Capítulo 12: Plan fallido

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Ya casi no podía soportar el calor tan fogoso que lo envolvía, se quitó con rapidez las túnicas superiores, sin prestarle demasiada atención a las flores que lo acechaban fuera de la matriz. Soltó un quejido disgustado al notar que el sofocante bochorno seguía presente.

Se dio cuenta de que un poco de fuerza había regresado a sus brazos, lo suficiente como para acostarse en el frío suelo, sin embargo éste no se mantuvo así mucho tiempo, ya que adoptó el calor corporal de Xie Lian.

Él ya había estudiado un poco sobre la trampa de aquellos demonios una vez, y según había leído, los primeros síntomas de que se había sido víctima de la tierra del afecto eran adormecimiento, mareos y bochornos. Al llegar esa fragancia demoníaca al cerebro, la persona entraba en un periodo de locura, en el cuál el afectado se llenaba de una profunda ansiedad por asesinar y destruir.

Al llegar esa fragancia al cerebro...

Asesinar y destruir....

Pero si...

A mi mismo...

!!!

Lo tenía, ¡lo había descifrado!

Se le había ocurrido una idea para minimizar los daños en su cordura y en quienes lo rodeaban.

¿Cómo no se le había ocurrido antes?

Sintió una repentina oleada de esperanza; no todo estaba perdido como creía, ¡realmente saldrían de ésta!

— Acércate — Le ordenó al muchacho, que seguía defendiendo a un extremo de la estrecha cueva.

Éste lo volteó a ver algo confuso, acababa de decirle que no fuera con él por nada del mundo, y ahora lo estaba llamando, el niño tenía todo el derecho de sentirse desconcertado.

Sin embargo no desobedecería.

Se acercó lentamente hacia la oscuridad en el que el príncipe estaba envuelto, el muchacho debía guiarse por la fuerte respiración del mayor para así saber dónde se encontraba.

Xie Lian estaba tendido en el pedregoso terreno, en lo más profundo de la caverna, el chico debió caminar unos quince metros hasta llegar con su alteza.

Ya en junto a él, le siguió dando indicaciones.

— Pon tu espada en el suelo, cerca mío  — El joven asintió e hizo lo que se le había ordenado, se agachó y colocó su humilde espada al lado del príncipe. Se le notaba algo entusiasmado al estar siendo de utilidad para el príncipe.

— Ayúdame a ponerme de pie — Le pidió, y así lo hizo, iba a pasar su mano por su espalda para sostenerlo pero se contrajo de sorpresa al darse cuenta de que Xie Lian había retirado su túnica en la parte superior de su cuerpo.
Entre temblores sostuvo al otro como pudo, para finalmente ponerlo en pie.

Ya arriba, agradeció y apoyó su cuerpo contra el frío muro rocoso. Se acomodó mejor hasta acostumbrarse a estar parado de nuevo y habló nuevamente.

— Necesito que cortes un mechón de mi pelo, por favor — El cabello de Xie Lian estaba atado en un moño de colores castaños sujeto en su nuca, cosa en la que no había caído en la cuenta, por lo que el chico, al querer acercar su mano al pelo, chocó accidentalmente con la piel del pecho contrario, acción que provocó un pequeño gemido de parte del mayor.

— ¿Huh? ¿Que están haciendo allá atrás esos dos?~ —

— Inviten un poco~ —

Xie Lian no sabía si reír o llorar.

(Cancelada) El Sistema del Dios de la DesgraciaWhere stories live. Discover now