Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Todo era demasiado ruidoso y chirriante mientras seguía a Lute fuera del portal. Golpeada por un calor opresivo y cielos desconocidos, se aferró a su arma, una lanza, mientras miraba nerviosamente a su alrededor, aterrorizada. Mientras el ángel se quedaba atrás y dudaba, los demás no lo hicieron. Más y más ángeles inundaron las calles, dirigiéndose directamente a las criaturas que gritaban. Su vigilante, Lute, fue con ellos.
Pero, a pesar del dolor potencial que podría surgir, ella se quedó atrás. Los gritos eran ensordecedores y nauseabundos.
Incluso después de mucho entrenamiento, el ruido era demasiado. El ángel sólo quería acurrucarse, enterrarse bajo las sábanas, tal como lo hizo antes. Una vibración desconocida y familiar retumbó en su mejilla, como cuando era pequeña y el mundo estaba en silencio. Aquí no era donde ella quería estar. Su lugar no era ver a otros caer y llorar antes de su muerte.
Luego, apareció un breve destello de una chica de ojos rojos. Una vocecita casi le susurró que aterrizara y encontrara un lugar donde esconderse. Diciendo que la ayuda estaría en camino si el ángel escuchara. Que no habría sangre en sus manos, y estaría a salvo.
Pero, mientras seguía la guía de la voz, con la esperanza de escabullirse, su observadora, Lute, la encontró. La ira brotó de ella en oleadas, el ser mayor agarró su muñeca. A pesar de sus protestas y gritos, la otra fue arrastrada hasta donde estaba un pequeño ser. Gritando en una lengua desconocida, pero su lamentable intento de escapar se vio frustrado, y luchó mientras la inmovilizaban.
ー¡Éste es nuestro trabajo, tu, trabajo!ー Lute era áspera y presionaba dolorosamente los puntos de presión para obligarla a agacharse. Aún con el peso del cuerpo sobre ella, agarró una lanza, abandonada por una de las suyas. Forzando sus manos más pequeñas a rodearla, la lanza fue guiada en el aire. ーTienes que matar a estos pecadores, Vaggie. ¡Este es tu trabajo y lo harás!
ー¡No! ¡NO!
Esta es la primera vez que el ángel habló desde que estuvo bajo este ser. Y fue la primera vez que la voz que había hecho que la presión desapareciera, rugió, casi inmovilizándola. Lute estaba enojada, furiosa cuando el ángel intentó liberarse. Pero, siendo la más joven de toda la tropa, no tenía fuerzas frente a Lute.
ー¡Por favor! ¡Por favor!ー Su voz es suplicante, sollozante. ーPor favor, no me obligues. Por favor, Lute.
ーEstos bastardosー. Lute levantó la lanza, obligando al ángel a moverse con ella, obligándola a bajar. Sucedió una, otra y otra vez. ーEstos bastardos necesitan morir por lo que han hecho.
