Capitulo 13

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Llegue a casa cerca de las 5 de la madrugada y debido a lo temprano que aun era y lo cansada que estaba, decidi acostarme a dormir.

La puerta sonaba ¡Joder, pero que molesto!

-Ya voy- digo, llevando una mano a la cabeza, arrastrando las sabanas al despertarme, la puerta volvió a sonar- ¡Ya voy!- grite.

Como puede llegue a la puerta sin llevarme nada mas por delante ni tumbar algo de las mesas, al abrirla me encuentro con un chico, unos centímetros mas bajo que yo, sus rulos salían por los lados de su gorra roja y en su camisa decía, "Agencia de envios".

-¿Usted es la srta. Jones?- pregunta, yo asiento y este me estiendo un ramo de flores- lamento la molestia y espero sea de su agrado- sonríe y da medie vuelta y se va.

Molesta, porque han interrumpido mi sueño, cierro la puerta con el pies y cuando llego a la sala me tiro en el sofá, detallo en ramo de flores y debo admitir que son hermosas, sonrio y las llevo hasta mi nariz para aspirar su olor, me doy cuenta de que en ellas hay una nota, asi que dejando el ramo a un lado, cojo el papel y lo leo.

"Ante todo quiero disculparme por tan irrespetuosa actitud, espero estos días hayan sido de su agrado y hayan funcionado para que despejara su mente un poco. Bienvenida nuevamente a Editorial Patner's Srta. Jones, espero con ancias verla el lunes.

Att: Damian Patner"

Estupefacta miro la nota una y otra y otra vez, ¿Cómo que Bienvenida otra vez? ¿Acaso... Me levanto del sofá y nerviosa comienzo a caminar de un lado a otro, ¿bese a mi jefe? Oh por Dios, Venus Jones ¿en que te habias metido?

Aquella noche me meti bajo las sabanas, ignorando cada llamada y cada mensaje que llegaban a mi teléfono, pensando en lo que podía ser el dia de mañana, estaba nerviosa, mas que nerviosa, estaba muerta de vergüenza.

Esa noche no dormi, les mentiría si les digo que pegue el ojo asi sea por un segundo, no dejaba de pensar en todo lo ocurrido estos días y sentía como mi cara se calentaba al recordar todo.

Hice varias repiticiones de respiraciones a lo largo de toda la noche, centrándome en que tenia que ser profesional, no fui la única quien acepto aquello, si vamos al caso, Damian hizo y dijo cosas que no debería decirle a ninguna de sus empleadas ni mucho menos hacer con ellas sin importar cual sea la situación, asi que los dos teníamos parte y parte en esto, si me iba hundir de la vergüenza, al menos esperaba no hundirme sola.

Por favor, recuerdameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora