𝔄𝔤𝔲𝔞 𝔭𝔞𝔯𝔞 𝔇𝔢𝔪𝔬𝔫𝔦𝔬𝔰

Capítulo 27

Él me sostiene del cuello, mis pies no tocan el suelo, lucho por sacarlo de encima pero es inútil.
Golpeo su cuerpo con fuerza pero no la suficiente como para que me suelte.
Me duele mucho la garganta y el aire no llega a mis pulmones, estoy aterrada de saber que no saldría viva esta vez.
Sus ojos azules me miran penetrantes, esta sonriendo, disfrutando de mi miedo, comienzo a marearme afloja mi cuello y se inclina sobre mi oliendo mi cabello.
Me mira una vez más.

—Ya es hora de terminar con esto.  —Dice. Sus dientes se veian aterradores, y su cara perfecta no encajaba con lo que era.
Parecía solo un adolescente bello y no un asesino sobrenatural.

—No, no lo hagas por favor. —Pido.

—Ellos te quieren muerta. No se arriesgarán contigo  —Dice.
Araño su cara con mis manos, pero nada sucede, mi cerebro me recuerda el encendedor que traigo en algún bolsillo, lo busco freneticamente hasta que lo encuentro lo tomó y lo apretó en su cara dándole una descarga eléctrica, este grita de dolor y me deja caer.
Se toma del rostro adolorido.

—Pequeña perra— Dice y me da un golpe en la cara.
Estoy aturdida cuando me intento levantar me da otro golpe.
Siento el sabor de la sangre en mis labios, y algo caliente escurriendo por mi cara.
Me incorporo pero me golpea una vez más, sosteniéndome del cabello.
Como puedo saco la daga que traía en el bolso y se la hundo en el vientre, lo apretó fuertemente y la doy vuelta.
La criatura me suelta e intento escapar pero no lo logro.
Me tumba y se tira con fuerza sobre mi.
Estoy boca arriba mientras que él me sostiene fuertemente con una sola mano, doy patadas pero es en vano, no logro quitarlo de mi.
Con su mano libre quita el cuchillo de su vientre y me mira con malicia.
Me asesinaría aquí y ahora.
Las luces de un faro nos encandila, un auto estaciona a centímetros.
Es un jeep blanco.
Mi corazón volvió a latir.
Tristán baja del auto de prisa.

—¡Corre Tristán! —Grito con fuerza, no quería que la historia se repita.
Mi amigo se tira sobre mi atacante, quitándolo de mi. Este abre sus enormes alas blancas y enseña los colmillos.

—¡Sube al coche! —Me ordena levantándome se un tirón.

—¡Te asesinara! ¡Corre!— grito.

—¡Entra al maldito coche Cassiell!— Me grita. Le hago caso.
La criatura alada lo mira sonriente, sabe que lo matará.

Arremete contra Tristán pero este es mucho mas rápido, ágil y fuerte.

No puedo creer lo bien peleador que es mi amigo, esquiva todos los golpes, y se los devuelve mucho peor.
La criatura está en el piso con su cara cubierta de sangre, pero en un pequeño descuido se vuelve a parar y le da un fuerte puñetazo en la cara a Tristán haciéndolo retroceder.

Estoy aterrada, buscando en la camioneta algo con que ayudar pero no hay nada.

La criatura golpea a Tristán con fuerza este cae pero rápidamente se incorpora.

Están parados frente al coche y lo que me preocupa es que jamás en ningún momento mi amigo se sorprendió de ver a una criatura con alas.

Él da otro salto e intenta golpearlo pero Black lo esquiva y me mira.
Directamente a los ojos, fue un segundo y volvió su vista a su rival.

Unas enormes alas negras salieron de detrás de Tristán y una espada plateada aparece en su mano derecha.