Capitulo 5

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Otro día de clases.
La rutina comienza a molestarme.
John me deja en la puerta del colegio, sin antes darme ánimos para afrontar el día.
Pero él no esta aquí, siendo juzgado por todos ellos.
Me miran de una manera que me da miedo.
Sé que Samanta hará de mi vida un infierno.
Al llegar al salón de clases me siento escondiendo mi cabeza entre mis brazos cruzados, El timbre todavía no sonó así que estoy sola aquí.

—Deberías sacar tu cabeza de allí— Doy un salto del susto. Tristán me mira serio. —Te sofocarás y vas a desmayarte — Inclina levemente su cabeza estudiándome.
Me pone tan incomoda.
El timbre suena y el salón de clases comienza a llenarse.
Samanta me clava la vista y camina directo hacia mí.
Trago saliva.

—Eres demasiado valiente o estúpida para aparecerte nuevamente— Ella esta parada junto a mi. Me siento pequeña.
—Todos ya saben que eres la culpable del accidente de Thomas —Me dice con sus brazos cruzados.

—Lo siento. —Sólo eso salió de mis labios. Todos nos observan, ellos esperan que comiencen los golpes.

—Desaparece,  estábamos bien hasta que saliste del loquero —Ella era tan cruel y parecía no tener corazón. —¿No ves que todos están mejor sin ti?— Sus palabras eran tan hirientes.

—Cálmate muñeca y vuelve a tu lugar —La voz de Tristán suena ronca y poderosa.

—¡Oh que tierno! ¡Cassy consiguió novio! —Ella ríe y los demás copian su acción. —Ten cuidado o terminaras muerto como su novia o como Thomas que casi lo mata también. Cassy les chupa la vida a los que la rodean, igual que a sus padres—

¿Porqué tenía que ser tan malvada?.

Me paro de golpe y ella retrocede un paso. Tomo mis cosas y me alejo.
Era lo mejor que podía hacer, Huir o todo terminaría muy mal.
Siento sus risas mientras salgo al pasillo.

—¡Cassy! — escucho la voz del profesor quien recién iba de llegada.

Otra vez estoy encerrada en el baño llorando.
¿Todos los días serían así?

Lavo mi cara. Al abrir la puerta Tristán aparece de repente.

—El profesor me mando a buscarte.— Él es muy alto y grande, soy insignificante a su lado.
Me siento pequeña e indefensa.

Sin responderle seguí mi camino.

—¿Porqué eres tan agria con los demás? —Me di vuelta y lo miré sin poder creerlo.
Él me miraba sin preocuparle lo que acababa de decir. Iba a decirle algún insulto pero preferí callarme y seguir mi camino.
Sentí un ardor en mi brazo.
Tristán me había tomado de él para que no pueda marcharme.
Él miró su mano y yo mi brazo.
Mi piel color carmesí, me ardía donde él me había tocado.

—Lo siento- dijo confuso sin entender que acababa de suceder.

—No vuelvas a tocarme- Ordené marchándome.

El director me encontró cuando intentaba huir y obviamente no me dejo hacerlo.

Me preguntaba que había pasado pero ¿que decirle?

—Estoy enterado de lo hostil que fue Samanta contigo. No te culpo por querer marcharte pero no puedes hacerlo sin un mayor. Estas bajo mi responsabilidad, le prometí a tu t que estarías bien aquí.

—-Esta bien.

—¿Volverás a tu clase o prefieres que llame al Dr John para que te retires?

—Iré a clases.

—Muy bien, te daré un permiso.

Voy lo mas lento que puedo, Frente al salón de clases respiro hondo y abro la puerta.
Le entrego el permiso al profesor y voy hacia mi mesa.
Tristán está serio escribiendo en su cuaderno, ni siquiera me mira. Los demás tratan de simular no mirarme pero no tienen éxito.
Samanta me clava la vista.
El pupitre vacío de Thomas hace que algo dentro de mi duela.
Tomo asiento y comienzo a copiar lo escrito en la pizarra.
Rasco mi nuca por que los malditos piquetes me duelen.
Mi brazo sigue rojizo y aun duele
¿Que había pasado?

𝔄𝔤𝔲𝔞 𝔭𝔞𝔯𝔞 𝔇𝔢𝔪𝔬𝔫𝔦𝔬𝔰 Where stories live. Discover now