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Capítulo 404: ¡Soy un Rehén!

Aunque las palabras las había dicho Li Yuansheng en un momento de pánico, estaba claro que eran una amenaza poderosa. En lo que a él concernía, la mayoría de los cultivadores que hubieran logrado entrar a la Secta de la Polaridad del Dao del Cielo Estrellado, verían la expulsión como un destino peor que la muerte.
La Secta de la Polaridad del Dao del Cielo Estrellado era una de las sectas en la fuente del río, en el Río Alcance Celestial oriental. Quienquiera que fuera expulsado de una secta como esta no sería bienvenido en ninguna otra secta en el mundo del cultivo oriental, fuera en las Partes Medias o las Bajas. Esta persona no tendría más opción que convertirse en un cultivador solitario.
En el Río Alcance Celestial, los cultivadores solitarios ocupaban una posición extremadamente baja. No tenían permitido practicar su cultivo cerca del Río Alcance Celestial, y si los atrapaban intentándolo, serían expulsados de inmediato por las sectas que controlaban esas áreas.
Le iba un poco mejor a los cultivadores solitarios que lograban llegar al Alma Naciente, pero cualquiera debajo de ese nivel llevaba una vida muy amarga.
Por lo tanto, Li Yuansheng no dudó ni un segundo en amenazarlo de este modo. Al fin y al cabo, de acuerdo a las reglas de la Secta de la Polaridad del Dao del Cielo Estrellado, el hecho de que este Jefe Dragón Azur fuera un discípulo de la secta; significaba que, si Li Yuansheng lo quería muerto, sería imposible o muy, muy difícil. Pero considerando su posición en el clan, expulsarlo sería bastante fácil.
Luego, una vez que estuviera afuera, ya no tendría la protección de la Secta de la Polaridad del Dao del Cielo Estrellado, ¡así que podría matarlo casi con solo pensarlo!
Aunque en realidad no sabía quién respaldaba a Bai Xiaochun, parecía que no le importaba, ni tampoco le importaba que esta área fuera una propiedad personal. Después de todo, en el Arcoíris del Cuadrante del Cielo, cualquiera de los Maestros de Gremio de los Diez Gremios tenía todos derechos a otorgar una propiedad personal en la Ciudad del Cielo. A pesar de que muchos de los habitantes de la Ciudad del Cielo veían las propiedades personales como algo completamente impresionante, para Li Yuansheng no era gran cosa, especialmente considerando que venía de un clan deva.
En lo que salieron estas palabras de la boca de Li Yuansheng, Bai Xiaochun se estremeció, y sus ojos se abrieron ampliamente. Luego sin dudar ni un segundo, contuvo sus manos, y al mismo tiempo hizo que se desvanecieran todos los trozos de hielo que iban a apuñalar a Li Yuansheng.
— ¿¡Qué acabas de decir!? —dijo con un tono un poco nervioso mientras veía a Li Yuansheng.
Esta respuesta, hizo que todos los demás pantalones de seda circundantes se quedaran viendo conmocionados, y lo mismo ocurrió con los demás cultivadores. Tomando en cuenta lo impresionados que habían estado por la batalla que transcurría, este cambio tan repentino los dejó completamente sorprendidos.
Este cambio tan repentino de las acciones de Bai Xiaochun parecía completamente incomprensible. Hacía solo un momento parecía rebosar con un ímpetu imparable, pero luego, con tan solo una amenaza de Li Yuansheng, parecía que se le hubieran debilitado las piernas.
Hasta Li Yuansheng estaba sorprendido, y de hecho su corazón aún palpitaba fuertemente de miedo. Solo había dicho esta amenaza por el calor del momento, por temor de no tener más opción. E inesperadamente, parecía haber funcionado, así que la ferocidad en sus ojos se hizo más intensa y su corazón se alegró.
—Hmph. Ahora sí sabes lo que significa tener miedo ¿no? Bueno, es muy tarde. No me importa quién te esté respaldando, en tres días o menos, ya no serás un miembro de la Secta de la Polaridad del Dao del Cielo Estrellado, ¡y no tendrás más opción que largarte de esta tierra! —dijo Li Yuansheng con sus manos en su espalda, e impulsando sus palabras con su energía. Se veía muy poderoso e impresionante en general.
Ya podía imaginarse muy bien como en tan solo el tiempo de un respiro, este Jefe Dragón Azur quedaría totalmente en pánico. O estallará de ira, o bajaría su cabeza amargamente en sumisión. Li Yuansheng sí que quería saber cuál de las dos reacciones tendría.
—Esa es la diferencia entre nuestros estatus en la secta, —pensó—. ¡Hmph! Veamos si este tipo tiene lo que hace falta para someterse a su destino. —En el rostro de Li Yuansheng apareció una sonrisa siniestra, y los pantalones de seda circundantes se miraron las caras. Este giro de los acontecimientos había sido bastante repentino, y era algo extraño ver a esa persona tan feroz de hace un momento, ponerse tan nerviosa de repente.
Pero lo que pasó después era algo que Li Yuansheng y los demás jamás se hubieran podido imaginar. Cuando Bai Xiaochun escuchó las palabras de Li Yuansheng, su rostro se llenó de emoción e incluso alegría.
— ¿De verdad? ¡Jajaja! ¡Genial! ¡Maravilloso! Eres el Hermano Li, ¿no? Whoah, no puedo creer que te ofendiera de ese modo. Bueno, tampoco fue a propósito. ¿Por qué no dijiste antes que podías sacarme de la Secta de la Polaridad del Dao del Cielo Estrellado en tres días? ¡Si lo hubieras dichos desde el principio jamás me hubiera atrevido a herir a tus amigos! —Pero en este punto, aún parecía algo preocupado por la situación, así que continuó con un tono un poco dudoso, —Hermano Li, déjame ver si entiendo bien. Tenemos que dejar las cosas claras. Dijiste que me podías sacar de la secta en tres días ¿no?
Los pantalones de seda que estaban allí quedaron completamente atónitos, y Li Yuansheng parecía no saber qué hacer con la situación. Las personas en la audiencia intercambiaban miradas incómodas, no tenían idea de lo que ocurría y no podían comprender por qué Bai Xiaochun se veía tan emocionado. —Tú... —Li Yuansheng también se sintió muy confundido de repente, y empezó a preguntarse si este Jefe Dragón Azur y él siquiera se estaban entendiendo. Finalmente, no pudo evitar decir, — ¿Escuchaste lo que acabo de decir? ¡Dije que en tres días o menos te echaría de la Secta de la Polaridad del Dao del Cielo Estrellado! Expulsado ¿entiendes? ¡Eso significa que ya no serás un discípulo aquí! ¡Te echarán! ¡Te expulsarán!
Bai Xiaochun asintió con entusiasmo y parecía más animado que nunca.
—Claro, claro. Siempre y cuando puedas lograrlo Hermano Li. ¡Whoah realmente serás mi mayor benefactor! —Dicho esto, se volteó hacia Xu Baocai y los demás Protectores Dao.
— ¡Xu Baocai! —gritó—. Hermano Mayor. ¡Maestro Bufido Resoplón! ¡Apúrense y agradézcanle al Compañero Daoísta Li! ¡Dice que puede sacarme de la Secta de la Polaridad del Dao del Cielo Estrellado! Ya no tendré que ser un rehén. ¡Podremos ir a casa!
El Maestro Deidad Adivina, Xu Baocai y el Gran Gordito Zhang voltearon a ver a con simpatía a Li Yuansheng.
Y Li Yuansheng por otro lado quedó con una mirada totalmente vacía apenas escuchó la palabra 'rehén'. Sus ojos se abrieron de par en par como si acabara de ver a un fantasma. Entonces apuntó a Bai Xiaochun con un dedo temblando y dijo, — ¿¡Eres un rehén!?
— ¡Sí! —dijo Bai Xiaochun fuertemente mientras sacudía su manga. — ¡Soy un rehén político importante!
Muchos otros rehenes hubieran estado avergonzados o hasta furiosos de que su estatus fuera revelado en público, y debido a esto, usualmente intentaban pasar desapercibidos. Pero Bai Xiaochun por otro lado, lo anunció fuertemente de manera dramática.
De hecho, se sentía deprimido la mayoría del tiempo al pensar en el hecho de que era un rehén. Pero en este momento, la mirada en el rostro de Li Yuansheng dejó a Bai Xiaochun sintiéndose de maravilla, e incluso no pudo evitar murmurar consigo mismo que ser un rehén no era tan malo después de todo...
Cuando la multitud escuchó las palabras de Bai Xiaochun, quedaron totalmente conmocionados al instante. También fue como si le hubiera caído un rayo al jefe de la Sociedad del Cielo Celestial y quedó totalmente boquiabierto.
Finalmente entendía por qué nunca había podido conseguir información sobre el Jefe Dragón Azur...
— ¡Maldita sea! ¡No puedo creer que sea un rehén! ¡Y lo más increíble lo descarado que es! ¡¡Se supone que los rehenes anden por ahí llenos de tristeza e indignación!! — Las lágrimas que fluían del jefe de la Sociedad del Cielo Celestial hubieran podido formar un nuevo Río Alcance Celestial...
—T-tú... tú... —A Li Yuansheng le daba vueltas la mente y no podía ni terminar una frase. Tenía el poder de expulsar a cualquier discípulo ordinario, sin importar su origen. Pero, incluso con más poder del que tenía ahora, sería imposible hacerle nada a un rehén, este era una conexión importante entre dos sectas. Ni siquiera los cultivadores en el Alma Naciente podrían hacerlo. Solo un experto en el Reino Deva tendría autoridad sobre el asunto, y el deva de su clan definitivamente no actuaría por algo tan trivial.
Estaba claro que su amenaza de hace un momento había sido una completa estupidez, y que se la restregaran por la cara de ese modo le hizo sentir como si le hubieran dado una gran bofetada. No solo se estaba llenando de ira, también se le puso el rostro totalmente rojo, e incluso terminó tosiendo un poco de sangre. Al final se dio la vuelta rugiendo de ira y salió disparado hacia el distrito arcoíris, sin pausar ni por un segundo.
Bai Xiaochun le hizo un gesto con la mano y lo llamó, —Hey, ¿¡por qué te vas!? ¡Hey Hermano Li! ¡No te vayas! ¡Me prometiste que me sacarías de la secta en tres días!
Cuando estas palabras llegaron a los oídos de Li Yuansheng, este tosió otra bocanada de sangre y rugió con fuerza, —¡¡Maldito abusador intolerable!!
Al mismo tiempo, aceleró aún más rápido.
Él no era el único. Los pantalones de seda que quedaban en el área se quedaron viendo a Bai Xiaochun con temor y asombro por sus métodos tan crueles. Al final inclinaron sus cabezas y se fueron rápidamente, los que aún se podían mover se llevaban apoyados en sus hombros a los más heridos.
Bai Xiaochun se aclaró su garganta y se dispuso a irse también. Luego sacudió su manga orgullosamente y suspiró como lamentándose.
—De verdad detesto cuando la gente pretende ser tan asombrosa y amenazante y luego resulta que solo son farsantes. ¡Si no puedes sacarme de la secta no andes pretendiendo que puedes! ¡Chistes como esos no son divertidos! —Luego vio a su taberna suspirando, y a sus Protectores Dao, quienes parecían no saber si reír o llorar. Y finalmente volvió a su habitación para seguir con su cultivo.
En poco tiempo, las noticias de que Bai Xiaochun era un rehén se divulgaron por toda la Ciudad del Cielo. Este sí que era un giro de los acontecimientos monumental, y aclaró muchas de las sospechas que se tenían. Las noticias incluso llegaron a las otras tres ciudades de la secta, dejando a todos increíblemente asombrados.
Y esto era especialmente cierto de los rehenes que estaban en las ciudades de la Corte del Río Estrellado, la Corte del Río de la Polaridad y la Corte del Río del Dao. Todos quedaron completamente atónitos.
—Jamás me había dado cuenta que podías ser tan tiránico como rehén...
—¡Realmente tengo que visitar a este Bai Xiaochun!
Prácticamente todos decidieron ir a conocer a Bai Xiaochun y charlar sobre sus experiencias como rehenes, y quizás recibir algunos consejos sobre cómo mejorar un poco más sus vidas en la secta. Por otro lado, las continuas derrotas hicieron que la Sociedad del Cielo Celestial no tuviera más opción que bajar su cabeza. Sabían que no había modo de luchar directamente con Bai Xiaochun. Después de más reuniones, al final el jefe de la Sociedad del Cielo Celestial apretó los dientes y dijo, —Ya que no podemos provocarlo ni hacerle nada, ¡¡simplemente saquémoslo de la Ciudad del Cielo!!

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