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Lilith levantó la vista desde donde estaba cortando un poco de apio para la cena, viendo a su hija salir del pasillo con el ceño fruncido. ー¿Cómo le fue?ー cuestionó.
Suspirando ruidosamente, Charlie dejó el plato apenas tocado. ーLo intentó.
Los últimos cuatro días habían sido casi meses para la adolescente. Al pasar la mayor parte del tiempo entrando y saliendo del sueño, ella solo estaba coherente como máximo una hora al día, que era cuando la princesa intentaba hacerla comer y beber
Cuando dormía, Charlie la vigilaba. De vez en cuando, papá y mamá aparecían y le llevaban algo. En la rara posibilidad de que la joven estuviera descansando lo suficiente, Charlie se escapaba y ayudaba a sus padres a hacer una lista de lo que debían hacer a continuación una vez que el ángel fuera lo suficientemente fuerte.
Dejando el cuchillo y acercándose a la mesa, Lilith hizo una mueca de decepción. ーApenas lo tocó.
ーLo intentóー, repitió Charlie, acercándose a sentarse a la mesa. Con su mirada hacia abajo, vio la lista, abandonada por su padre. Estaba escrita con tinta púrpura sobre un pergamino amarillento. Al tener solo tres tareas pendientes, se sentía insuficiente respecto a los deseos y necesidades de su alma gemela. ーSólo pudo dar tres bocados, mamá.
ーNecesita comer para recuperarseー. Lilith tomó el plato. ーA este paso, sólo va a empeorar.
ーElla lo está intentando.ー Charlie no quiso estallar, pero su primer instinto fue defender a la joven. ーElla intenta comer. Pero nada de lo que haces le sienta bien, mamá.
ーNecesita comida angelicalー. Lucifer salió del pasillo. ーSu gracia se está desvaneciendo pero todavía está ahí. Su cuerpo no aceptará nada infernal hasta que se rompa.
Charlie levantó la mirada. ー¿Como hacemos eso?
Su estómago se retuerce ante la idea de forzar potencialmente que algo se rompa de su alma gemela. Pero otra parte advirtió que esto sucedería en el futuro. Si esa maldita atadura le impedía mejorar, la adolescente estaba dispuesta a hacer cualquier cosa para ayudarla a sanar.
ーCon algo que tu madre y yo no queremos que hagas hasta que seas mayorー. Lucifer hizo una mueca, no queriendo ir más allá.
ーO al menos hasta que ella se cureー, dijo Lilith, volviendo a cortar el apio con los hombros encorvados.
ー¿Qu- ー Charlie parpadeó, tomándose un momento, hasta que se dio cuenta. ー¡No! Ella sólo tiene quince años y yo diecisiete. No estamos haciendo eso.
