Una Chica Diferente.

Mi Historia (Jonathan) Parte 1.

Siempre fui un chico muy tímido, al menos en la secundaria lo era mucho, típico chico de estatura baja, piel algo morena, cabello corto y completamente peinado, con algo de sobrepeso y con muchas inseguridades. Claramente no fue nada fácil para mi la escuela, desde que entre los problemas comenzaron, yo aun me sentía como un niño perola secundaria se encargaba de querer que me comportara mas como un adulto, era muy confuso para mi, pero de cualquier forma tenia que adaptarme a esta nueva etapa, las primeras semanas no conseguí amigos por dos razones, primero era algo complicado ya que la mayoría ya se conocían de antes, todos mis amigos de la primaria se habían ido a otras escuelas, y segundo precisamente porque aun quería estar en contacto con ellos y me rehusaba a olvidarles, para mi ellos eran mis únicos amigos. De todos modos a nadie parecía llamarle la antes como para hablarme, así que como por dos semanas estuve sin hablar con nadie, se me estaba considerando el chico raro del salón, el antisocial, ya comenzaban a separarme del resto, me sentía muy solo, pero aun podía refugiarme en la música, siempre ha sido mi pasión, desde que escuchaba a The Beatles con mi papá mientras cortábamos el pasto, cuando tocaba la guitarra en las fogatas de los viajes familiares, cuando ayudaba a mi mamá con los quehaceres y cantábamos al  mismo tiempo las canciones que salían en la radio, ahora ya no tengo una buena relación con mis padres pero la música sigue estando ahí, incluso en este momento tan complicado para mi, esta aquí para apoyarme. 

Desde la primaria comencé a tomar clases de música, principalmente de canto y de guitarra, temía que la entrar a la secundaria esto fuese a cambiar, pero para mi suerte no fue así, logre encontrar espacio para poder seguir yendo, ya casi un año de asistir y realmente me encantaba todo lo que aprendía. Mi profesor era genial, muy divertido y vaya que sabia enseñar muy bien, nunca nos hizo sentir mal cuando nos equivocábamos, al contrario siempre nos decía que todos cometíamos errores  pero que lo importante era aprender de ellos, además siempre encontraba la forma de animarnos cuando nos desesperábamos, me gustaba su frase de que la música podía ayudarnos si la dejábamos entrar a nuestras vida, vaya que era un gran consejo de un gran maestro. Pero como todo lo bueno tenia que terminar, un día nos dijo que tendría que ir a otra ciudad a dar clases, esto nos puso tristes a la mayoría, él claramente lo noto por lo que nos dijo que jamás dejáramos de poner en practica todo lo que nos había enseñado, que a pesar de el ya no estar mas debíamos seguir esforzándonos en ser mejores y seguir con aquello que mas nos apasionaba. Seguía estando triste sabiendo que se iba pero era por una gran oportunidad así que me despedí de él y le decir lo mejor, y claro que seguí su consejo ya que no deje las clases solo cambie de maestro pero seguí esforzándome. 

Pasaron los meses, casi estaba por terminarse el primer grado de secundaria, sinceramente no estaba disfrutando para nada la experiencia pero al menos me esforcé en ser un buen estudiante, lo suficiente como para que no me fuese tan mal con las calificaciones, pero esto también trajo problemas ya que los típicos chicos que se creen mejor que el resto comenzaron a molestarme. Casi todos los días me golpeaban e insultaban, se que debía haberle dicho a los profesores o a los prefectos, incluso a mis padres, pero no tenia la confianza para hacerlo, me sentía totalmente solo, hasta que un día me harte de todo el abuso, no era un chico en buen forma pero sabia como dar un buen golpe además de que mi padre siempre me dijo que si alguien se quería pasar de listo conmigo y nadie hacia nada para ayudarme no debía dejar que me hicieran menos, así que cuando Francisco (él chico que me molestaba) se acerco como de costumbre para humillarme, esta vez quiso bajarme los pantalones, yo lo golpee en la mejilla, por desgracia no lo hice del todo bien y solo le deje un pequeño raspón, de todos modos fue suficiente para que se molestara y comenzara a golpearme en el estomago repetidas veces.  Continuo golpeándome por todas partes, incluso cuando ya estaba en el suelo, no sabia que iba a pasar así que solo cerré los ojos y espere lo peor, pero parecía ser que no era el único que estaba cansado de ese abuso, porque en un momento deje de sentir los golpes, al abrir los ojos vi como un chico el doble de grande a Francisco, de cabello negro lo estaba apartando de mi y lo tiraba al suelo, otro chico delgado y bastante pálido me ayudo a levantarme, me pregunto si estaba bien, yo le dije que si algo adolorido, en eso vi como Francisco golpeo al chico alto en el estomago, pero este ni se inmuto, solo tocio un poco y le regreso el golpe en la cara tan fuerte que termino cayendo unos centímetros adelante. Yo comencé a reír y le agradecí a ambos chicos por ayudarme, para ese momento ya se había formado toda una bola de gente viendo lo que pasaba, y por supuesto hasta ese momento llegaron  los prefectos para detener el alboroto, nos llevaron a los 4 a dirección pero a mi y a Francisco también de paso a la enfermería ya que nuestras heridas eran evidentes, era raro tener a la persona que casi te disloca el hombro a lado tuyo y a la ves gracioso ya que casi tenia rota la nariz por el golpe.