𝗣𝗔𝗜𝗡 ━━ ❝Porque prefiero sentir dolor a no sentir nada.❞
Mei creía estar condenada por las circunstancias de su vida, hasta que alguien le gritó en el rostro que podía ser diferente. Había renunciado a cosas que creía banales, como los sentimien...
¡El secreto de la Voluntad de Fuego! El escuadrón de rescate de Sasuke.
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El día siguiente por la mañana, Mei despertó gracias a los incesantes golpes en la puerta de su apartamento. Se levantó entre bostezos, tirando las mantas de su cama a un lado, y básicamente arrastrando sus pies hasta la entrada. Abrió la puerta de un tirón, mientras bostezaba y restregaba uno de sus ojos, apenas podía mantenerlos abiertos. Del otro lado, dos ANBU la esperaban.
—Vaya, qué rápido se enteraron —murmuró aún somnolienta.
—Hokage-sama quiere verte —dijo uno de ellos.
—Sí, sí. Supuse que me buscaría tarde o temprano. Denme un minuto, ya me cambio.
Volvió a bostezar y caminó a su habitación, sin molestarse en cerrar la puerta pues no quería que pensaran que se iría o algo parecido. Se cambió su pijama por un short y una remera holgada, sin molestarse por equiparse ni colocarse su banda ninja. Pasó al baño a hacer sus necesidades, para luego lavarse un poco el rostro y cepillarse los dientes.
Al volver a la puerta, se calzó sus sandalias y salió cerrando la puerta a sus espaldas. Dejó que los ANBU la escoltaran hasta la oficina de la Hokage, donde esta la esperaba de brazos cruzados sentada detrás de su escritorio.
—Buenos días, Hokage-sama. —Hizo una reverencia.
—Mei —llamó su nombre. Pudo distinguir algo de molestia en su voz y facciones—. ¿Me explicarías?
—¿Qué debería explicar exactamente? —preguntó—. La situación parece bastante obvia.
Tsunade frunció su ceño aún más, a veces detestaba la personalidad de la Uchiha.
—Tal vez podrías explicarme por qué ayudaste a tu hermano a salir de la Aldea. O por qué lo dejaste irse en primer lugar. ¡O por qué dejaste inconsciente a Haruno Sakura en el proceso!
—Oh, vaya. Sí que tenía preguntas. —Inclinó su cabeza, parpadeando sorprendida—. Bien, trataré de explicarlo.
—Te escucho.
—Sasuke es mi hermano mellizo. Lo conozco mejor de lo que se conoce él mismo. A pesar de que pasamos tanto tiempo separados, ambos somos capaces de leer al otro como si fuéramos libros abiertos. Así como yo lo conozco a él, Sasuke me conoce a mí. Por ello, sé que no podría haberlo detenido de irse con Orochimaru, de hecho, me pidió que fuera con él, y ni siquiera diciéndole que no lo acompañaría él quiso quedarse. Mi hermano está cegado por la venganza, Tsunade-sama. Él no se detendrá por nada ni por nadie con tal de cumplir ese objetivo.
—¿Por qué decidiste quedarte?
—Aún hay muchas cosas que Konoha puede enseñarme. Desde que volví, siento que poco a poco estoy recuperándome a mí misma y es tan agradable dejar de sentir aquel dolor que me acompañó tanto tiempo, que quise quedarme. A diferencia de Sasuke, sé que no necesito de Orochimaru para volverme fuerte, es solo cuestión de encontrar un lugar donde estemos dispuestos a crecer. Por eso, y porque sabía que Sasuke de igual forma se iría, decidí que si no vería a mi hermano por mucho tiempo, no iba a pelear con él en nuestro último encuentro. En su lugar, solo lo abracé y le dije que lo amaba, y que me tendría aquí si me necesitaba. Porque eso es lo que hace la familia, apoyarse. A pesar de que sé que mi hermano no eligió lo mejor, prefiero apoyarlo y tenerlo, que negarlo y perderlo. No podría con eso, no de nuevo.
