CAPITULO 2. II parte.

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      Allí está, esa mujer que anoche  se conocieron en la fundación,  sin saber que hacer, Sherazade todo nerviosa agarra sus carpetas todo lo fuerte que puede contra su pecho, camina muy despacio con su mirada mirándo al frente sin apenas pestañear.

– Buenos días, señor Onur aquí tiene el proyecto- comienza con sus palabras temblorosas y voz seria.

– Buenos días ¿Sherezade?, que tal está.- le llama la atención Feride.

– ¿Cómo?, es que acaso ustedes se conocen.- preguntan Onur y Kerem al mismo tiempo sin saber lo que está pasando.

– ¡Ay! ¿sí?, muchachos, Sherezade la conocí anoche en la fundación de niños con leucemia.

Sherezade no se atreve ni a mirar a nadie ni contestar, solo puede mantener su compostura para la que se le avecina cuando se enteren que mintió para poder entrar en la empresa.

La señora Aksal comienza a narrarle a su hijo y sobrino lo de la noche anterior, hasta que ésta le hace una pregunta a Sherezade..

- Por cierto Sherezade ¿ cómo se encuentra tu hijo? Por lo que entendí te costó mucho dinero el tratamiento.

«Tu hijo..mucho dinero..» esas palabras retumban en la cabeza de Onur que se queda totalmente paralizado con la revelación que ha echo su madre,  su gesto cambia más serio, se disculpa y se marcha del despacho, dejando a Sherazade todo temblorosa y temiendo lo peor.

Por el contrario Kerem la mira confuso, no se espera de esa bella mujer que tiene delante, sin embargo no espera tuviera un hijo.

– Por favor, Sherezade deje hay los proyectos ya hablaremos,- le da una orden Kerem con voz seria.

Sentada en un banco fuera de la empresa, Sherezade recibe la visita de Bennu, la que le pregunta que ha ocurrido.

Mientras en la empresa Onur y Kerem están reunidos hablando de que hacer con Sherezade.

Onur sintiéndose engañado y ofendido con su semblante serio y duro pide que sea despedida por mentirosa.

Kerem un poco más tranquilo y con temor de no volver a verla intenta por todos los medios convencerlo de que no la despedida.

A lo largo de dos días no hay otro tema de conversación en la empresa, Sherazade no sólo está en la boca de sus jefes si no también en la de sus compañeros que aún no se explican lo sucedido, cada uno saca sus propias conclusiones, hasta que el miércoles a primera hora Sherezade se presenta en el despacho del señor Aksal

Cuando llega toca muy despacio la puerta, pasa dentro saludando amablemente.

– Buenos días,  Sherezade, sabe por qué está aquí. - le pregunta Onur sin apartar sus ojos claros furiosos de ella.

– Si,  me lo imagino.- responde ella con voz seria sin apartar los ojos de él.

Kerem que ha permanecido callado  teme lo peor, se levanta un poco alterado intentando tranquilizar la situación.

– Aver, Sherazade, por que nos mentiste, sabes que esto te puede costar su empleo.

– claro que lo sabia- le interrumpe Onur.

– A caso ¿me hubieran admitido en la empresa si supierais que yo tengo un hijo?.

– Por supuesto que no,- le aclara Onur cada vez más irritado.

Ella solo puede sentir como sus nervios recorren su organismo,  pero tiene que ser fuerte y aguantar el tipo, no puede derrumbarse ahora y menos delante de sus jefes.

– Sherezade, le dice Kerem mientras la mira con ternura, creo que por mi parte te entiendo, no es fácil criar a un hijo, también te debemos el éxito del proyecto de Dubai.

– Solo he echo mi trabajo, señor Kerem.

Con su voz ronca y dura se levanta pudiéndose al lado de ella, da gracias al proyecto de Dubai, si no ya estarías en la calle, para que te mantenga tu marido, le dice Onur muy despacio con tono de dureza en cada palabra que pronuncia.

– Lo siento señor Aksal, pero soy viuda, mi marido murió.

El corazón de Onur es duro como una piedra pero en ese momento se ablanda y se alegra, sin dar más explicaciones se vuelve a sentar detrás  de su escritorio,  haciéndole una seña a Sherazade para que se vaya.

En la calle Sherazade comienza a llorar, el rato que ha pasado ha sido muy frustante  para ella, apoyada de medio lado en una pared rodeandose con sus brazos siente la voz de él, se da la vuelta mirando a Onur con rencor.

– ¿que quiere?. No ha tenido bastante humillandome allí arriba.- le reprocha toda enfadada.

– Sherazade, pronuncia el con voz suave,- ¿por qué? Por que no me dijistes para que querías el dinero.

– A caso usted me preguntó,  solo quiso pasar una noche conmigo pagandome, sin pedirme explicaciones.

Respondiendole con odio se marcha, dejando a ese duro, egoísta, con un corazón de piedra...todo confuso y triste.

Cada paso que da Sherazade, su mirada se intensifica mirando a esa bella mujer, que lo tiene hipnotizado, aunque el quiera luchar contra su corazón le es imposible, ella acaba de robárselo.

LAS MIL Y UNA NOCHETahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon