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❏ 020 ▪︎ pasado.

Alice podía sentir como el cuello de su camiseta se empapaba más y más a medida que Rosé se aferraba a ella con más fuerza, como si tuviera miedo de que fuera a desaparecer de nuevo y marcharse lejos de su lado.

Se habían apartado del resto y encerrado en una de las habitaciones de la mansión de los Park a la espera de que la policía hiciera su trabajo y escoltara a Jaehyun y a sus padres hasta los vehículos blindados.

—No lo entiendo... —dijo Rosé, sin despegarse de su hermana—. ¿Cómo saliste de ese psiquiátrico?

Alice le acarició el cabello y borró las manchas de rímel corrido bajo sus ojos con la yema de sus dedos.

—La red de tráfico que papá y el padre de Jaehyun tenían era grande. Lo suficiente como para callar la boca de mucha gente importante... Pero tienes buenos amigos, y desde luego, mucho más poderosos —sonrió—. Tan solo hizo falta una llamada para que los papeles de mi alta comenzaran a moverse y mis cuentas bancarias se descongelaron.

Roseanne no pudo evitar sonreír.

—Al menos me alegro de que Jennie fuera discreta... Conociéndola, hubiera mandado a cualquier contacto de esa tenebrosa agenda de teléfono que tiene en tu busca.

Alice frunció el ceño.

—¿Jennie? —negó con la cabeza— . Ella ayudó a preparar todo esto, pero quien movió todos los hilos fue Park Jimin.

Los ojos de Rosé se abrieron como platos y su mente quedó en blanco, incapaz de procesar toda aquella información.

—¿Park... Jimin?

Era imposible. Completamente imposible... ¿Por qué iba a hacer eso?

Alice asintió.

—He de decir que quedé bastante impresionada —sonrió su hermana mayor ampliamente—. Jamás había oído a nadie hablar con tanta soberbia y arrogancia en toda mi vida, pero es un buen chico... Me cayó bien.

Rosé no daba crédito alguno. Durante las últimas semanas, había rebobinado cientos de veces aquel último instante en el baño de la hermandad...

"No es que tú y yo seamos los mejores amigos... Pero si te ocurre algo puedes llamarme"

—¿Dónde vas? —inquirió Alice.

Antes de que se diera cuenta, Rosé se había puesto de pie y parecía con prisa.

—¿Yo? Eh... Yo... —se ruborizó. ¿A dónde iba? Estaba tan avergonzada que ni si quiera podía volver a sentarse.

Alice esbozó otra sonrisa y le dio una palmada en el trasero.

—Dile gracias también de mi parte —le guiñó un ojo.

Rosé asintió levemente con la cabeza aun con sus mejillas tornadas carmesí y tras prometerle a Alice que volvería en 5 min, salió a toda prisa de la habitación como si el tiempo corriera y se tratara de oro, porque esos 5 min que necesitaba de todo corazón.

• • •

Jisoo y Jennie estaban paradas en la puerta de la villa de los Park mientras veían a los padres de Rosé y a Jaehyun ser escoltados por Min Yoongi hasta el coche blindado.

—Espero que seas consciente de que aún no te he perdonado por callarte todo esto —dijo Jisoo, sin apartar la mirada del coche policial—. Entiendo que te guste jugar sola, pero se trataba de Chaeyoung. Al menos podrías habernos informado de las medidas que ibas a tomar.