Capítulo 33

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JungKook se encontraba solo en su salón, pensando en todo lo que había pasado y atormentándose por la decisión que había tomado. Quería hablar con Hoseok, pero en esos momentos quería estar aislado y pensar en todo lo que le diría a quien creía su amigo.

Su celular comenzó a sonar anunciando una llamada, el castaño ya sabía de quién era y aunque sus manos picaban por querer contestar, se obligó a no hacerlo, todavía tenía en mucho que pensar.

La hora del descanso terminó y JungKook trato con todo su corazón de actuar y permanecer tranquilo frente a Hoseok y Sun hee, como si nada hubiera pasado. Ambos se habían sorprendido al verlo sólo en el salón y le reprocharon por no haber ido con ellos a la cafetería, JungKook se excusó diciendo que apenas había llegado al aula y que se sentía muy cansado. Sun hee y Hoseok aceptaron la respuesta de su amigo y asociaron los ojos irritados del castaño con fatiga.

A la mitad de la clase de fotografía, Hoseok no pudo evitar mirar a su amigo, desde que habían regresado del descanso, notaron a JungKook muy extraño. Sintió como en su garganta se formaba un nudo, al percatarse de cómo el castaño estaba con la mirada perdida, sus mejillas pálidas y con los ojos hinchados, su mano la cual sostenía una pluma, se encontraba inerte sobre su cuaderno, no escribía nada de lo que el profesor dictaba. Algo le había pasado a su amigo y Hoseok tenía que saberlo, para apoyarlo. Desvió su atención de JungKook y la posó en Sun hee, que estaba a su lado, ambos intercambiaron miradas preocupados. La pelinegra también se había dado cuenta de la actitud extraña del castaño.

Cuando finalizó la clase, el pelirrojo de inmediato se acercó a su amigo, posó su mano el hombro del castaño, el cual se estremeció al sentir el tacto. JungKook estaba tan metido en sus pensamientos, que no había notado que la clase ya había acabado y que el salón se había vaciado completamente.

—Kook, ¿te encuentras bien?

El castaño miró fríamente a Hoseok y con un movimiento débil negó con la cabeza.

— ¿Qué tienes Kook? — pregunto preocupada Sun hee.

JungKook suspiro y en silencio comenzó a guardar sus útiles en su mochila, sentía las miradas penetrantes de Sun hee y de Hoseok. Ambos parecían realmente preocupados.

¿Sería real la preocupación del pelirrojo?

—Hoseok... ¿Podemos hablar a solas? — dijo bruscamente y sin emoción alguna.

La pelinegra frunció el ceño y miró curiosa a JungKook, luego observó a Hoseok quien parecía desconcertado.

—Claro Kook— dijo el pelirrojo.

El castaño colgó su mochila en su espalda y giró sobre sus pies, quedando frente a ellos —Sun hee... Perdón, pero nos podrías dejar solos, por favor— JungKook se veía débil.

—Está....Bien— tomó su mochila —Nos vemos mañana chicos— comenzó a caminar lentamente a la salida. Se sentía muy preocupada por el castaño y le dolía que JungKook no confiara lo suficientemente en ella como para hablar del tema, como al parecer lo haría con Hoseok.

JungKook y Hoseok se quedaron completamente a solas en el aula, el silencio se hizo presente y la incomodidad surgió, conforme las voces de los alumnos que pasaban por el pasillo iban disminuyendo.

—Amigo, ¿estás bien?— preguntó preocupado —Estás pálido y prácticamente en toda la clase de fotografía te la pasaste perdido en tus pensamientos. ¿Qué pasa Kook? ¿Todo bien?

JungKook sonrió fingidamente y negó con su cabeza varias veces. No sabía cómo comenzar, se sentía mal, tanto emocionalmente como físicamente, le dolía la cabeza, tenía náuseas y sentía todo su cuerpo débil. Se sentía tan patético.

MI DULCE KARMA #1 - (JIKOOKMIN)Where stories live. Discover now