𝔄𝔤𝔲𝔞 𝔭𝔞𝔯𝔞 𝔇𝔢𝔪𝔬𝔫𝔦𝔬𝔰

Capítulo 41

Pasadas las medianoche me encontraba acostada en un sillón, estaba aburrida de estar aquí encerrada.

Había anochecido eso se las cuatro de la tarde por lo que está noche parecía eterna.

—Cuando el sol salga será más seguro, Pasaremos la noche aquí —Dice Tristán desde lejos. Asiento sin ganas.
—Puedes quedarte en mi habitación si es más cómoda para ti —Agrega.

—Me quedaré aquí con ustedes... Creo... que no quiero estar sola. — Agrego
Tristán asiente y desaparece tras una puerta.

—Duerme. Estás segura esta noche  —Dice Thomas desde unos metros.

—No tengo sueño, dormí todo el día.  —Miro sus ojos grises... sin el brillo diario. —Han pasado tantas cosas en... tan poco tiempo.— Comento. Él camina hacia mi y toma asiento más cerca.

—No creí que tomaras las cosas tan bien. —Dice

—¿Qué se supone que debo hacer ahora? ¿Cómo debo comportarme frente a un extraño disfrazado de un amigo? —

—No digas eso, No soy un extraño... he estado siempre a tu lado, solo que tu no lograbas verme del todo... Escucha Cassiell, sé que debí decírtelo desde el principio pero ¿Me hubieras creído? Te cuesta hacerlo ahora después de vivir tantas cosas ¿Qué hubieras dicho hace unos meses atrás cuando aun desconocías todo esto?. — Me mira serio.

—Sé que tienes razón... Pero eso no lo hace menos doloroso. Yo pasé toda mi infancia junto a Thomas y ahora veo sus ojos pero no estoy viéndolo a él. — Digo.

—Lo se, y lo siento mucho. Tal vez con el tiempo podrás aceptarme. —

—Quisiera conocer tu verdadero rostro, tu forma real. — Dije luego de un momento.

—Solo soy una pequeña bola de luz. — Se acerca rápidamente y toma mis manos entre las suyas. Su tacto es tibio.
—Cabría aquí... entre tus pequeñas y suaves manos —Me mira con esa mirada tan pura y bella.
—Podrías tenerme justo aquí y hacerme añicos como a una insignificante luciérnaga y ni siquiera así dejaría de amarte con todas mis fuerzas— Dice, sé inclina un poco sin apartar sus ojos de los míos.
Su boca cada vez más cerca de la mía, cierra los ojos

—¡Quita tus asquerosas manos de ella o te arranco la cabeza! —La voz ronca de Tristán suena fuerte tras Thomas.
Él moreno esta en el umbral de la puerta. Sé ve horriblemente mal, pálido y ojeroso.
Parecía en cualquier momento desvanecerse a nuestros pies.
Thomas se mueve un poco y lo observo mejor.
Tristán se veía terrible, me levanto y camino hacía él.