𝗣𝗔𝗜𝗡 ━━ ❝Porque prefiero sentir dolor a no sentir nada.❞
Mei creía estar condenada por las circunstancias de su vida, hasta que alguien le gritó en el rostro que podía ser diferente. Había renunciado a cosas que creía banales, como los sentimien...
Reviviendo el pasado. ¡El entrenamiento de Tsunade!
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Al otro día, Mei se aseguró de despertarse temprano, no podía permitirse hacer esperar a Lady Tsunade. Además, quería visitar a Sasuke antes de comenzar sus exámenes. Desayunó rápidamente, no quería perder demasiado tiempo, y salió de su departamento a las 8 a.m.
Todo lo que estaba ocurriendo la tenía un poco asombrada. Nunca se habría esperado conocer a la legendaria Tsunade, mucho menos que ella quisiera entrenarla ni tuviera una solución a su problema. La verdad era que siempre había evitado a los médicos, no era demasiado fan de los medicamentos ni los hospitales, pero era momento de madurar.
Al llegar a la habitación de Sasuke se lo encontró durmiendo. A pesar de haber estado inconsciente todo este tiempo, su mente parecía continuar cansada. Lo cual era entendible. Quién sabía por cuánto tiempo lo había torturado Itachi dentro del Tsukuyomi. Se sentó junto a él, asegurándose de no despertarlo con el movimiento, y tomó su mano. Desde que Sasuke estaba en el hospital había tenido la necesidad de tomar su mano, para sentir que estaba allí.
Se mantuvo en silencio junto a él hasta que el reloj de la pared marcó las nueve menos cinco, entonces era tiempo de buscar a la Sannin. Se inclinó sobre su hermano, depositando un suave beso sobre su frente, y salió de la habitación.
Se dirigió a la sala en la cuál había tenido la charla con Tsunade el día anterior, ya que no había mencionado ninguna habitación. Allí se encontraba una mujer de pelo negro y corto, que parecía estar esperando a alguien. Eran las únicas en el lugar. Al verla, sonrió y se puso de pie, acercándose a ella.
-Hola, eres Uchiha Mei, ¿cierto?
-Sí -respondió cortante, pues no la conocía.
-¡Excelente! Tsunade-sama me pidió que te esperara para guiarte a la habitación, ya que ella haría los preparativos. Mi nombre es Shizune y soy su asistente.
-Encantada. -Inclinó su cabeza en señal de respeto, aunque sin cambiar su expresión.
-Bueno, sígueme. Te llevaré con Tsunade-sama.
Mei asintió, siguiendo a Shizune a través de los pasillos del hospital. No estuvieron mucho rato caminando, apenas unos pocos minutos. Al llegar a una habitación con doble puerta, Shizune se detuvo y golpeó dos veces, abriéndola a continuación. Asomó su cabeza por la puerta y dijo algo, asintiendo a la respuesta que obtuvo del interior y se alejó de la puerta. Le dijo a Mei que podía pasar, haciendo que la chica ingresara en la habitación para luego entrar detrás de ella y cerrar la puerta.
Tsunade se encontraba allí. Había un escritorio con dos sillas delante para los pacientes, una camilla y varias máquinas y muebles. Sobre el escritorio tenía un cuaderno y algunos libros, probablemente los estuviese leyendo ya que estaban abiertos y desacomodados. La mujer le sonrió al verla entrar, y Mei simplemente hizo una reverencia.
