475

110 16 0
                                    

Capítulo 475: Ese Viejo me Ofendió

Cuando Bai Lin se dio cuenta de que Bai Xiaochun quería cien hornos para píldoras, y que tenía aún más requisitos además de eso, no pudo sino vacilar por un momento. Después de todo, el tipo de horno para píldoras que le estaban pidiendo era bastante valioso. Pero las últimas palabras de Bai Xiaochun demostraron ser lo suficientemente convincentes, así que Bai Lin asintió y dijo, —¡No hay problema!
—También necesito 10.000 cristales de llama terrestre de alto grado, —continuó Bai Xiaochun—, no puede faltar ni una pizca de poder en las llamas terrestres. ¡Tienen que estar totalmente cargadas! Y por cierto, esas 10.000 no son más que lo necesario para el primer mes. Voy a requerir más para el siguiente.
—¡Simple! —dijo Bai Lin con una gran sonrisa. En lo que a él concernía, cualquier requisito que pudiera ser resuelto con piedras espirituales no era gran cosa.
Al ver la reacción tan casual de Bai Lin, Bai Xiaochun se sintió un poco irritado, así que procedió a decir, —¡Necesito combustible para llamas de cinco colores, seis colores, siete colores y ocho colores!
Bai Lin dudó un poco, pero apretó los dientes y dijo, —Haré lo que pueda.
—¡Además, 1.000 hojas de almas nubladas! ¡1.000 tubérculos de espíritu terrestre! 1.000 flores atmosféricas... —Dicho esto, siguió nombrando varias decenas de plantas medicinales, cualquiera de ellas podía ser comprada en la Secta de la Polaridad del Dao del Cielo Estrellado por una cantidad considerable de puntos de mérito. Había algunas que solo estaban disponibles para las Superestrellas de la Polaridad del Dao del Cielo Estrellado, e incluso algunas que estaban consideradas como extintas. Pero Bai Lin se consideraba a sí mismo alguien extremadamente rico, así que después de pensarlo otro poco, terminó aceptando todas sus demandas.
A pesar de todo su esfuerzo, Bai Xiaochun seguía sin poder pensar en algún otro ingrediente que pudiera requerir, así que decidió cambiar de táctica un poco. —Ah por cierto. Confeccionar medicina consume mucho de la energía de uno y de la base de cultivo, y será aún peor considerando los alrededores en los que estamos. Si quieres que trabaje sin descansar, ¡entonces requeriré algún alcohol espiritual de grado supremo para mantener mi base de cultivo en buenas condiciones!
Bai Lin respondió con una risa al instante. —¡Lo tendrás! —Pero poco después, una luz gélida se encendió en sus ojos, y su aura asesina empezó a irradiar de manera peligrosa. — Pero... aunque puedo darte todo lo que has pedido, cuando se trata de lo que yo te pido a ti, si no logras...
Bai Xiaochun lo interrumpió sacudiendo su manga orgullosamente, —¡Sin peros! Si se trata de confección de medicina, entonces si Bai Xiaochun dice que puede hacerlo, ¡entonces por supuesto que puede! Después de todo, ¡Bai Xiaochun no permitiría que pusieran en duda su habilidad para confeccionar medicina!
Bai Lin quedó sorprendido, pero no se enojó. Lo contrario, se pudo ver una gran sonrisa en su rostro. Respetaba a aquellos con habilidad, y Bai Xiaochun parecía tener mucha confianza en sus habilidades. Por lo que Bai Lin solo podía asumir que realmente tenía mucha destreza para la confección de medicina.
No solo eso, pero Bai Lin no estaba preocupado por sus supuestos desastres. Al fin y al cabo, nadie el a Ciudad de la Gran Muralla se atrevería a provocarlo. Mientras que por otro lado, si Bai Xiaochun terminaba sin confeccionar la medicina, entonces Bai Lin se aseguraría de que sufriera las duras consecuencias de mentir.
Se rio tranquilamente, observó a Bai Xiaochun y le dijo, —Muy bien. Tendrás todo lo que necesitas en los próximos tres días. Si hay alguna otra cosa que requieras, solo dilo. ¡Lo único que me importa es que lo logres al final!
Después de pensarlo por un momento, Bai Xiaochun volteó a ver a la pared que llevaba al edificio 8. El viejo de ese edificio no solo le había robado su propiedad como si nada, sino que le había dirigido una muy mala mirada. Ya antes sabía que él mismo era el recién llegado, y no sería apropiado causar problemas que pudieran tener ramificaciones negativas.
Pero ahora se daba cuenta de lo importantes que eran las Píldoras de Convergencia de Almas para Bai Lin, así que decidió que no perdería nada con intentar añadir un último requisito para ver como lo manejaría Bai Lin. Estrechó sus ojos y dijo, —Me temo que mi patio actual no es lo suficientemente grande para contener cien hornos para píldoras, y ese viejo de allá en el edificio 8 me acaba de ofender.
Bai Lin parecía sorprendido al escucharlo, y se quedó viendo profundamente a Bai Xiaochun por un momento.
—Sabes Bai Xiaochun, mientras más requisitos añadas, menos serán tolerados los fracasos. Pero muy bien. De ahora en adelante, ¡el edificio 8 te pertenece! Y en cuanto al Gran Maestro Chen, no lo verás más por los próximos diez años, además, tu... —Pero antes de que pudiera terminar de hablar, se pudo escuchar un rugido intenso y ensordecedor desde más allá de la Gran Muralla, algo tan fuerte que la ciudad entera empezó a temblar.
Las pupilas de Bai Lin se contrajeron, y el corazón de Bai Xiaochun empezó a palpitar con fuerza por el asombro. Todos voltearon a ver hacia la Gran Muralla, y pudieron ver que en algún punto desconocido, las nubes se estaban oscureciendo en el cielo del anochecer, y habían formado un vórtice gigantesco. El vórtice era tan grande que era imposible ver sus límites, y desde este estaba saliendo un número interminable de almas vengativas, bajando en masa como si de prisioneros escapando de una cárcel se tratase, todas arremetían furiosamente hacia la Ciudad de la Gran Muralla.
El número tan vasto de almas le hubiera puesto la piel de gallina a cualquiera. Se veían feroces y malvadas al extremo, y los pocos cultivadores desafortunados de las cinco legiones que justo estaban afuera encargándose de los enemigos, ¡terminaron siendo reducidos al instante a no más que cadáveres disecados!
—¿¡Cómo diablos puede estar pasando esto!? ¡¡Alguien está usando algún tipo de gran magia para acceder al Río del Inframundo!! —Después de decir esto, Bai Lin salió disparado hacia la Gran Muralla como un rayo.
¡Bai Xiaochun quedó boquiabierto, y nuevamente se dio cuenta de que la sensación intensa de crisis mortal que sentía ahora era simplemente como se vivía en la Gran Muralla!
¡Las llamas de la guerra podían encenderse en cualquier momento!
Después de un largo, rato exhaló lentamente y quedó más consciente que nunca de que sus Píldoras de Convergencia de Almas probablemente podrían ser muy útiles en el campo de batalla.
Por suerte, estaba muy familiarizado con el proceso de confección de las Píldoras de Convergencia de Almas, y ya que todo lo que tenía que hacer era fortalecerlas, estaba seguro de que no sería extremadamente difícil. Después de todo, solo tenía que ajustar un poco la fórmula. Ya había estado devoto al Dao de la medicina por muchos años, e incluso había logrado confeccionar una Píldora Desafiadora del Río, así que estaba completamente seguro de que podría añadir un poco más de fuerza a unas insignificantes Píldoras de Convergencia de Almas.
Pero aun así, se sentía un poco nervioso, no por la píldora, sino por las cosas tan raras que pasaban a menudo cuando confeccionaba. Sin embargo, Bai Lin le había garantizado sin ninguna duda, que él se haría responsable, así que Bai Xiaochun se sintió un poco mejor al recordarlo.
Tomando en cuenta el nivel de su Dao de la medicina, no había manera de estar seguros de que realmente causaría problemas. Y al llegar a este punto en sus ideas, Bai Xiaochun se emocionó mucho, hasta decidió que la Ciudad de la Gran Muralla no era un lugar tan malo después de todo.
—Yo, Bai Xiaochun, siempre termino como una gran estrella brillante a donde quiera que vaya. Ah. No es que quiera ser así. —Estaba tarareando una pequeña tonada y caminando orgullosamente hacia su residencia.
Al día siguiente, un gran grupo de cultivadores entraron al edificio 8, y poco después Bai Xiaochun pudo escuchar los gritos enfurecidos del Gran Maestro Chen. Pero esos gritos se desvanecieron rápidamente, en menos de dos horas, la pared que separaba los edificios 7 y 8 fue demolida completamente.
Los dos patios terminaron conectados, y se colocó una nueva formación de hechizos. A estas alturas, la residencia de Bai Xiaochun era dos veces más grande.
La piedra caliza que cubría el suelo de ambos patios se había conectado, y en poco tiempo, se pudo detectar que había aún más energía espiritual que antes. Aunque aun así era algo débil, para cualquier otro en la Ciudad de la Gran Muralla sería un gran lujo, es más, las únicas otras personas que tenían acceso a tanta energía espiritual eran los mayores generales.
Cuando Bai Xiaochun emergió de su residencia y vio su amplio patio, se sintió bastante satisfecho. En su opinión, nadie en su misma generación podría tener una cueva de inmortal superior.
—No está mal. No está mal. —A pesar de estar tan feliz, le parecía que el lugar estaba algo vacío. Pero esa misma tarde, uno de los mayores generales de los Despellejadores le envió a una decena de criadas para que lo ayudaran a cuidar del lugar. Fue entonces que a Bai Xiaochun le pareció que todo era perfecto.
Claro, el hecho que Bai Xiaochun fuera transferido a la Armería, y que al día siguiente el Gran Maestro Chen fuera echado del edifico 8 de los Despellejadores, fue una noticia que dejó impactados a los demás grandes maestros.
Los residentes de la Armería eran cultivadores famosos, y aunque no eran muy buenos amigos los unos con los otros, cuando vieron la manera tan agresiva en la que Bai Xiaochun se aprovechaba de su posición, no quedaron muy felices.
—¡Veamos que tanto dura este chico!
—¡Hmph! Al General Bai Lin de los Despellejadores solo le importan los resultados. ¡Seguro que estará muy furioso si este Bai Xiaochun no lo deja satisfecho!
—Mientras más te da Bai Lin, peor serán las cosas si fracasas. Este chico es un idiota. ¡No hay dudas de que terminará muerto más temprano que tarde!
Bai Xiaochun no estaba al tanto de la manera en la que hablaban de él los demás grandes maestros de la Armería, pero siempre que salía a caminar podía sentir la frialdad de los demás.
—Hmph. —murmuró—. No puedo evitar pensar que mi residencia sigue siendo un poco pequeña. —Así pasó otro día, y alrededor del anochecer, Bai Xiaochun salió a dar otro paseo, para cuando volvió sus ojos se iluminaron al instante.
Allí había cien hornos para píldoras en su patio, todas en fila de manera perfecta, cada uno de tres metros de altura. Frente a los hornos para píldoras estaba el mismo mayor general que lo había visitado hacía unos días con Bai Lin. A ese viejo lo rodeaban cuatro jóvenes, los cuales veían en silencio a Bai Xiaochun.
Los hornos para píldoras eran de un color negro verdoso, y eran todos idénticos, tenían grabados unos qilines de buena suerte. Y también emanaban unas auras muy poderosas.
Además de eso, a pesar del hecho de que los hornos aún no se estaban usando por el momento, los rodeaba un aroma medicinal muy fuerte. Bai Xiaochun se acercó emocionado muy rápido, y empezó a inspeccionar los hornos, después de lo cual sus ojos se iluminaron intensamente. —¡De verdad me dio cien hornos para píldoras, y de paso todos son del tercer nivel!

A Will Eternal 4Where stories live. Discover now