Departamento 504 [×Frerard×]

#Salvando Mi Trasero... Literal ~

Capítulo 8

- Gerard ¿Dónde te... - mi amiga estaba de pié en el marco de la puerta de mi habitación, con mi camisa de Kiss y fregandose los ojos - ¿Pero qué mierda? - dijo una vez pudo reaccionar

¿Cómo les explico? El sexo virtual en el baño fue un dedastre, por mí, por mi torpeza, por mis dos pies izquierdos y mis nervios de principiante.

Les cuento como mi amiga me había encontrado acostado en el sofá con Frank semi desnudo sobre mí.

15 minutos antes

- Que idiota, que estúpido -no podía parar de decirme - ¡Ahora no querrá volver a verme!

Estuve apenas unos segundos sentado sobre el retrete mientras veía la pantalla y la dolorosa frase Vídeo llamada finalizada.

¿Es qué la suerte nunca podría estar de mi lado? Soy un desastre, un verdadero desastre.

Salí del baño en busca de mi helada tasa de café, ya no quedaba el más mínimo rastro de vapor en ella, me senté y bebí de todas maneras, era café, no se le dice que no al café .

No pasó ni medio minuto y el timbre de mi departamento sonó repetidas veces.

¿Quién mierda molesta mientras me pierdo en mi depresión y mi café turco helado?

Abrí y antes que pudiese reaccionar tenía un par de finos labios sobre los míos, una mano intruza sobre mi cintura y la otra supuse que fue la que hizo sonar el portazo.

- Eres tan torpe - ¿Quién se cree? No dejaba de besarme, que buen primer beso - no me importa si está tu amiga, termina ese baile - sentí una risa

- ¿Frank? - por Dios. Sí, seguí el beso de alguien desconocido. Jamás creí que podría ser él. Se separó unos dos centímetros y me miró a los ojos - Hola...

- ¿Esperabas a alguien más? - rió extrañado, yo negué - perfecto, porqué quiero que me ayudes - besó mi cuello - ¿Aún sigue en pié tu ayuda?

- Ajam... - apoyé ambas manos en sus hombros, él besó reiteradas veces mi cuello para luego subir a mis labios

- Entonces la aprovecharé

Volvió a besarme pero esta vez algo más brusco, desesperado, lujurioso. Entre aquellos deseosos osculos me encaminó al sofá sin dejar de sostener mi cintura.

Él era un experto y yo un común aprendiz, bastante lento por cierto, pero no le importaba, al parecer mis torpes movimientos no le incomodaban, le encantaban.

Su respiración se sentía tan cálida cerca de mis labios, sus manos eran como si el sol me abrazara.

Con eso quise decir que estaba caliente, hirviendo, apunto de sonar como tetera vieja.

Me lanzó bruscamente al sofá y yo caí mirándolo de arriba a bajo, él me sonrió y sacó su olgada sudadera. Fue extraño, su cuerpo lo conocía, lo había visto esta misma tarde pero el momento me hizo apreciar su torso de distinta manera.

Su tatuado cuerpo, sus brazos sutilmente marcados, sus clavículas pronunciadas y su abdomen de niño, ni tan gordo ni tan delgado. Me fijé en detalles que me había perdido; tenía una cadena de plata con una placa, no podía distinguir el grabado en ella pero sin duda adornaba perfectamente su pecho sobre esa tinta negra.

Se acomodó lentamente sobre mi; su mano se escabulló por debajo de mi camisa gris y eso me estremeció, mi piel volvió ponerse de gallina.

- ¿Y el baile? - pregunté torpemente

- Eso puede esperar, tenemos mucho tiempo - me besó, me observó por unos segundos y me sonrió - tienes lindos ojos, Gee

- Gra-gracias - mi cara comenzó arder, nuevamente está haciendo calor

- Gee... - un pequeño ¿Mmm? Salió de mis labios - ¿Quieres hacerlo?

Oh mierda.

Oh mierda.

Diosito ¿Qué hago? Me enviaste al mismo demonio ¿Y esperas que le diga que no? Sabe persuadir muy bien.

Je...

- Yo... Sí, claro - le sonreí

- Eso pensé

Sus besos volvieron a mis labios, esta vez sus manos se apartaron de mi cuerpo y fueron a su pantalón, escuché el agudo sonido de la hebilla de su cinturón y luego el de su cremallera.

No sé por qué, pero mis sentidos se comenzaron a agudizar. Los nervios, seguramente.

- Gerard ¿Dónde te... - mi amiga estaba de pie en el marco de la puerta de mi habitación, con mi camisa de Kiss y fregandose los ojos - ¿Pero qué mierda? - dijo una vez pudo reaccionar

A la mierda mi vida y mi primera vez.

Pero gracias Lindsey, porqué la verdad no estaba seguro.

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Eso po.