Capítulo 28

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Al final siempre saldrá bien, y si no sale bien, es que no es el final.


Ayer por la noche, cuando mi hermana llegó de verse con Víctor, la escuché llorar en su habitación, así que no dudé en entrar y saber qué le ocurría. Al parecer, ha descubierto que él sigue viéndose con su ex a la vez que se ve con mi hermana. Menudo imbécil. Me entristeció mucho ver a mi hermana tan rota, creo que estaba demasiado ilusionada con él aun sabiendo el historial que este chico tiene.

Le he dado el mejor consejo que se me ocurría, que lo deje cuanto antes, que corte la relación, si es que se le puede llamar así, antes de que le haga más daño. Pero me preocupa ver que mi hermana no parece estar muy convencida con esa idea. Aunque me ha prometido que pasará de él, temo que no está siendo sincera.

 -Cayetana -escucho la voz de Maite tras de mí y eso me saca de mis pensamientos.

Me paro en mitad del pasillo, a punto de entrar en la clase. Mi amiga se pone a mi lado y emprendemos la marcha juntas.

 -Quería hablar contigo -me dice frunciendo el ceño.

Desde la última vez que hablamos no me ha dirigido la palabra, esta vez el enfado le ha durado más de lo típico y empezaba a preocuparme. Isabel me prometió que trataría de interceder para que se le pasara el cabreo conmigo, y por lo visto lo ha conseguido.

 -¿Cómo estás? -le pregunto preocupada de verdad.

Todo lo que me dijo el otro día me dejó tocada, nunca la había visto hablar de esa manera.

 -Mejor. O eso creo. No lo sé.

 -No tienes que hablar del tema si no quieres -digo cuando ya tomamos asiento en nuestras mesas.

Isabel ya nos espera sentada en la suya y, al vernos hablar, decide no interrumpir y continuar con las cuentas matemáticas que tiene sobre la mesa.

 -Quiero hablar sobre ello -responde Maite dejándose caer en su silla como quien deja caer un peso muerto-. No sé qué hacer con mi vida -confiesa con apenas un hilo de voz.

El vocerío de la clase me hace acercarme más a mi amiga para poder escucharla sin problemas.

 -¿Por qué dices eso? Tú siempre has tenido las ideas muy claras.

 -Acabo de darme cuenta que no es así. O a lo mejor las tenía claras antes y ahora han cambiado. El caso es que no sé qué rumbo tomar. Siento que no estoy conforme con la vida que llevo, estoy aburrida de la monotonía de siempre.

 -Los cambios nunca vienen mal, a lo mejor necesitas cambiar algunas cosas de tu vida.

 -Todas las cosas -dice haciendo una mueca de desagrado.

 -No seas tan drástica. Simplemente deberías divertirte más, salir, conocer gente nueva...

 -Como Maribel, ¿no?

 -Sí, como Maribel. Pero tomando precauciones -mascullo recordando el susto de ayer.

 -No pienso faltar a clase ni liarme con tíos como hace ella por diversión.

 -Te puedes divertir de muchas otras formas. Piensa en algo que tengas muchas ganas de hacer y no lo dudes, lánzate a hacerlo. Nadie te impide que seas feliz.

 -Me lo impido yo, que es lo malo -contesta en tono quejumbroso.

No reprimo soltar un resoplido de cansancio, por más que trato de ayudarla no se deja con esa cabezonería que siempre tiene.

Yo te vi pasar...Where stories live. Discover now