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Capítulo 473: ¡Tú también te estás metiendo conmigo!

El rostro de Bai Xiaochun se entristeció viendo como Bai Lin se iba, y luego se volteó a ver a Li Hongming.
Una media sonrisa extraña apareció en el rostro de Li Hongming mientras le devolvía la mirada. Se rio ligeramente y dijo, —Felicitaciones llamando la atención del general Xiaochun. Es un gran honor que alguien como él te reclute personalmente y tome responsabilidad por ti. En todos los años que he pasado en el ejército, solo he visto eso con otras tres personas. Eres la cuarta.
Bai Xiaochun empezó a refunfuñar consigo mismo que en realidad no quería ser la cuarta persona en ser reclutada a la fuerza por el general en persona. Pero ahora no tenía más opción que aceptar su destino, así que se fue del lugar con Li Hongming.
A medida que la puerta secundaria se alejaba más y más, no pudo evitar sentir que había perdido su libertad, el control sobre su vida, y sus oportunidades de perseguir sus sueños...
—¿Por qué las cosas tuvieron que terminar así...? —pensó suspirando continuamente. Estuvo quejándose consigo mismo todo el trayecto mientras Li Hongming lo llevaba a conseguir su uniforme, el cual era una armadura negra. Después de ponérsela, Bai Xiaochun se dio cuenta de que se veía bastante heroico, pero esto no lo hizo sentirse mejor.
Conforme avanzaban, Li Hongming le contaba emocionado sobre la historia de los Despellejadores. Bai Xiaochun escuchaba en silencio mientras se dirigían hacia donde Bai Lin había indicado que lo llevaran, a la Armería.
A lo que usualmente se refería como la Armería, era un área muy bien cuidada llena de un gran número de patios y residencias. A pesar de ser un coronel, hasta Li Hongming fue inspeccionado cuidadosamente antes de que se le permitiera entrar.
—La Armería es uno de los lugares más importantes en el distrito de los Despellejadores. Las únicas personas que tienen permitido vivir en esta área son los grandes maestros que confeccionan medicina, crean talismanes de papel y forjan armas y armaduras.
—Xiaochun, —dijo Li Hongming suspirando—, ¡al general realmente le agradaste! —Bai Xiaochun pudo sentir de inmediato que la Armería era un poco distinta que las demás áreas de afuera. No solo era más tranquila y pacífica, pero había cierta acumulación de poder espiritual.
Otra cosa extraña era que todos los cultivadores de la Armería se veían bastante arrogantes. A mediad que Li Hongming avanzaba, juntaba sus manos en saludo, pero todos los ignoraban completamente.
Ver que trataran de este modo a Li Hongming enojó un poco a Bai Xiaochun. —¿¡Qué tienen estas personas de asombroso!? —preguntó.
Li Hongming rio y respondió, —Xiaochun, todos son grandes maestros. Son aquellos que crean las herramientas que necesitamos para combatir. Así es como son las cosas. Fue en este punto que se detuvo afuera del séptimo edificio de la Armería.
—Xiaochun, esto es lo más lejos que puedo llevarte. De ahora en adelante, somos compañeros de armas. Si necesitas ayuda con algo, solo házmelo saber. —Después de algunos consejos más, se volteó y se fue. Bai Xiaochun se quedó viendo con tristeza como Li Hongming se iba, y luego se volteó y entró al edificio que había sido preparado para él. Era de varios metros de diámetro, y además de la estructura de tres pisos que tenía al frente, era en su mayor parte un gran patio pavimentado con losas espirituales de piedra verde. Tomando en cuenta que la Ciudad de la Gran Muralla en general prácticamente carecía de toda energía espiritual, este lugar era maravilloso para cualquier cultivador.
Aunque Bai Xiaochun en realidad no quería estar aquí atrapado en la Ciudad de la Gran Muralla, debía admitir que su residencia no estaba nada mal. Incluso vio un pequeño estanque encantador que tenía a un lado.
Estanques como estos eran una rareza cerca de la Gran Muralla, y los pocos que existían estaban llenos con un agua negra. Por lo que ver este estanque con agua clara y fresca lo dejó sintiéndose relajado.
—Ah bueno, no me queda más que seguir las órdenes. —Suspiró, se acercó y se sentó junto al estanque, contemplando lo que le depararía el futuro. Fue entonces que se dio cuenta de que había tres carpas doradas nadado de un lado a otro frente a él. Tenían bigotes largos que indicaban que habían vivido por mucho tiempo, y lo más sorprendente de todo era que eran parcialmente traslucidos. Estaba claro que no eran criaturas de grado mortal, sino más bien el tipo de criaturas que se podían usar como ingrediente para creaciones medicinales.
—Estos peces dragón han de haber vivido por al menos sesenta años. Eso no es muy común. Son el ingrediente principal de las Píldoras de Pez Dragón. —Después de ver los peces un poco, decidió salir a caminar por la Armería. Y poco después se dio cuenta de que todos los edificios tenían un número, y mientras menor el número, más grande el edificio. Además, las ubicaciones de los edificios más grandes eran aún mejores.
Él estaba en el edifico 7, el cual era uno de los mejores de toda la Armería. Después de examinar los registros del edifico, pudo ver que ese pequeño estanque ahora le pertenecía, y murmuró, —Según los registros, debería haber un banco entero de peces dragón. ¿Por qué solo veo tres? —Pero antes de poder pensar en el asunto, su expresión cambió de golpe y volteó a ver una pared cercana. Allí se elevó una figura por el aire, y usó algún método desconocido para evadir los hechizos defensivos y entrar directo a su patio.
Era un viejo delgado con una expresión arrogante en le rostro, su base de cultivo estaba en la etapa avanzada de la Formación del Núcleo. Se dio cuenta de la presencia de Bai Xiaochun apenas entro al patio, después de lo cual sus ojos mostraron su sorpresa. Pero en vez de decir algo, simplemente se acercó al borde del estanque, y justo allí frente a Bai Xiaochun, estiró su mano al agua y agarró a uno de los peces dragón. Luego se volteó para irse. Bai Xiaochun quedó impactado por la manera tan condescendiente en la que actuaba ese tipo. Era obvio que Bai Xiaochun estaba ajusto allí, pero el hombre siguió como si nada y fue a agarrar uno de sus valiosos peces.
Bai Xiaochun ya estaba bastante deprimido por tener que quedarse aquí, pero ahora su furia se había encendido.
—Hey, ¿¡qué diablos crees que haces!? —le rugió.
—Confeccionando medicina, —respondió el viejo sin siquiera molestarse en parar.
—Si el general se quiere meter conmigo, está bien. ¿¡Pero te crees que también puedes abusar de mí!? —A medida que la furia de Bai Xiaochun ardía, sus ojos se iluminaban con una luz gélida. Entonces estiró el brazo e hizo un gesto de agarre con la mano, al mismo tiempo que abría su tercer ojo y vertía su luz violeta. El viejo sorprendido intentó escapar, pero ya era muy tarde. En apenas un abrir y cerrar de ojos, el pez dragón que había agarrado le fue arrebatado por Bai Xiaochun, y este lo devolvió al estanque.
Fue entonces que Bai Xiaochun se dio cuenta que realmente había menos peces dragón en ese estanque de los que debería. Era obvio que ya se habían robado los otros, probablemente este viejo justamente.
El rostro del viejo se quedó con una expresión espantosa y retrocedió varios pasos. Vio a Bai Xiaochun enfurecido, se rio fríamente y dijo, —He vivido en el edificio 8 por muchos años, y jamás había visto a alguien tan imprudente como tú. Los peces dragón del edificio 7 son míos. Mientras que tú, insignificante niño, ¿¡acaso te crees que puedes actuar así en mi presencia!?
Bai Xiaochun ya estaba irritado en primer lugar, pero las palabras del tipo solo lo enfurecieron aún más.
—¡Cállate! —dijo dando un paso adelante. En apenas un instante, unos sonidos de crujidos aparecieron y una frialdad glacial se empezó a extender por todos lados, formando capas de hielo por todos lados. Luego realizó algo parecido a una teletransportación menor, y quedó justo frente al viejo.
La expresión del viejo cambió, y antes de siquiera poder pensar en escapar, Bai Xiaochun le dio un puñetazo usando el Conjuro de la Montaña Viviente. Esa fuerza equivalente a una montaña entera arremetió contra el viejo, quien no pudo sino salir dando volando dando vueltas hacia atrás por varias decenas de metros, y una gran cantidad de sangre le salió por la boca.
—¡Fuera de aquí! ¡De ahora en adelante, los peces dragón de este lugar se apellidan Bai!
Aunque los ojos del viejo tenían un destello tóxico de odio, decidió no seguir con el asunto, y simplemente se volteó para irse.
Echar al viejo condescendiente mejoró bastante el humor de Bai Xiaochun, así que se sentó junto al estanque para meditar. Y la noche llegó poco después. Cuando los colores del cielo cambiaron, Bai Xiaochun estaba justo a punto de ponerse de pie, cuando repentinamente tornó su cabeza a ver a una dirección distinta. Luego de un momento, aparecieron varios rayos de luz, se movían como un relámpago hacia Bai Xiaochun.
Se acercaban tres figuras, a la cabeza estaba Bai Lin con su armadura negra y su rostro totalmente inexpresivo.
Detrás de él había dos viejos con auras asesinas y bases de cultivo en el Alma Naciente, estaba claro que ambos estaban juzgando a Bai Xiaochun con curiosidad.
Bai Xiaochun se puso de pie al instante y dijo, —Saludos General. —¿Ya te acostúmbrate al ambiente en la Armería? —preguntó Bai Lin.
Bai Xiaochun parpadeó varias veces y luego respondió cuidadosamente, —Está bien supongo, solo es un poco callado, eso es todo.
Al escuchar esto, Bai Lin volteó hacia uno de los viejos y dijo, —Lin Tao, consigue algunas criadas para que se encarguen de las necesidades diarias de Bai Xiaochun.
El viejo asintió, sacó una tablilla de jade y envió algunas órdenes.
Bai Xiaochun quedó un poco sorprendido por lo rápido que estaban atendiendo sus necesidades. Y justo cuando estaba considerando qué decir, Bai Lin bajó la mirada hacia las claras aguas del estanque por un momento, y luego la levantó hacia el cielo.
—La Gran Muralla ha existido por muchos, muchos años, —dijo—. De hecho, es más antigua que la misma Secta de la Polaridad del Dao del Cielo Estrellado. Tienes alguna ida de cuantos cultivadores han estado estacionados aquí con el transcurso de los años, ¿y cuántos han luchado aquí contra las Tierras Desoladas...?
—Demasiados. Las cinco legiones del Gremio de Venas de Acero solo han estado estacionadas aquí por los últimos 10.000 años, más o menos.
—Las generaciones van y vienen. La gente cae, la gente se va. Pero la Gran Muralla permanece.
—Aunque existe cierta rivalidad entre las cinco legiones, las relaciones son buenas en general. Cuidamos las distintas áreas de las que somos responsables, cuidamos la muralla, y evitamos que los Desolados nos invadan.

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