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❏ 015 ▪︎ enfrentados.

(Aviso: Contenido +18)

Yoongi siempre iba a casa de Jennie después de volver de una misión, compartían ese momento de brevedad de alivio que ella sentía al verlo volver con vida y, después, todo retornaba a la normalidad.

—¿Quieres algo de té?

—Estoy bien, gracias —negó él, viéndola cerrar la puerta de su habitación con llave para después sentarse justo frente a él. Tenía los ojos algo rojos, pero ya no había ni rastro de lágrimas en ellos.

Desde hace un par de años atrás, Jennie tenía un punto débil, y ese era la muerte. A pesar de llevar un arma consigo 24/7, sus crisis de pánico seguían ahí dentro de ella, saliendo cada vez que el fuego y la pérdida se reflejaban en ellos, justo como el día que ocurrió el accidente de coche de Lisa y Jungkook.

—Cuando Hoseok y mi hermano vinieron a buscarme al hospital, supe que te habías ido —dijo ella, volviendo a aquel tono de voz serio y afilado que la caracterizaba—. Podrías haberme avisado.

—Era una emergencia —repuso él, en el mismo tono—. Además, así aprenderás a no cometer más temeridades como subirte en el coche de putos camellos sin miedo alguno solo porque estés bajo mi protección —frunció el ceño—. Deberías estar agradecida de que V hubiera estado allí para salvarte el culo. Podría haberte pasado algo, Kim.

Jennie entrecerró los ojos y desvió la mirada. Yoongi la observó con cautela.

—Suéltalo, vamos —dijo inmediatamente al leer su lenguaje corporal.

—Lisa no debería de haber estado envuelta en aquel accidente el día de la carrera —habló, volviendo a dejar que sus miradas se encontraran—. El objetivo era yo.

El cuerpo de Yoongi se tensó.

—¿Cómo lo sabes?

—Im SeungHo lo dijo —respondió.

—¿Lo sabe alguien más aparte de mí?

Ella negó con la cabeza. No confiaba en nadie más excepto en él o Wonho para entregarles aquella información, y en esta ocasión era muy difícil hacersela llevar a Wonho a sabiendas de que tenía tantos ojos sobre su espalda últimamente.

Yoongi se pasó una mano por el cabello en un gesto frustrado y la miró a los ojos.

—¿Por qué mierda has tardado una puta semana en contarme esto?

Jennie frunció el ceño.

—Estabas en una misión, no es como si fueras a volver solo por mí. Tienes responsabilidades.

Yoongi le sostuvo la mirada durante un breve instante que a él le resultó casi eterno. Si su cerebro no lo hubiera detenido, se habría levantado del sofá indignado y habría abierto su boca para responderle que sí, que hubiera vuelto.

Sabía que Jennie era más inteligente de lo que de por sí muchos pensaban y que su mente era una trampa total, por eso decidió en tan sólo apresurar la operación en lugar de abandonarla y cederle el liderazgo a otro cuando se enteró de que se había marchado con Im SeungHo de la hermandad de Las damas rosas aquella noche.

Porque confiaba en ella.

Sin embargo, esto era muy diferente. El objetivo principal era ella, por lo cual probablemente, tras ello se encontraba el origen de la introducción de LB en el territorio de BLACKPINK, pero... ¿por qué atacarían el territorio de Bangtan de ser así? Había algo que no cuadraba.

—Igualmente, deberías de habermelo dicho —dijo él, tensando levemente la mandíbula. Jennie suspiró y él la miró por encima del hombro—. ¿Crees que pueda ser PMO?