Antes.

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Saben, yo solía practicar el ballet, solía ponerme mi tutu de color blanco con dorado todas las tardes, practicaba en una escuela especializada en niñas de 8 años en adelante, en aquel entonces yo tenía 11 pero ya llevaba practicando desde los 8 años. La escuela se llamaba "Academia de ballet niña pluma", lo se un nombre bastante raro, pero creanme no había ninguno más que le quedará perfecto como ese, ahora verás porque; la maestra que me enseñaba se llamaba Elizabeth, la Señorita Elizabeth, una mujer algo alta (Bueno al menos yo la veía de ese tamaño en aquel tiempo), con un cuerpo delgado, un busto y sentaderas bien acomodadas, todo lo tenía en su lugar, una piel blanca y muy pálida, una cara preciosa, al igual que su cabello, color negro completamente oscuro, pero tenía esa mirada que te daba a entender que tenía pocos amigos, una mirada que no contrastaba mucho con su personalidad, ya que ella era una de las personas más estrictas que he conocido en mi vida, para ella todo tenía que ser perfecto, hasta el más mínimo detalle debía serlo.

A pesar de todo, también era bastante dulce, realmente se hacía un gran contraste con toda su personalidad, mientras era estricta también podía ser muy agrabable, mientras te daba un consejo también podía gritarte de una forma muy hiriente, de alguna forma u otra sólo había de dos sopas con ella, o la amabas o la odiabas, en mi casa en particular yo no la odiaba pero tampoco la amaba, simplemente siempre hubo un conflicto sobre como apreciaba a la maestra. Vuelvo a hacer énfasis en dos cosas, el nombre de la escuela de ballet "Academia de ballet niña pluma" y en que la maestra quería que todo fuera "perfecto" hasta el más "mínimo detalle", te preguntarás porque recalcó tanto esto, bueno se que parecerá algo completamente imposible con mis casi 100 kilos, pero yo solía ser una chica delgada, muy delgada, mi peso era aproximado de 28 kilos, tal vez menos. Y tal vez también te preguntes como una niña de tan solo 11 años y 28 kilos pudo convertirse en una adolescente de 95 kilos, tranquilo, ahora mismo te contaré.

Todas las tardes, después de salir de la escuela, iba casi directamente a la escuela de ballet, no importaba si era un día caluroso o muy frío, yo siempre estaba ahí, de hecho podria decir con mucha certeza que yo era la alumna más responsable de todas. Siempre con mi tutu blanco con dorado (lo miró ahora y me percató que realmente tenía una muy diminuta cintura), recuerdo que siempre la maestra nos decía que, los errores no debían existir, que si la vida no podía ser perfecta, al menos el ballet tenía que serlo, siempre gritando y resaltando cada error, cada pequeña cosa en la que nos equivocabamos, pero no podías decirle que para de exigir tanto, si llegabas a cometer ese error, lo unico que hacia la maestra era decirte que te retiraras y que nunca más volvieras a su clase.

Realmemte era un ambiente de mucha tensión, pero a pesar de todo, yo nunca quise desistir de la clase, no importaba que hiciera la Señorita Elizabeth, yo nunca quería salir de ahí, por alguna extraña razón que no comprendía. Recuerdo que nos preparabamos para llevar acabo el lago de los cisnes, pratacamos semanas para que todo saliera perfecto, no podía haber ningún error y todas lo sabíamos, a pesar de que yo era una de las mejores de la clase, no era la mejor, por lo cual el papel estelar no me lo dieron a mi, si no a una chica llamada Goreti, delgada, de piel blanca, cabello rubio, y una personalidad realmente muy molesta, ella creía que todo el mundo giraba a su alrededor y con el hecho de que le habían dado el papel estelar, su ego estaba por los cielos. Yo solia ser una de las que podía soportar tu personalidad y hablaba con ella, siempre la odie pero nunca dije nada, pero a pasar de eso, nunca tuve un papel importante en el espectáculo, no importaba cuanta influencia tuviera Goreti con la Señorita Elizabeth, o cuanto me esforzaba para resaltar de las demás, nunca fui tomada en cuenta por ella, podría jurar que de alguna forma yo no existía para ella, tal vez por eso no quería irme, tal vez solo quería que la maestra aprobará mi esfuerzo, que me aceptará, pero nunca lo conseguí.

Después de tanto ensayar, todo estaba listo, la obra se llevaría acabo esa misma noche, íbamos a presentarnos frente a muchas personas, padre de familia y gente que venía a vernos, recuerdo que estaba nerviosa, ya que temía que las cosas no fueran a resultar bien y terminará arruinando todo, recuerdo que Goreti se acercó a mi, estaba muy emocionada, me dijo que sabía como hacer para que yo tuviera un papel más importante en la obra y no sólo ser una bailarina extra, yo rápidamente le dije que, que tenia que hacer, ella dijo que sólo tenía que empujar a una de las chicas importante y que si sufría una lesión yo seria quien tomaría su lugar, no estaba segura de hacerlo, realmente quería ser importante en la obra, quería que todos me vieran, quería que la Señorita Elizabeth me viera, pero no quería hacerle daño a una niña que no tenía culpa de nada, pero quería ser importante, a si que dejé de lado la moral y lo hice. Me dirigí a donde se encontraba una chica llamada Selena, ella estaba sentada cerca de una zona algo alta, yo me acerqué con ella muy cautelosamente, y cuando menos se lo esperaba yo la empuje sin que me viera, ella calló al suelo y sólo grito, yo salí corriendo de ahí mientras las demás llegaban a auxiliarla.

Una Chica Diferente.Where stories live. Discover now