❏ 024 • maldito karma.

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Jennie odiaba cuando las cosas no salían a su manera, pero mucho más odiaba el hecho de que otra persona la mirara desde arriba.

Y si esa persona era Kim Taehyung, lo odiaba todavía más.

—Vaya —chifló él nada más verla salir por la puerta del vestuario, escrutándole con la mirada—. Tal vez deberías llevar puesto ese traje de enfermera más a menudo.

Ella puso los ojos en blanco.

—En tus sueños.

—Todas las noches —Taehyung ladeó una sonrisa al mismo tiempo que apoyaba el lateral de su cuerpo sobre el marco de la puerta—. Y pagaría por no despertar nunca.

Casi se le escapa una sonrisa, pero Jennie supo detener sus labios a tiempo. Sacó su lápiz de labios y se retocó frente al espejo del baño.

—Que hayamos echado un polvo por los viejos tiempos no cambia nada, Taehyung —le aclaró—. Sigo teniendo novio, y se llama Lee Taeyong.

Taehyung bufó con acidez y puso los ojos en blanco.

—Sí, que se Lee como un imbécil que no te merece.

Una carcajada muda se escapó de los labios de Jennie.

—Bueno, que me merezca o no es problema mío. Además, puede que sea un imbécil, pero por lo menos sé que no es lo suficientemente imbécil como para dejarme de la noche a la mañana con un mensaje de texto sin explicación.

La mirada de Taehyung se tornó seria.

—Lo hice para protegerte, Jennie.

—Protegerme... —repitió ella, como si sonara a chiste. Se dio la vuelta para encararlo—. Tú, mi hermano, Min... ¿os creéis que soy una puta damisela en apuros? Yo no necesito de la protección de nadie. Sé defenderme sola, así que ahórrate las excusas —una punzada atravesó el pecho de V cuando se percató del vidrio roto y lleno de rabia que rodeaban las pupilas de Jennie—. Me dejaste porque te dio la gana, Taehyung.

—¿De verdad crees eso? —había dolor en su voz, y aquello la confundía, pero al mismo tiempo, le causaba más indignación.

—Es lo que me has demostrado durante estos últimos tres años en los que no he sabido nada de ti.

Jennie intentó pasar por su lado para salir del cuarto de baño, pero antes de que cruzara la puerta, Taehyung la agarró por el brazo con una mano y con la otra echó el cerrojo bajo la mirada anonadada de su exnovia, que no daba crédito alguno.

—¿Qué coño haces? —gritó ella, mientras Taehyung revisaba todos los retretes y alcantarillas del baño.

—Verificar que nadie aparte de ti va a escuchar lo que tengo que decir.

Jennie frunció el ceño sin saber muy bien de qué hablaba. Sin embargo, cuando terminó de revisar todo a su alrededor, se acercó a ella tan repentinamente que el roce de sus narices la tomó de sorpresa y fue capaz de controlar que el vello de su piel reaccionara.

—Prométeme que vas a guardar silencio y escucharme sin ningún tipo de interrupción.

Quería replicar, estaba en su naturaleza llevar la contraria y siempre tener algo que opinar al respecto, pero el tono de súplica que emanaba la voz de Taehyung hizo que asintiera sin abrir la boca.

Él, por otro lado, se alejó entonces para su decepción y rebuscó en los bolsillos de sus pantalones un cigarro y un mechero. Jennie lo fulminó con la mirada, lo cual le causó cierta diversión y entonces, decidió no encenderlo.

—¿Recuerdas la última vez que nos vimos?

Ella asintió.

—Fue la noche del funeral de mi madre. Dos días antes de que te marcharas con el rabo entre las piernas, claro que lo recuerdo.

the gang | blackbangtan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora