Capítulo 30

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***DOS AÑOS DESPUÉS***

Cojí de la mano a Alberto. ¡Volvíamos a casa! Por una parte estaba desprimida, me iba, dejando atrás a mis nuevas amigas... Pero por otra, tenía a mi novio, sí, novio, Alberto. Me he dado cuenta de que es la persona que he estado esperando toda mi vida, la que me completa. Cogimos nuestras maletas y subimos al avión para dirigirme a Sevilla a ver a mi familia. En el avión me dormí en el hombro de Alberto, y soñé con Daniel. Pero ya lo había olvidado completamente, no me importaba lo que hiciera él. Seguro que ya no eran famosos, total, habían pasado como cuatro o cinco años que no le veía, porque quise cojer dos años más de experiencia en Oxford, y se les habrá subido la fama a la cabeza, como a la Parrado. Mis padres me esperaban junto a mi hermana, yo tenía 17 y medio. Mi hermana había crecido tanto... Me había perdido parte de su infancia, ya que tenía 12 años recién cumplidos.

-¡Papá, Mamá, Ainaraa!

-¡Dios mío pero qué mayor, desde el skype no te parecías nada!

-Helena, te echaba muchísimo de menos.

-Venga vamos a casa, debes estar cansada.

-¡Chaao Alberto!

Estaba con el pijama en el sofá con la manta y unas regalices viendo Cazamariposas.

-Bueno chicos,  y ahora...¡ESPECIAL GEMELIERS! ¿Nuestros niños tienen novia? ¿Se estarán haciendo mayores? LO VEREMOS DESPUÉS DE LA PUBLICIDAD.

-¡Puaaaj ajaaack ajaaaack! -Casi me atraganto con la regaliz al ver eso. ¡¿ENSERIO!?

Pasó la publicidad.

-Los Gemeliers han dado muchos cambios en estos cinco años, creemos que uno de sus integrantes, Daniel Oviedo, tiene novia. Tenemos unas imágenes exclusivas de él y una mujer saliendo de un café, en Madrid. ¿Se estará enamorando de nuevo? Después del escándalo que hubo hace cuatro años con una chica... ¿Este será definitivo? Descubriremos más el próximo viernes en los Premios 40 Principales. Besos y hasta mañana. Y no lo olvidéis ¡CAZAD MUCHAS MARIPOSAS!

No, no podía ser el Daniel Oviedo del que yo estaba enamorada. ¡Casi ni le reconocía! Era, más guapo de lo que recordaba. Pero no quería saber na-da de él. ¡Na-da!

Salí del salón, fui a mi habitación, me puse vaqueros, camiseta de flores y chaqueta larga de lana con mis vans altas de color negro, fui al baño, me hice una trenza, volví a mI habitación a por mi bolso y bajé abajo.

-Mamá salgo un momento.

-¿A donde vas?

Me fui sin contestarle. Iba por la calle, no tenía rumbo concreto, sólo salí para despejarme un poco de los problemas y el estrés. Llegué hasta el parque donde Daniel y yo nos dimos el primer beso, bajo la lluvia. Se me cayeron las lágrimas al recordarlo, asique me senté en un banco a pensar. Cuando me iba por el otro extremo del parque, alguien me gritó.

-¡Helena, Helena, espera, porfavor, soy Daniel!

¡DANIEL *______*!

Me giré rápidamente, no podía ser verdad.

-No te marches, ¿te acuerdas de mí?

-¿Perdón? Mire, déjeme.

Me iba, pero me cogió del brazo.

-Escucha, sé que sabes quién soy, porfavor necesito hablar contigo por una vez.

-¡Que me dejes, no quiero saber nada de ti ni de tu familia!

Me solté y me fui corriendo.

Llegué a casa.

-¿Hija a dónde has ido?

-Sólo fui a dar una vuelta, tranquila.

Se acercó la noche, y yo no podía parar de pensar en Dani. Pero... ¿Qué quería? ¿Y qué hacía aquí?

Pequeños Recuerdos「JD」Where stories live. Discover now