Capitulo 3

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Era frustrante, había pasado ya 5 días desde que había despertado, había visto a mis padres y a Samantha, había tratado de tomarme con calma el no poder recordar a Artemis, mucho menos a Pegie y Patrick quien había entrado a la habitación horas después de que mis padres y Artemis hubieran estado ahí. 

Al parecer habían hablado con Samantha antes de que entrara, ya que cuando lo hizo, presento a Pegie, Patrick y a Dalha como amigos de ella que solo la estaban acompañando, y aunque sabia que aquello era mentira, decidí verlo de aquella manera. Era mejor creer que eran amigos de Samantha a no poder recordar lo unido que eramos antes de este accidente.

El hospital aun no me había dado de alta, querían tenerme con ellos unos días mas para terminar todas las revisiones y descartar cualquier cosa fuera de lo normal. Era un hecho que había perdido la memoria, lo bueno, según el doctor, solo fue una parte y no por completa, no se que hubiera sido de mi si no pudiera ni siquiera recordar mi propio nombre o peor aun a mis padres. El hombre que había estado en mi habitación cuando desperté, Damian, no lo había vuelto a ver mas, y me vi a mi misma preguntándome donde podría estar. Aun no quería preguntar por el.

El doctor me había dicho hace días que el era una persona de mucha importancia en mi vida, pero no me había dicho quien era para mi exactamente y tampoco había preguntado, así que ahora, con mamá en la habitación y los demás comiendo, decidí no preguntar.

La puerta sonó y segundos después una enfermera se asomo por ella con una cálida sonrisa. 

- Vengo a cambiarle el suero Srta. Jones- comenta- pero antes, tengo esto para usted- saca su mano de detrás de su espalda y muestra una hermosa rosa, la miro encantada y con una sonrisa la acepto.

- ¿De quien es?- pregunto, llevándola a mi nariz y aspirando su delicioso aroma.

- Esto también es para usted- dice extendiendo la mano con una pequeña hoja doblada en ella, la tomo y segundos después la enfermara comienza con su trabajo de cambiarme el suero.

"Verte despertar fue lo menor que me pudo pasar en muchos años, aun si no me recordaras, estas despierta y eso es lo que mas me llena, te quiero pequeña. DP"

La pequeña carta tenia un aroma delicioso, olia a pino, con un mezcla de menta en ella, como olia la tierra luego de una llovizna, aquel olor lo conocia, pero ¿de donde?

Le pedi a mi madre que colocara la rosa en un pequeño jarron que habia en la mesita a un lado de la cama, hablamos por un buen rato, le pedi que me contara un poco sobre los ultimos meses, ya que mi ultimo recuerdo era haberme graduado de la universidad a penas. Me habia contado que despues de irme a New York a estudiar y trabajar, habia encontrado un hermoso departamento en Manhattan, trabajaba para la famosa empresa Editorial Patner's, me habia centrado en mi trabajo, mis amigos y en mi, comento tambien que habia conocido a una persona especial en esos meses pero dijo que no era su trabajo explicar aquello y aunque me moleste un poco, la entendi. 

Horas despues las visitas habian terminado y me encontraba sola en aquella habitacion, pensando en todo lo que habia hablado con mi padre aquel dia, me habia graduado, habia logrado tener un departamento y habia tenido un trabajo de en sueño, fuera de todo aquello habia conocido al amor, ¿como pude olvidar todo aquello? Mi mirada se trabo en la rosa que se encontraba en la mesa que se encontraba a mi lado, la carta aun estaba debajo de mi almohada, un nudo enorme comenzo a realizarse en mi garganta, haciendo mi labio temblar y comenzando a cristalizar mis ojos.

Era frustrante, haber vivido tantas cosas maravillosas y haberlas olvidado todas, ¿como es que un auto me atropello? Soy una obsesionada con mirara a ambos lados de la calle mas de una vez asi el semaforo este en rojo para los autos, ¿como fue que paso? ¿Quien era aquel amor del que mi madre habia mencionado? ¿Podia acaso ser el hombre de hace unos dias? ¿Podia acaso ser Damian?

Era imposible, simplemente imposible que un hombre de aquella semejanza se fijara en mi, pero, ¿entonces porque su nombre se me hacia tan familiar? ¿Porque el dia en que lo vi, antes que saliera casi corriendo de la habitacion, senti que parte de el me pertenecia? ¿Quien realmente era aquel hombre y que papel cumplia en mi vida?

No entendi nada, y mientras mas pensaba y mas trataba de recordar las cosas, mas dolor de cabeza me daba, asi que sin mas decidi irme a dormir, dure unas horas dando vueltas en la cama, pero luego de unas tres o cuatro horas logra conseguir el sueño.

Aquella noche soñe con ojos azules, tan azules como el cielo en un dia hermosamente soleado. Soñe con brazos fuertes y firmes que me abrazaban pero que al tacto eran suaves y calidos, soñe con unos hermoso labios rosados que me llenaban de caricias, soñe con... ¿Damian? 

Me despierto de un salto y la luz del sol se filtraba apenas por las pequeña ranura que habia en las cortinas, mi respiracion estaba acelerada y mi frente sudaba, ¿que habia pasado? El reloj en la pared marcaban las 6:23 de la mañana, ni siquiera en dias de escuela me despertaba a esta hora, por dios. 

Tuve que esperar hasta las 7 para que una de las enfermeras trajera mi desayuno que solo constaba en un cereal de nueces, yogur y gelatina amarillenta. Miro la bandeja con mal gesto, definitivamente la comida de los hospitales comenzaba a provocarme nauceas. Como si leyeran mi mente la puerta suena con tres pausados toques y segundos despues Artemis entra con dos bolsas de Sudway  en las manos.

- ¿Alguien pidio desayuno?- pregunta entrando por completo a la habitacion, yo sonrio, por alguna razon el sabia que me gustaba, ¿puede esa razon ser porque es tu hermano mayor Venus? pienso, claro, porque mas...

- Me has salvado de comer este enfermizo desayuno- digo recibiendo la bolsa y abriendola una vez quitada la bandeja de comida de la mesa plegable que tenia frente a mi. 

- La cafeteria tampoco es gran cosa- comenta- todos hemos optado por comer afuera todo este tiempo y hoy Damian nos ha traido desayuno a todos- otra vez aquel nombre, miro a Artemis por unos segundos, tratando de descifrar aunque sea solo un poco mi mente, una punzada hace que me lleve la mano a la cabeza y cierre los ojos, sintiendo como la habitacion me daba vueltas- Venus, ¿te sientes bien?- Artemis casi corre hasta estar a mi lado y con cuidado me ayuda a recostarme nuevamente en la cama.

- Si, si, solo es una pequeña punzada- comento- anoche tambien me ocurrio cuando estaba intentado recordar cualquier cosa- digo, Artemis me mira con el ceño fruncido pero con preocupacion clara en sus ojos.

- Vamos peque, no pienses tanto que se te funde el cerebro- bromea y aquello me hace reir.

- Seras estupido- le digo, dando un pequeño golpe en su brazo y tomando la bolsa de sándwiches  para comenzar a comer.

Ambos comenzamos a desayunar, bromeando y riendo de vez en cuando, el dolor de cabeza gracias a dios se me habia pasado un poco, pero decidi quedarme acostada para ver si desaparecia por completo, la mañana se fue volando, eran las 14:00 de la tarde cuando nos vinimos a dar cuenta de la hora.

- ¿Y papá y mamá?- pregunto.

- Estan en casa descansando un poco, no han dormido bien en todos estos dias y les pedi que descansaran, que yo me hacia hoy cargo de ti- sonrie y yo respondo con una sonrisa- Tarde de hermanos ¿que te parece?- pregunta aun sonriendo. Me llevo la mano a la barbilla, haciendo como si estuviera pensando seriamente en aquella propuesta y Artemis se hace el ofendido, yo rio.

- Me parece genial.

Por favor, recuerdameDär berättelser lever. Upptäck nu