𝗣𝗔𝗜𝗡 ━━ ❝Porque prefiero sentir dolor a no sentir nada.❞
Mei creía estar condenada por las circunstancias de su vida, hasta que alguien le gritó en el rostro que podía ser diferente. Había renunciado a cosas que creía banales, como los sentimien...
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Sasuke y Mei se detuvieron luego de haber recorrido un buen tramo del bosque. La chica se colocó en cuclillas, apoyando su mano sobre la tierra y concentrándose en los chakras.
Primero percibió seis personas acercándose por el mismo camino que ellos habían tomado. Reconoció los chakras de Shikamaru, Sakura, Naruto, Jun, Shino y Masaru, además, un séptimo chakra desconocido para ella los acompañaba.
Después de confirmar que sus compañeros avanzaban en su dirección, se concentró en los chakra de sus enemigos. Kankuro, Temari y Gaara continuaban moviéndose a través de los alrededores de la Aldea.
Siguieron avanzando mientras Mei le comentaba a su hermano la ubicación de los ninjas de Suna.
—No están muy lejos —le informó a su hermano—. Acaban de detenerse, así que debemos tener cuidado. Podrían colocar trampas. Pero vamos en la dirección correcta.
—No creo que tengan tiempo para...
Una explosión se hizo presente cuando Sasuke saltó sobre una de las ramas, activando una trampa de alambres y sellos explosivos. Esquivaron los ataques hábilmente y volvieron a reagruparse.
—Estuvo cerca —susurró Sasuke.
—Te lo dije. —Mei le dijo indiferente—. Hablas demasiado pronto.
—Tsk. Como sea, sigamos.
Reanudaron el paso aumentando su velocidad, prestando atención a cada uno de sus pasos, para asegurarse de no caer en más trampas como aquella.
Sasuke se adelantó un poco, impaciente por encontrar a los ninja, y haciendo que a Mei le resultará divertido. Lo vio lanzar un kunai y detenerse, así que se detuvo a su lado. Frente a ellos se encontraban los hermanos de la Arena.
—Al fin los encontré. ¿En serio creyeron que los dejaría escapar? —dijo el Uchiha.
—¡Oh, vaya! —exclamó Kankuro.
—Es el mismo Uchiha Sasuke —continuó Temari.
—Hasta aquí han podido llegar.
Sasuke sonrió, jugando con otro de sus kunai. Mei colocó los ojos en blanco por un segundo, no se acostumbraba a sus actitudes.
—Nunca terminaré de comprender la extrema adulación hacia mi hermano, quiero decir, ¿ya lo vieron? Ni que fuera la gran cosa —comentó aburrida, señalándolo con su pulgar—. Al menos podrían notar que también estoy aquí, digo, un hola, tan si quiera.
—¡Mei! —se quejó Sasuke—. No digas esas cosas de mí —murmuró, inflando una de sus mejillas como hacía de pequeño.
—Uchiha Mei... tú sí que das de qué hablar —comentó Kankuro divertido.
