Capítulo 13

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Saben, aun que no lo crean yo disfrutó mucho las vacaciones, de hecho estuvo en ellas hace poco, lamentablemente están a punto de acabarse, lo cual es muy triste para mí, pero pues así son las cosas, pronto entraré a sexto de preparatoria así que que mejor que contar una historia tranquila antes de empezar con las cosas duras... pero eso será mucho más adelante, por ahora consentremonos en lo bueno y también en lo raro.

Mi familia y yo estuvimos hace poco en una cabaña a las afueras de la cuidad, realmente es un lugar muy bello, lleno de paz y tranquilidad, realmente lo necesitaba ya que estaba cansada de todos esos trabajos, tareas exámenes, también de la maldita de Goreti y sus amigas, que me habían estado molestando algunos días sin cesar. Aunque claramente si extrañaba a mi novio, mis amigos y a las personas importantes para mi, pero de cualquier forma los podré ver cuando regrese ahora es un momento para mi, un momento para relajarme y dejar las tensiones y estrés atrás, me desconecte en estos días de ellos pero les prometí que en cuanto pudiera les llamaria o madaria un mensaje. Sólo me quedé dos semanas en la cabaña, la primera semana me la pase durmiendo hasta tarde y levantándome tarde, pero si hice muchas cosas como salir y andar por el bosque, estar con mi familia y esas cosas. Mientras que la segunda me la pase yo solita saliendo al bosque, relajandome, divirtiendome y pues también comiendo.

Pero algo raro sucedió, algo que realmente no me esperaba, el día era muy curioso, estaba algo nublado pero no se veía que fuera a llover, podía sentirse una brisa fresca, era algo muy agradable, yo sólo me encontraba sentada en un tronco, mirando todo al mi alrededor y pensando en lo hermoso de la vida, (también pensaba en comprar un pastelito de nuez) cuando de pronto alguien se acercó a mí. Era un chico muy guapo, casi tan guapo que por un segundo me hizo olvidar a Carlos, bueno tampoco era para tanto pero en serio el era muy lindo, con su piel algo palida, cabello negro y largo, alto, delgado y con un rostro bien definido. Cuando se acerco lo suficiente a mi solo me dijo:

- Hola, ¿estas pérdida?. - Dijo el chico con un tono de intriga.

- No, estoy bien gracias por preguntar. - Dije yo con un tono de tranquilidad.

-No me refiero a sí estas pérdida en el sentido se no saber donde estas, me refiero a si tu vida camino en la vida no esta pérdida. - Dijo con un todo de seriedad.

- Am... No, no veo porque habría de estar perdida en mi vida, al contrario todo va muy bien. - Le dije con un tono de seguridad.

- Yo no estaría tan segura de eso, debes mirar a tu alrededor, darte cuenta de lo que realmente está pasando, debes darte cuenta que algo no concuerda con claridad. - Dijo con un tono de rudeza, casi molesto.

- ¿De que me estas hablando? En primera no te conozco y en segunda como puedes decir eso, no sabes nada sobre mí. - Dije yo algo molesta.

- Se lo suficiente, sólo quiero que veas las cosas con claridad, antes de que sea demasiado tarde. O por cierto, no creo que el pastelito de nuez sepa bueno, si yo fuera tu elegiría el de chocolate. - Dijo el mientras se iba.

Entonces el chico sólo se alejó, dejándome con un millón de dudas en mi cabeza, no podía entender que es lo que había pasado, ¿quién era el? ¿por qué me dijo todo eso? Pero aun más importante, ¿a qué se refería con que abriera los ojos? ¿qué no estaba viendo con claridad? Aún que la peor parte fue que tuvo razón, el pastelito de nuez no estaba muy bueno que digamos.

De cuál quier forma, y a pesar de que no tenía ni idea a que se refería el tipo, me puse a pensar un poco para poder darme una idea de lo que quiso decir. Pensé y pensé durante un largo tiempo, casi por dos días, pero al final sólo llegue a la conclusión de decir, mierda que estoy haciendo, ni siquiera se quien era ese sujeto y dejé que me afectará, basta ya, falta poco para que vuelva a la escuela y tengo que terminar de relajarme, así que ya no pensaré más en eso. Pasaron los días y la hora por fin llegó, era tiempo de despedirme de ese hermoso y vello lugar, me la había pasado muy bien, definitivamente estaba marcado como uno de mis lugares favoritos en el mundo, pero ya era hora de irse, empacamos todas nuestras cosas y nos subimos al auto, después sólo dije adiós a ese bello lugar prometiendo que algún día volvería, tal vez las siguientes vacaciones, sólo comenzamos a avanzar y dejar atrás todo eso para volver a nuestra vida de siempre.

Esa mismo noche no pude dormir muy bien, estaba bastante ansiosa ya que al siguiente día por fin podría ver a mi novio y a mis amigas, esta tan emocionada, ya quería entrar a la escuela, también me emocionaba conocer a mis nuevos profesores y las nuevas materias que tendría; lo bueno fue que al final pude conciliar el sueño y que pude descansar al menos unas horas para estar lista para esta nueva etapa de lo vida. Al día siguiente, en cuanto sonó mí alarma me levanté al instante, me puse mi uniforme con mucha rapidez y me arregle para verme muy bien, tenía que dar una buena impresión para este nuevo ciclo de clases; después apure a mi padre para poder llegar temprano a la escuela y asi ver a mis amigas y mi novio lo más pronto posible. Cuando por fin llegue a la escuela sólo tome un gran respiro y entre a la escuela, adentro vi a lo lejos como mis amigas iban corriendo hacia mí, yo instantáneamente puse una gran sonrisa en mi cara y corrí también hacia ellas. Las tres chocamosy nos dimos un buen golpe pero valió la pena, realmente nos extrañamos y queríamos demostrarlo, después de todo ese espectáculo sólo nos fuimos a nuestros salones nuevos, claro sin antes yo ir a buscar a mi novio.

Tarde un rato en encontrarlo pero al final lo hice, ahí estaba tan guapo y lindo como siempre, en cuanto me vio fue corriendo hacia mi y me dio un gran y cariñoso abrazo, yo le dije que lo había extrañado mucho, le di un beso en el cachete y le devolví el gran abrazo que me había dado. Después de todo eso le dije que lo vería en receso y que tenía mucho que practicarle, el dijo que estaba bien, entonces nos despedimos muy lentamente para aprovechar cada momento juntos. Durante todas las clases que tuve antes de el receso no dejaba de pensar en Carlos, obviamente si estaba poniendo atención y hablando con mis amigas, pero también pensaba en todo lo que hablaríamos cuando nos viéramos de nuevo.

Y por fin llegó la hora, en cuanto el timbre sono yo salí corriendo del salón, fui la primera en salir, y sólo seguí corriendo ansiosa de poder ver a mi querido Carlos, mis amigas estaban detrás de mi intentando alcanzar me pero no lo lograron hasta que me detuve, incluso me dijeron que no había razón para correr, yo les dije que siempre que sea por alguien que quieres hay razón para correr. Estuve impaciente un rato pero ese sentimiento se fue cuando vi que Carlos corría hacia mi, nos dimos un fuerte abrazo (de nuevo) y nos dispusimos a centrarnos donde siempre lo hacíamos. Platicamos un largo rato hasta que ya no quedó nada más que contar, pero no importaba porque seguíamos felices de por fin poder estar juntos de nuevo, entonces supe que el era lo que más quería en el mundo, entonces se lo dije:

- Carlos, te quiero tanto, pero en serio tanto, me alegro tanto de que me hayas mandado esa carta aquella noche. - Dije yo con mucha tranquilidad.

- ¿A que carta te refieres linda? - Dijo Carlos con una expresión de extrañes.
- La que me mandaste aquella noche en la fiesta, cuando nos volvimos a ver. - Dije yo con algo de nerviosismo.

- Linda yo no te mande ninguna carta y menos esa noche. - Dijo Carlos desconcertado.

En ese momento sentí como si el mundo se me viniera enzima...

Una Chica Diferente.Where stories live. Discover now