Pequeños Recuerdos「JD」

Capítulo 24

-¿Qué haces aquí? ¡Cómo te has enterado!

-Eso no importa ahora, como he dicho tú no te vas a ningún lado. Te necesito...

Mi padre puso su mirada en mí.

-¿ Qué es lo que pasa aquí? ¿Y quién eres tú para decidir sobre mi hija? Sólo eres el vecino famoso.

-Perdone, ¡Pero yo soy su...

-Déjame hablar a mí - Dije apartándole.

-¿Helena?... -Dijo mi padre esperando una respuesta.

-Para empezar, el vecino " famoso " se llama Daniel, y lo sabes. Y lo que pasa, es que yo no me quiero ir, no ves que todos mis amigos están aquí... Me quieren mucho para no dejarme ir.

-Como he dicho, no voy a cambiar de opinión, y menos después de ver el escándalo que ha montado este... Debes ir, es una gran oportunidad, y no la vas a rechazar. Ya han dicho la fecha y ya estás inscrita. Te vas dentro de dos Semanas y media.

Mi padre se fue al baño con el periódico. Estaba enfadada, bastante, para ser exactos. Cuando algo no era de mi agrado o me molestaba por injusticia, yo me defendía. Fui a la calle y cerré la puerta con fuerza, sin acordarme de que Daniel estaba dentro. Me senté en el banco del porche y me puse a pensar. Alguien abrió la puerta y se sentó a mi lado.

-Sabes, nunca te das cuenta de cuánto quieres a una persona, hasta que la pierdes...

-Gran verdad...- Dije con una sonrisa cabizbaja.

-Lo siento. Siento por todo lo que te he hecho pasar durante estos meses.

-No lo sientas. Son los primeros amores...

-Pues yo no pienso lo mismo. Tú no eres mi primer amor, pero eres más que eso, para mí, eres lo más importante que me ha pasado.

-No hace falta que mientas Daniel.

-¿Crees que miento, enserio? Porfavor, mírame a los ojos.- Me cogió de las manos.

Lo tenía enfrente de mí. Como la primera vez que me dio un beso.

-No, no mientes. Te creo, eres el único en quién puedo confiar, de verdad...

Se giró.

-La despedida es, un dolor tan dulce...

-Lo sé -Le abracé.

***DOS SEMANAS DESPUÉS***

-¡Heleena nos vaamos!-Dijo mi madre.

-¡Ya vooy! -Le respondí recogiendo mis últimas cosas.Me levanté del suelo y mirando mi habitación dije:

- Pff. Otra vez a mudarse...

Bajé.

Nos metimos en el coche e hicimos una pequeña parada en casa de Ari para dejar a mi hermana.

-Te echaré de menos Nanit...-Decía ella.

-No me olvides porfa -Dijo Ari mientras me abrazaba.

-Nunca lo dudes.- Le dije yo.

Nos fuimos camino al aeropuerto. Llegamos. Mi padre sacó las maletas, Nerea me ayudaba a calmarme, estaba nerviosa.

Entramos a dentro.

-No quiero despedirme de ti, te quiero mucho-Decía ella entre lágrimas.

-Recuerda que esto no es un adiós.

Me abrazó lo más fuerte que pudo.

De repente miro hacia un lado.

-¿Soy yo, o los gemeliers están viniendo hacia aquí? -Me dijo.

-¡Son ellos!

Fui corriendo hacia Dani y Jesús.

-Ya te echaba de menos- Me dijo Dani al oído.

-Recuerda que lo mejor está por venir guapetona- Me dijo Jesús.

-No sabéis cuánto os quiero- Les dije llorando.

-¡Helena!

-¡Eva!- La abracé.

-No llores cariño, ya verás, pasa muy rápido-Me dijo ella secándome las lágrimas.

-Gracias por venir Eva, significa mucho para ella en este momento- Dijo mi madre.

-No es nada guapa- Dijo ella.

-Tienes que irte ya Hele-Dijo Nere.

-Eres la mejor amiga que he tenido, nos veremos pronto.

Me despedí de todos con un saludo, no un adiós.

***EN EL AVIÓN***

Me sente en un asiento sola, necesitaba pensar...

Ojalá pase pronto.