489

112 17 0
                                    

Capítulo 489: ¡Intento de Asesinato!

Un estallido enorme resonó y la autodetonación de los nigromantes envió una enorme onda de choque por todos lados. A la vez, una figura ilusoria apareció entre la explosión. Era un espectro gris montado en un alma de caballo negra, y se movía con una velocidad increíble que sobrepasaba la de los nigromantes de antes. ¡Atravesó el escudo en tan solo un abrir y cerrar de ojos y se abalanzó sobre Bai Xiaochun!
—¡¡Un alma de nigromante en el cuasi-Reino Deva!! —Todo pasó tan rápido que todos quedaron pasmados, todos a excepción de Bai Lin, quien dio un salto de inmediato hacia adelante para enfrentar al enemigo. Pero el nigromante que se aproximaba ya se había resignado a su destrucción y no estaba conteniendo nada en este ataque. Extendió su mano y apuntó su dedo hacia Bai Xiaochun, le envió una corriente de energía verde. Y hasta con Bai Lin atacando a toda potencia, solo pudo retrasar un poco la energía verde, pero aun así se movía tan rápido que ningún cultivador en la Formación del Núcleo podría ser capaz de evadirla.
Bai Xiaochun se puso totalmente pálido, y una sensación de crisis mortal lo inundó. En ese momento tan peligroso, rugió a todo pulmón y usó todo el poder de los Tendones Imperecederos en sus dos piernas para retroceder con una velocidad que sobrepasaba por mucho el nivel de la Formación del Núcleo. Después de alejarse de esa corriente de energía verde, usó su qi glacial para teletransportarse 300 metros más. ¡Solo después de hacer todo eso a duras penas logró escapar del peligro!
El lugar que acababa de ocupar fue atravesado por la energía verde. Y lamentablemente, todos los Despellejadores en un área de varios cientos de metro de la zona de impacto fueron impactados por las fluctuaciones de la energía y se convirtieron en charcos de sangre...
Ninguno tuvo siquiera la oportunidad de gritar antes de morir. Excepto por Bai Lin y Bai Xiaochun, todos fueron asesinados en un instante. Los Despellejadores en más allá de ese radio quedaron totalmente pálidos por el terror.
Bai Xiaochun tosió una gran bocanada de sangre. Sus huesos estaban casi destrozados, y hasta sus cinco órganos yin y seis órganos yang estaban casi destruidos. ¡Y eso fue apenas por las fluctuaciones que emanaron del ataque!
Cuando vio los charcos de sangre que quedaron de los cultivadores cercanos, el corazón de Bai Xiaochun se estremeció.
—Tú... —antes de poder decir algo más, tosió otra bocanada de sangre. Afortunadamente, tenía un cuerpo carnal muy poderoso y una base de cultivo en el Núcleo Dorado. Gracias a eso había evadido la muerte. Pero aun así terminó herido seriamente.
Terminó tosiendo aún más sangre y se quedó viendo al nigromante ilusorio, quien justamente estaba siendo eliminado por la mirada del enorme ojo sobre la torre.
Mientras el nigromante ilusorio era destruido, se podía ver una mirada de profunda confusión en sus ojos, como diciendo, ¿cómo sobreviviste? ¿¡cómo escapaste de la muerte!? El nigromante había asumido originalmente que incluso si Bai Xiaochun lograba evadir el ataque inicial, ya que no era más que un cultivador en la Formación del Núcleo, seguramente sería asesinado por las fluctuaciones resultantes.
Después de todo, ese nigromante tenía una base de cultivo en el cuasi-Reino deva, y además de eso, no había habido ninguna señal previa a su intento de asesinado. Para poder garantizar su éxito, las Tierras Desoladas habían sacrificado a más de cien gigantes salvajes como distracción y también otros tres nigromantes. Además de todo eso, el asesino en realidad era el alma de un poderos nigromante. ¡Todo eso solo para matar a Bai Xiaochun!
Tan solo ver a Bai Xiaochun hacía que las Tierras Desoladas hirvieran con odio, ¡pero su esfuerzo había terminado en un rotundo fracaso!
En este momento la frente de Bai Xiaochun estaba empapada de sudor. Esa sensación de muerte inminente de hacía un instante había sido increíblemente intensa. Los tres cultivadores de almas habían sido extremadamente poderosos, con bases de cultivo en el Alma Naciente. Y el último nigromante estaba en el mismo nivel que Bai Lin, a medio paso del Reino Deva. Ya que su existencia era un alma corpórea, también disponía de algunas técnicas especiales, había sido capaz de atravesar el escudo para desatar un solo ataque.
Si Bai Lin no hubiera estado allí, ¡Bai Xiaochun no hubiera sido capaz de evadir el ataque incluso si su velocidad hubiera sido mayor!
Ahora Bai Lin tenía una expresión espantosa en el rostro. Casi mataban a Bai Xiaochun justo a su lado, lo cual ya de por sí era una provocación descarada. Bai Xiaochun era extremadamente importante para él; quizás si ya hubiera confeccionado un gran número de Píldoras de Convergencia de Almas, hubiera sido capaz de aceptar la perdida. Pero en este momento ni había empezado a trabajar. Que muriera ahora hubiera sido un golpe enorme para los cultivadores de la Ciudad de la Gran Muralla.
Por lo ansioso que estaba se apresuró hacia Bai Xiaochun y le entregó una píldora medicinal que brillaba con una luz violeta.
—¡Toma esta Píldora de Vestigio Divino!
Bai Xiaochun pudo identificar que era una píldora sagrada para curar heridas con tan solo olfatear ligeramente su aroma medicinal. Y no dudó ni un instante en metérsela a la boca, en solo un momento, su cuerpo entero empezó a rebosar con poder espiritual y fuerza vital. Y a la vez, todas sus heridas anteriores empezaron a desvanecerse.
Era una píldora milagrosa del tipo que Bai Xiaochun jamás había visto antes, pero podía darse cuenta de que era algo increíblemente valioso. Es más, Bai Lin probablemente la mantenía a la mano como plan salvavidas de contingencia para sí mismo. Pero en este momento, Bai Xiaochun no estaba interesado en aprender más al respecto. Se volteó hacia Bai Lin y dijo, —General Bai, me invitó a la cima de la Gran Muralla para observar la batalla, ¡y me dijo una y otra vez que estaría a salvo! Bai Xiaochun aún se sentía algo nervioso y asustado, y apenas terminó de hablar, retrocedió un poco y empezó a alejarse del borde del muro.
Bai Lin se sentía horrible. Juntó sus manos a modo de disculpa hacia Bai Xiaochun, y luego observó furiosamente al campo de batalla con un destello de intención asesina en sus ojos.
Claro, Bai Xiaochun no estaba realmente enojado con Bai Lin. De no haber sido por la ayuda de Bai Lin, Bai Xiaochun probablemente ni hubiera estado vivo en este momento. —¿Los nigromantes de verdad pueden pasar así nada más por el escudo de la Gran Muralla? — preguntó.
Aunque la pregunta de Bai Xiaochun había sido un poco vaga, su punto era obvio: acababa de rozar la muerte. Usualmente se mantenía en guardia a dondequiera que fuera, pero ya que el escudo de la formación de hechizos protegía la Gran Muralla, siempre había asumido que estaba seguro.
Bai Lin respondió después de un momento de silencio, —La mayoría no pueden. De hecho, los nigromantes con cuerpos físicos tampoco pueden. Solo en forma de almas pueden lograrlo. Pero después de pasar por el escudo, el ojo sobre la torre los detecta, y son asesinados en el tiempo de tres respiros. Por lo que muy pocos nigromantes decidirían hacer algo así.
Bai Xiaochun intentó mantener con calma su respiración y también observó furiosamente al campo de batalla más allá del muro. En este momento, los salvajes y el mar de almas se estaban retirando.
—Xiaochun, disculpa por favor mi descuido del día de hoy, —dijo Bai Lin volteándose hacia Bai Xiaochun. —¿Por qué no vienes conmigo a ver al intermediario de la secta? Basta con decirle, y cualquier recurso que necesites será tuyo.
Bai Xiaochun entendió al instante las implicaciones de Bai Lin. Le estaba dando una oportunidad de llenarse los bolsillos para compensarle por lo que acababa de ocurrir. Así que contuvo su nerviosismo por lo ocurrido, le dio un último vistazo con odio a los salvajes y se fue detrás de Bai Lin.
Llegaron de vuelta a la ciudad en poco tiempo, y se dirigían a la oficina del intermediario con la Secta de la Polaridad del Dao del Cielo Estrellado. Tomando en cuenta su estatus, Bai Lin no tenía por qué actuar muy amablemente. Simplemente entró orgullosamente y rugió, — ¡Song Yiduo, ven para acá!
Poco después, un hombre gordo de mediana edad salió rápido y resoplando. Juntó sus manos en saludo y dijo, —¿Qué necesita? Solo dígalo.
Bai Lin volteó hacia Bai Xiaochun y asintió, luego se quedó allí de pie viendo pensativo hacia el cielo. En este momento, Bai Xiaochun sí que sentía que la mejor manera de lidiar con su ansiedad era aplastarla con recursos de cultivo. Por lo que no dudó ni un segundo en decir, —Necesito 5.000 tubérculos espíritu terrestre, ¡y cada uno tiene que tener al menos 500 años de edad!
Song Yiduo se estremeció como un jabalí salvaje al que le acabaran de pisar la cola. Y respondió con un chillido mientras su grasa se sacudía, —¿500 años? ¿5.000? ¡Imposible!
Bai Xiaochun continuó ignorándolo, —También necesito ciruelos de dragón del cielo, ginseng de siete mares, escamas de wyvern y hierbas de gloria divina, ¡10.000 de cada uno!
Song Yiduo estaba a punto de responder, y Bai Xiaochun lo interrumpió para añadir, — También combustible para llamas de nueve colores. ¡Cien porciones!
La furia de Song Yiduo estalló. —¡Imposible! ¡No tengo esas cosas! ¿¡Cómo podría!?
Bai Xiaochun siguió adelante ignorando a Song Yiduo por completo, —Ah, ¡y también necesito 10.000 botellas de alcohol espiritual diseñadas para reponer la base de cultivo!
—¡Y cien Píldoras del Alma Naciente!
—Ah sí. Como... ¿cómo es que se llamaba eso? ... ¡Una Píldora de Vestigio Divino! ¡También quiero cien de esas!
A estas alturas, hasta Bai Lin se estaba poniendo nervioso. Podía darse cuenta de que seguramente necesitaría enviarle un mensaje a su abuelo para conseguir una colección así.
Song Yiduo por otro lado estaba chillando de dolor por dentro. Él era el que estaba a cargo de los asuntos diarios en la Ciudad de la Gran Muralla, si los gastos eran demasiado altos, sería castigado. Por otro lado, si no gastaba lo suficiente para mantener bien armadas a las cinco legiones, estas se enfurecerían.
Bai Xiaochun sacudió sus manos como si nada y volteó hacia Bai Lin. Después de pensarlo por un momento, Bai Lin le dirigió una sonrisa amarga a Song Yiduo y se lo llevó a un lado. Primero empezó a susurrarle, pero luego se enojó, y al final golpeó con su puño una roca decorativa cercana, lo cual aterró por completo a Song Yiduo. Al final los dos caminaron de regreso hacia Bai Xiaochun.
Bai Lin se llevó a Bai Xiaochun lejos con una sonrisa amarga, por temor a que empezara a pedir más cosas. —No te podrá conseguir el combustible para llamas de nueve colores o las Píldoras de Vestigio Divino ni aunque lo mataras. Todo lo demás lo puede manejar. Aunque necesitaré pensar un poco para conseguir la Píldoras del Alma Naciente...

A Will Eternal 4Where stories live. Discover now