Capítulo 24

13.9K 1.6K 165
                                    

—Gracias por abrirte conmigo Cass, en verdad lo digo. Sé que ha sido difícil y estoy agradecido que confíes en mi. —Dice sonriéndome. No estaba segura si había hecho lo correcto. Ahora él sabía mi verdad y estaba aterrada y vulnerable ante un completo extraño.  
—Me agrada dejar de ser un extraño y ser tu... amigo— Dice mirandome.

—Okay... ahora es tu turno. Cuentame tu historia. —Pido. Me di cuenta que me había comido media pizza sola, él  ni siquiera la había probado.
Que poca fe se tenía.

—¿Mi historia? No hay mucho que contar. Mis padres murieron en un accidente estúpido cuando tenía 15, me quedé con dos tías solteronas y cuando cumplí los 18 me largué tan rapido como pude. Mis padres me dejaron una gran herencia y pude comprar todo lo que tengo. Ya va a hacer un año que estoy por mi cuenta.

—¿Y porqué aquí? ¿Porqué a este lugar olvidado de dios?

—Exactamente por eso Cassiell. — Sonríe malicioso. —¿Qué les pasó a tus padres?.

—También, un accidente. Llovía y un camión no pudo frenar. ¿Sabes? Ni siquiera recuerdo sus rostros, yo era aun una bebé cuando pasó —Pensé
—No hay fotos ni retratos, no hay recuerdos de ellos. Será por eso que jamás los extrañé ni me dolió no tenerlos— Reflexiono.

—Estamos unidos por la tragedia Cassiell. — Dice.

—Eso parece Black. — Tomé coraje.
—¿Me contarás que más ocultas tras tus ojos? —  Pregunté. Él pareció sorprendido.

—¿A que te refieres?— Preguntó sonando casual.

—Ocultas algo... lo sé. Es solo... que aun no puedo descubrir que és. — Digo mirándolo fijo. Su sonrisa se amplia.
Me da un escalosfrio.

— Si esperas que sea un vampiro oscuro enamorado de la chica buena, creo que te equivocaste de historia. — Dice.

—Esto no es Crepúsculo.  Esto es real, los monstruos existen en cada uno de nosotros, y sé que hay algo que me atrae a ti, no se si es algo bueno o malo pero puedo sentirlo cuando estas cerca. —  Sale rápido de mi, sin poder controlarlo.  Él parece analizar mis palabras sin sacar su vista de mi.

—Solo estás enamorada de mi, y no quieres admitirlo. — Se burla.

—Hablo enserio Black. Dime tu secreto. Te dije el mio—

—No hay secreto Cass, soy un tipo raro pero inofensivo al que le gustas. Solo eso. — Dice.
Me apresuro y tomo su brazo con mi mano, debia saberlo.
Siento la calentura en mi mano y él aprieta su mandíbula. Sostengo su brazo un momento más. 
No lo soporta y se quita.
Huele raro, su piel rojiza y quemada donde mi mano estaba segundos antes.
Nos miramos un segundo. Esta buscando una buena excusa, no la encuentra.

—¿Eso sucede cada vez que alguien te toca?—  Se que le duele, sé que lo lastime. Como él lo hizo conmigo una vez.
Se levanta y se pierde tras la puerta. Doy vuelta la barra y lo sigo.
—¿Qué sucede?— Pregunto.
Él está envolviendo su brazo con una sevilleta blanca. —Lo siento.

—Solo es una alergia Cassiell. No hay nada malo en eso, tranquila. — Me sonríe tranquilo. 

—Okay. Entonces toma mi rostro con tus manos. — Pido. Tristán se sorprende. —Vamos hazlo.

—¿Me dejarás besarte al menos?— Dice divertido, guarda sus manos en sus bolsillos. —¡Tienes ideas muy locas!

—Me lastimarás si lo haces ¿Verdad?— Pregunto, él no responde.  —Ya debo irme. —Doy media vuelta y comienzo a irme. Me alcanza en la puerta.

—Te llevaré. —Coloca su chaqueta. —No te dejaré ir sola. — Dice. Veo su jeep afuera estacionado.  Sube a su motocicleta. —Vamos. Ordena. Subo tras de él. —Sostente.
Ruedo los ojos, engancho mis manos a su cintura.
Mi cabeza apoyada en su espalda enorme y dura.
— Por esto es que me gusta la motocicleta. — ríe y me lleva a casa.

Me bajo cuando estoy en la entrada.

—Gracias por la pizza, y por... escucharme. — Digo.

—De nada, la pasé muy bien. Deberíamos hacer lunes de pizza todas las semanas. —Sonrió asintiendo.

—En verdad lo siento. — refiriéndome a su brazo.

—¡Es solo una alergia! Te veo luego. — Enciende su moto y se marcha de prisa.

Entro a la casa y Juliet esta en la cocina con una copa de vino esperándome.

—No hacia falta que me esperes, debiste ir a descanse.— Digo.

—Tienes 16 años y es casi media noche Cassiell. ¿Dónde te busco si algo te sucede?— Pregunta enojada.

—Te dije que iría con Tristán, se que es tarde y lo siento. Nos entretuvo hablando y comiendo eso es todo. — Digo aun parada en el umbral de la puerta de la  cocina.

—John llamó, le dije que ya dormías... no volveré a cubrirte Cassy, y quiero que dejes de ver a ese chico. — Ordena. —Es... un desconocido, podría ser un asesino y tu te montas en su motocicleta como si fueras cualquiera. — Dice.

—Agradezco que te preocupes por mi Juliet pero necesito que me dejes vivir.

—Te decimos que si a lo que se te ocurre por el hecho que nos echamos la culpa por lo que te pasó pero ya no eres una niña. Te amo pero necesitas límites. —

—No quiero pelear contigo Jul, en verdad lo digo. Mañana hablamos cuando te calmes— Digo e intento irme.

—Cassy, te ordeno que te alejes de ese chico — Dice enojada. Me vuelvo.

—No eres mi madre, y no puedes elegir mis amistades. Deberías preocuparte por tu verdadera hija ella esta durmiendo con todo el colegio y no te veo impidiendo que salga. Estoy harta de estar encerrada sola, sé que estoy loca pero eso no quita que quiera ser normal. Necesito amigos, necesito sentirme bien nuevamente y Tristán me hace sentir asi, bien conmigo misma que no debo fingir algo que no soy. Asi que por favor no intentes quitarme eso porque no lo permitiré. Él es mi amigo y me gusta que lo sea. — Dije rápidamente. Ella me mira sorprendida.  —Que descanses. —Subo las escaleras y meto a mi habitación.
No puedo dejar de llorar. Jamás había peleado con Juliet, jamás le había hablado de esa forma.
Me sentía horrible.

No se cuanto tiempo dormí pero desperté por un ruido extraño.
Caminé lento hacia la ventana, con miedo de encontrarlo a él.
Pero veo al gato negro intentando subir por la planta de cerezos del patio.

—¡Cielos Gato loco! ¡Me encontraste!— Dije y bajé rápidamente
El patio esta oscuro y frío.
El animalito deja que lo tome en mis brazos y lo lleve conmigo.

—¿Eres mitad perro? ¡Tienes un gran olfato amigo— Digo mientras lo acaricio. Me meto en la cama, el animal se acomoda en mis pies y parece muy a gusto con su nuevo hogar.

𝔄𝔤𝔲𝔞 𝔭𝔞𝔯𝔞 𝔇𝔢𝔪𝔬𝔫𝔦𝔬𝔰 Where stories live. Discover now