Por favor, recuerdame

Capitulo 27

*DAMIAN*

Dios mio estaba perdiendo el control. Venus me hacia perder el control.

- Te pregunte algo Venus- dije, mi cuerpo estaba tenso, mis manos estaban a cada lado de su cabeza, acorralandola contra la pared- por favor, dime- senti como la voz se me quebro y mis hombros cayeron, estaba cansado, me estaba rindiendo y la estaba perdiendo.

Era consciente de que mi ansiedad empeoraba cada dia, y que no tomaba el medicamento para controlarla. El no tenerla en mi vida me estaba matando, lento y dolorosamente.

- Estoy saliendo con Tolimpson- dijo, levanto el rostro- no necesito darte explicaciones, no necesito decirte absolutamente nada de mi vida personal Damian, asi que sea la ultima vez que me exijes algo que no sea mas que trabajo- sentia como algo se rompia dentro de mi.

- No puedes..

- ¡Si que puedo!- grita- ¡Maldita sea Damian, es mi vida y puedo hacer lo que quiera con ella!- exclama- ¡Tengo que soportar mirarte con Elizabeth encima, tengo que soportar ver como te manoseas con Graciela o con cualquiera otra mujer y a mi ni me tocas, ni me miras, te comportas como un estupido celoso de mierda cuando estoy cerca de otro hombre pero no tienes las bolas para escogerme a mi sobre todas esas perras!- las lagrimas comenzaron a salir por sus ojos, corriendo y humedeciendo sus mejillas, las rodillas me temblaron y vacile.

Era un cobarde, era un maldito cobarde. Deje caer los brazos que tenia a cada lado de ella, baje la mirada y di un paso atras.

- Bien, si de verdad estas saliendo con Tolimpson...- un nudo se me hizo en la garganta, y tuve que tragar- felicidades- me rindo.

- No te metas en mi vida Damian, tu y yo no somos mas que compañeros de trabajo, eres mi jefe y yo soy tu secretaria, que termine de quedarte claro eso. No sere una mas del monton que se revuelque contigo- Venus comienza a caminar hasta llegar a su habitacion y una vez frente su puerta, entra y cierra esta de un golpe.

De pronto senti como el pasillo se hacia un cada vez mas pequeño, sentia como el aire se hacia cada vez mas fino en mis pulmones y de pronto se me habia olvidado como respirar. Entre a la habitacion, con una mano en el pecho, sentia muchas cosas a la vez, entre todas ellas furia. 

Tome algunos vasos que habian sobre una mesita y los tire contra la pared, el estallido de vidrios lleno el lugar, la ansiedad comenzaba a hacer efecto y las manos comenzaban a temblar, cada vez me costaba mas respirar y sentia como un dolor me oprimia el pecho.

Habia sido un completo idiota, desde el primer momento en el que Venus abrio los ojos debi haberle contado toda la verdad, debi de haberle explicado que ella me amaba como yo la amo, porque si, la amo, estaba completamente enamorado y loco por ella. Debi haberle dicho todo, nunca debi haber uido.

En primer lugar nunca debio pasar nada de esto, nunca debimos discutir, nunca debi gritarle, mucho menos lastimarla, nunca debio de ocurrir aquel horrible accidente que habia ocasionado. 

Sabia que la habia perdido, no sabia si por momento o para siempre, pero me habia rendido, y habia sido algo que me prometi no hacerlo desde un principio, me habia rendido. ¡Maldita sea!

Aquella noche no dormi, ni la siguiente, las reuniones eran un murmullo para mi, ni siquiera prestaba atencion, las personas parecieron darse cuenta, pero si lo hicieron, no dijeron nada. Cada vez que Venus participaba en mi nombre, no podia evitar mirarla, no podia evitar sentir ese cosquilleo en el estomago al escuchar su voz, no podia evitar cerrar sus ojos y suspirar su aroma cuando caminaba a mi lado. 

Yo, Damian Patner, el hombre mas poderoso y rico de los Estados Unidos, derrotado por una joven de 24 años, siendo menos profesional que ella, dejandome opacar y vencer.