•Capítulo 18•

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Me despierto sudando. Está oscuro, como siempre, pero se siente como por la mañana. Mientras vuelvo en mí, recuerdo dónde estoy y con quién. En algún momento durante la mitad de la noche, rodé sobre mi costado y Jack se acurrucó detrás de mí.

Estoy acurrucado contra las curvas de su cuerpo. Él respira profundamente, robado por el sueño, pero su mano está sobre mi pecho.He llegado a segunda base con una persona que está durmiendo.

La sola idea de Jack Hemmings: El magnífico, divertido, inteligente, exitoso Jack Hemmings, durmiendo con su mano en mi pecho muy cerca de mis pezonez envía corrientes de calor que irradian a través de mí. Mis pezones se endurecen ante estarealización. Su pulgar recorre mi pezón y un sonido estrangulado se me escapa.Él va a entrar en pánico cuando se despierte.

Conozco a Jack. No ha mostrado una chispa de interés hacia mí.

Solo amistad.

Es por eso que debería alejarme, no mover mi trasero contra su polla. No deleitarme por la forma en que se endurece contra mi trasero. Definitivamente no contemplar tocar a un  hombre .

Apartarme. Alejarme. Dejar la habitación.

En cambio, me quedo completamente quieto. Un pequeño jadeo ahogado se me escapa cuando me frota pezón otra vez. Su pene está ansioso y lucha contra sus boxer. Mi pene puede ser que se despierte en cualquier momento.

Sé el momento en que se despierta porque su cuerpo tiembla. Sus labios encuentran mi hombro mientras murmura la palabra “mierda”. Y luego se está apartando de mí.

Desapareciendo en el baño.

Escondiéndose en la ducha por demasiado tiempo.

Incapaz de fingir estar dormido por más tiempo, me incorporo y deslizo las piernas hacia un lado de la cama. Están desnudas y frías, pero quiero que me vea así.Espero hasta que él sale del baño con una toalla alrededor de su cintura.

—Hola —murmuro.

Se detiene en la puerta, con los hombros rígidos. No puedo ver sus rasgos. La luz del baño se vierte en la habitación desde atrás de él, pero su rostro permanece en las sombras.

—Hola. ¿Cómo terminaste aquí anoche?

Ojalá pudiera ver si me estaba comprobando o no. Eso haría todo esto mucho más fácil.

—Yo... —Me voy apagando mientras contemplo si debería decirle o no sobre Luke.

Él pasa junto a mí hacia su tocador, encendiendo la luz del techo sobre la marcha, y saca unos pantalones de chándal y una camisa. Estoy decepcionado cuando vuelve al baño y cierra la puerta detrás de él. Me levanto y empiezo a irme cuando él vuelve a salir. Con su cabello mojado
y colgando sobre sus ojos, se parece a su hermano más que nunca. La simple camiseta blanca se extiende sobre su pecho musculoso y el pantalón de chándal gris esconde poco a la imaginación. Él está desnudodebajo de ellos y ese pensamiento hace que mis muslos se aprieten.

—Mike. —Su voz es severa. Paternal. Me da ganas de arrojar mis brazos a su alrededor y hacer que me prometa que todo estará bien.

—¿Sí?

—¿Estás bien?

—A veces tengo pesadillas. —No es una mentira. Pero lo que sucedió anoche fue real.

Él se ablanda y me acerca para un abrazo. Soy súper consciente de cada parte dura de su cuerpo. Su polla se empuja contra mi estómago, enviando una explosión de mariposas que se dispersan dentro de mí.

—Vístete y desayunaremos juntos —suplica, su voz es tensa.

Inclino mi cabeza hacia arriba y admiro sus hermosas facciones. Labios suaves y blandos. Una cara ligeramente desaliñada. Las cejas juntas como si estuviera adolorido. Son sus ojos, sin embargo, ese parpadeo con una tristeza indescriptible. Quiero calmar lo que le duele.

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