Rencorosa

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Aquella estancia se inundó de silencio cuando el joven de cabellos rubios abandonó el lugar después de aquel sutil rechazo por parte de una inocente jovencita que ignoraba el caos que había provocado con su tenue sinceridad, Petra simplemente había sido lo más cordial y educada posible, y sin necesidad de mencionar la trágica historia que ya existía con aquel tipejo y su porte de falso caballero, la peli naranja se llenó de discreta sutileza para mandarlo por el caño frente a sus progenitores y la furiosa Dina que aún no creía como su retoño había sido humillado por una chiquilla que ella consideraba impropia para su tesoro.

El silencio fue tan incómodo por unos breves minutos, que Petra no podía esperar más, deseaba que aquella señora y sus ofertas saliesen por la entrada principal para poder aprovechar a su padres lo más pronto posible, la sola presencia de aquella mujer hastiaba a la de ojos ámbar y ya no necesitaba ver aquel drama hecho mujer frente a ella, con el ceño fruncido y la ira en sus ojos mientras la veía y ella con olímpica soberbia la ignoraba, era una Ral después de todo, según Dina.

-Sabes algo Peter... Tu hija tiene tu carácter.- La madre de Petra asintió con suavidad mientras llevaba una taza de té a su boca, y el padre de la bella señorita que adornaba con su presencia aquel lugar, orgulloso de su heredera sonrió por el halago que le hacían a su pequeña niña, bueno según el señor Ral, ya no tan niña, pues ya se encontraba teniendo problemas de amores con jovencitos embobados con su plena belleza. Y es que Petra era preciosa, aquella belleza la heredó por completo de su madre, y ni hablar, ese carácter, esa manera de expresarse, con tanta clase y elegantemente fría ante la situación frente a uno de los enemigos más fuertes de su poderosa familia, la convertía en una Ral de excelencia.

-Pero, a pesar de todo... ¿De qué sirve el carácter cuando la oportunidad de ir a la cárcel, a quiebra, y ser humillados a nivel nacional por corruptos, amenaza la burbuja en la que está tu hija... verdad?- De inmediato Petra notó como su padre perdía la sonrisa en su rostro y comenzaba a transpirar sin poder controlarlo, las palabras de aquella mujer lo habían hecho palidecer, y a su madre escupir sobre su camisa aquel brebaje oscuro que no tuvo tiempo de limpiar siquiera por la conmoción causada ante la evidente amenaza de aquella, señora.

-¿Qué dice?- Petra cambio de postura y ahora más tensa que antes, se puso de pie y cuestionó a Dina, quien con una sonrisa complaciente disfrutaba lo que había causado, y ya que los Ral no habían sido para nada diplomáticos en dicha situación, tal vez serlo ella estaba muy de sobra.

-Veras linda, a tu padre le encanta la corrupción, tanto que su campaña política es fieramente patrocinada por la elite de mafiosos más poderosos del país, y si nos descuidamos un poco, también del mundo, no voy a ganarle es verdad. Tal vez porque es un estafador de primera y bajo el disfraz de político intachable, se guarda una putrefacción de delitos que ha sabido guardar muy bien por décadas, claro, que siempre existen clavos sueltos ¿No es así Peter?- Aquella elegante mujer manejaba tan bien sus palabras, que logró sacudir el interior de Petra con cada oración, aquello no podía ser verdad, y por dentro estaba que hervía de furia contra aquella que osaba escupir con bajezas y mentiras la reputación de su padre. Puesto que Petra veía a aquel hombre como su héroe, y es que a pesar de no ser el padre del año, Petra sabía que su ausencia se debía al arduo trabajo de su padre, por como cuidaba de aquel imperio con dedicación y vehemencia, pues era el legado de sus antepasados, el peso de toda una dinastía familiar cayendo sobre su padre y aunque no negaba que muchas veces escuchó por la propia boca de él una que otra injusticia, sabía que negocios eran negocios y así era el mundo empresarial, todo se basa en estar siempre unos arriba y otros abajo, la breve filosofía de todo aquel que quiere ser exitoso en su mundo.

La pervertida de ojos color miel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora