Tsunade y Mei se han estado comunicando, ambas decidieron que por ahora me quedara en la Aldea.

El camino continúaWhere stories live. Discover now