Capítulo 4

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La chicharra que anunciaba el término de clases sonó y todos los alumnos comenzaron a guardar sus cosas y a salir del salón.

Hoseok miró la hora en su celular y de inmediato brinco en su lugar, poniéndose de pie—Ya se me hizo tarde para mis clases de baile— se colocó su mochila y vio a JungKook—Nos vemos mañana, cuídate— Se despidió mientras salía corriendo del aula.

JungKook sonrió, se sentía tranquilo, pues había logrado hacer un amigo. A pesar de que apenas lo había conocido, Jung Hoseok parecía ser un buen tipo, era muy gracioso, optimista y alegre. Además de que el pelirrojo le platico que iba a una academia de baile y que era uno de los mejores.

El castaño terminó de guardar sus cosas, se colocó su mochila y salió del salón. Caminó por todos los pasillos y cuando estuvo a punto de llegar a la salida, una voz conocida gritó su nombre. JungKook se detuvo y volteo a ver a Suni, quien iba corriendo hacia él con una sonrisa en su rostro.

El castaño le regreso el gesto y por primera vez deseo no estar a solas con ella.

Salieron de la escuela juntos, mientras platicaban de cosas sin importancia. Ambos se dirigían a la parada de autobuses.

—Entonces ¿Ya hiciste un nuevo amigo? — preguntó la rubia.

—Sí... Bueno... Apenas lo conocí, pero parece ser una buena persona— el castaño líbero una risita— Se llama Hoseok y la verdad me cae bien.

— ¿Hoseok?—pregunto sorprendida y JungKook asintió—Vaya qué coincidencia, ese chico también es amigo de mi novio.

La palabra "novio" causó un escalofrío en el cuerpo del castaño. —Sí, algo así me platico Hoseok. — Aunque el pelirrojo nunca mencionó ser amigo del más bajo. Pensó JungKook.

—Bueno ya que mencione a Jimin— Suni comenzó a jugar con su cabello nerviosa—Quiero disculparme por su actitud en la cafetería.

JungKook la miró sorprendido — ¿Disculparte? ¿Por qué?— su voz tembló.

—Jeon, ¿no es obvio?... Jimin se comportó un poquito grosero contigo, que hasta tuviste que inventar un pretexto para irte y dejarnos solos —JungKook estuvo a punto de alegar, pero Suni no lo dejó continuar— Antes de que me digas que lo del celular no fue un pretexto, quiero que sepas que eres malísimo mintiendo— JungKook abrió la boca y luego la cerró, al no saber qué contestar—Pero bueno ese no es el punto yo...

—Suni— la interrumpió el castaño—No tienes porqué disculparte, para iniciar tú no me hiciste nada y para continuar, no sentí que la actitud de Jimin fuera grosera.

—JungKook, no seas necio y ni trates de justificarlo. Vi la incomodidad en tus ojos y la tensión en tu cuerpo— liberó un suspiro— Escucha yo... No sé por qué Jimin se comportó así contigo. Yo te aseguro que él no es así, Jimin es la persona más dulce y noble que puedes conocer, por favor no pienses mal de él.

El corazón de JungKook se encogió, él más que nadie sabía la verdad de las palabras de Suni.

—Puedes estar tranquila... No pienso mal de tu novio— mordió su labio inferior—A lo mejor se puso celoso de verte con otro chico.

Suni liberó una sonora carcajada— ¿Jimin? ¿Celoso? No, él es muy tranquilo y confía mucho en mí— la rubia miró a sus pies— Pero bueno, digas lo que digas, para mí su actitud no tiene justificación.

Si supieras Suni. Pensó JungKook.

—Por eso hable con él— Los pies del castaño se detuvieron, congelándose en su lugar. Suni se detuvo a su lado y lo volteo a ver—Le hice ver su error y él lo entendió, así que quedó en que se disculparía mañana contigo a primera hora.

JungKook sintió ganas de llorar. Jimin no tenía que disculparse por nada. Al contrario, era él quien debía de disculparse.

—Suni...No...No tenías que...

— ¡Sí! Sí tenía— la rubia sujeto su mano— Ahora eres mi amigo y nadie, escúchame bien. Nadie. Ni siquiera mi novio, va a tratar mal a un amigo mío.

El castaño se quedó sin palabras, sentía que si hablaba su voz iba a salir entrecortada, así que solo intentó sonreír en forma de agradecimiento.

—Bueno, vamos a seguir caminando, si no, vamos a llegar tarde a nuestras casas.

El castaño asintió y agacho su cabeza, las malditas lágrimas no tardaban en salir y él no quería que Suni lo viera llorar.

Cuando llegaron a la parada, Suni acompañó al castaño a tomar su transporte. Habría sido al revés, si en esos momentos JungKook no se hubiera sentido triste y si no le urgiera llegar a casa de su abuela, para poder desahogarse.

"Nos vemos" gesticulo Suni con sus labios, mientras se despedía con su mano. El castaño que estaba asomado por la ventana, sonrió sin ganas e imito el movimiento de despedida.

El autobús avanzó y JungKook por fin pudo liberar en lágrimas su impotencia. 

Muchas gracias por leer  :) 

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MI DULCE KARMA #1 - (JIKOOKMIN)Where stories live. Discover now