Capítulo 37 pt. 2

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La puerta se abrió de golpe, chocando contra la pared y provocando eco en todo el pasillo, e interior del departamento.

Jimin y JungKook entraron con pasos rápidos, con los ojos entrecerrados y atacándose con los labios, los dedos del castaño estaban enredados en los mechones azabaches y los brazos de Jimin rodeaban toda la cintura de JungKook.

Con una patada Jimin cerró la puerta detrás de ellos, separó sus labios y comenzó a bajar con besos húmedos por el cuello del castaño. JungKook hizo su cabeza hacia atrás, dándole todo el acceso.

–Jimin... Te necesito– jadeo excitado, sus manos jalaban la chaqueta del pelinegro, tratando de quitársela desesperadamente.

–Yo también te necesito– de un movimiento rápido se alejó del castaño y comenzó a despojarse de toda su ropa, tirándola al suelo.

JungKook lo miraba embobado, pero pronto entró en razón. Imitándolo, también inició a despojarse de su ropa y pronto se encontró completamente desnudo, al igual que su novio. 

Ambos se comían con los ojos, recorriendo sus cuerpos desde la punta de los pies hasta la cabeza. Demostrándose con la mirada cuanto se deseaban. Y como si se hubieran puesto de acuerdo, ambos se acercaron y fundieron sus labios en un beso salvaje y caliente, sus lenguas entrando y saliendo.

–Kookie– gimió entre besos –Quiero... Pe-pedirte un fa-favor.. Agm...

– Dime amor– sus labios se separaron de los contrarios, para dejar hablar claramente a su novio – ¿Que necesitas bebé?– en su lugar sus labios viajaron a la mejilla y con su lengua trazó círculos hasta llegar al lóbulo de la oreja.

–No es fácil decirlo– su cuerpo se estremeció –Pero... Quiero, necesito, deseo... Agh... Que me penetres.

JungKook detuvo sus besos sorprendido y lentamente se alejó de la oreja del pelinegro, quedando sus rostros a escasos centímetros. Mirándose a los ojos.

–¿Entendí bien?– el rostro de JungKook era un poema –¿Quieres que yo...

Jimin se sonrojo –Sí... Quiero que ahora tú seas el que entre en mi– relamió sus labios avergonzado –Por favor Kookie. Así como yo fui el primero en ti... Yo también quiero que seas el primero en mí.

JungKook sintió tanta ternura y amor acumulado en su pecho ante las palabras de su novio. Que aunque se moría por sentir a Jimin dentro de él, decidió complacerlo.

Maldición. Lo amaba tanto.

–Estoy de acuerdo– sonrió en grande – ¿Tienes lubricante y condones?– con su pulgar acarició su mejilla ruborizada.

–Sí, están en el cajón de mi buró, son los que compré para nuestra primera vez. Aún no caducan.

–Perfecto– rompió la escasa distancia y volvió a unir sus labios, pero ahora era un beso más tranquilo y tierno, disfrutando de la suavidad de sus labios.

JungKook quería que Jimin se sintiera amado, especial, importante, afortunado y feliz, así como el pelinegro lo había hecho con él. En esta ocasión no había cena romántica, no había pétalos de rosas, no había velas. Solo existían ellos dos y todo su amor, por esa razón JungKook quería volverlo un momento inolvidable.

Con pasos lentos acorralo a Jimin contra la pared, sus labios seguían unidos como si fueran uno solo, mientras que sus manos repartían suaves caricias en el cuerpo del otro. JungKook sintió la erección de su novio crecer y presionar contra su muslo, metió su pierna entre las de Jimin, haciendo que este las abriera más y que gimiera fuertemente, al rozar con su muslo sus testículos.

MI DULCE KARMA #1 - (JIKOOKMIN)Where stories live. Discover now