𝗣𝗔𝗜𝗡 ━━ ❝Porque prefiero sentir dolor a no sentir nada.❞
Mei creía estar condenada por las circunstancias de su vida, hasta que alguien le gritó en el rostro que podía ser diferente. Había renunciado a cosas que creía banales, como los sentimien...
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El treinta de Junio había llegado más rápido de lo que el equipo 6 esperaba. Mei y Masaru estaban listos para entregar sus solicitudes de los exámenes chūnin, y esperaban a Jun en la entrada de la Academia. Después de lo que para ellos se sintieron como horas, el pelirrojo apareció sonriente por un extremo de la calle. Avanzaba dando saltitos mientras tarareaba algo que no llegaban a escuchar por la distancia.
—¡Hasta que al fin! —exclamó el Hyūga—. ¡Tardaste años!
Jun se detuvo frente a ellos, sin abandonar su sonrisa risueña, y los observó a ambos.
—Aún faltan diez minutos para la hora acordada. —Amplió su sonrisa—. Ustedes llegaron muy temprano. Por cierto, buenos días.
Mei y Masaru intercambiaron miradas, la azabache se encogió de hombros mientras el chico asentía, ambos concordando en que el recién llegado tenía razón. No reprocharon.
—Buenos días, Jun —dijeron ambos—. Ya entremos —continuó el ojiperla.
Los tres se dispusieron a entrar a la Academia y buscar el salón 301, en el tercer piso. Atravesaron la puerta principal y solo fue necesario poner un pie dentro del lugar para que Mei se diera cuenta de que había algo extraño.
—En este edificio hay un genjutsu —comentó Mei tras dar unos pasos dentro del lugar.
—¿Eh? ¿Dónde? —preguntó Jun viendo para todos lados.
—No lo sé, por ahí —contestó sin darle mayor importancia.
—Déjenme ver. —Masaru activó su Byakugan y se mantuvo en silencio por unos segundos—. Hay un gran número de personas acumuladas frente a un salón en el segundos piso. Puedo ver a dos ninja bloqueando la entrada. El chakra de todos está perturbado, por lo que deduzco que allí es donde está la trampa.
—Solo subamos —les dijo Mei, avanzando hacia las escaleras.
Subieron hasta el segundo piso y tuvieron que atravesar al grupo reunido allí para llegar al siguiente tramo de las escaleras. Uno de los ninja que estaban en la puerta los vio seguir de largo y sonrió de lado, sorprendido de que ni se mosquearan por su genjutsu.
Al atravesar un gran salón y subir otro tramo de peldaños, finalmente llegaron al tercer piso. Entonces, se encontraron frente a la puerta del salón 301. Allí en el pasillo, recargado en una pared junto a la entrada se encontraba Senju Shigeru. Al ver a sus tres alumnos allí, sonrió ampliamente y se acercó a ellos.
—¿Shigeru-sensei? —preguntó Jun confundido.
—Qué alegría me da ver que todos están aquí. Ya que los tres vinieron, ahora sí pueden inscribirse para los exámenes.
