Capítulo 23

14K 1.5K 166
                                    

—¿Quieres que te lleve a casa? — Pregunta Thomas cuando salgo de clases.

—Gracias Thomi. Caminaré —Digo sonriéndole. Veo a Samanta junto con sus amigas, ella nos mira esperando que un rayo me caiga o peor.

—¡Thomas! ¡Thomas ven!  —Grita la rubia acercándose un poco.

—Ve, mañana hablamos  —Digo comenzando a irme.

—Te escribo más tarde. —Camina hacia la super modelo y yo me voy sin mirar atrás.
Camino varias calles, todo muy tranquilo y bonito.
Me gustaba la gente en todos lados y el hecho de no estar completamente sola.
Al llegar a casa encuentro a Juliet desempacando algunas cosas aun

—Hola cariño, ¿Cómo estuvo tu día?-— Pregunta sonriente.

—Demasiado tranquilo todo ¿Tu cómo estás? —Pregunté sentándome.

—Estoy bien, emocionada con la casa, hay tantas cosas que quiero hacer —Dice sonriente.

—¿Jul crees que en la noche podría salir?— Pregunté.

—¿En la noche? —Preguntó dudosa.

—Si, un amigo me invitó a ir por una hamburguesa. ¿Esta bien si voy? —Pregunté.

—¿Thomas? —Preguntó.

—Tristán. —Digo dudosa.

—¿Crees que sea buena idea salir con ese chico?- Pregunto ella. Me encojo de hombros. —Me da... miedo. —Dice mirándome.

—Ya tuvimos esta conversación Juliet, Tristán es mi amigo y sé que es algo raro pero me agrada. No lo sé... es bueno conmigo. —Digo.

—Lo siento. Tienes razón, no elegiré tus amistades. Por mi no hay problemas... pregúntale a John. Mañana es día de clases.  —Dice.

—Okay, iré a hacer tarea. -Digo subiendo.

Extrañaba al gato odioso, esperaba que Eva no se olvidara de alimentarlo. Iría por él apenas pueda.
Pasadas las ocho de la noche suena el celular.

Mensaje de Tristán;

》¿Pizza? ¿En media hora?

》Hecho.

Cuando la motocicleta llega salgo de la casa con una campera extra.

—¿Cómo es que sabes dónde vivo ahora ?—Pregunté cuando subo tras de él.

—Yo lo se todo Cassiell, ¿Cuando lo vas a entender? — Dice divertido.
Vamos hasta su bar.

—Te ves mejor. —Digo.

—¿Está coqueteando conmigo Sta Biell? —Dice cuando abre la puerta.
El lugar esta vacío y sombrío.

—No. Hoy te veías enfermo. —Digo mirando el lugar —¿Estamos solos?— Pregunto dudosa.

—Los lunes no abrimos. Tenemos el lugar para nosotros solos.

—Me dice pasando tras la barra. Tomo asiento en una banca.

—¿Es una patraña para deshacerte de mi?— Pregunté.

—Si quisiera asesinarte lo habría hecho hace tiempo. Tranquila solo quería disfrutar de tu compañía.  —Dice sonriente y desaparece tras una puerta.
Llega con una pizza humeante y dos cervezas frías.

—¿Tu cocinaste? —Pregunté burlona.

—Hay mucho que no sabes de mi niña- Dice toma asiento en la banca junto a mi.
Tomo una porción de pizza y doy un buen mordisco. —¿Y? —Pregunta esperando mi veredicto.

𝔄𝔤𝔲𝔞 𝔭𝔞𝔯𝔞 𝔇𝔢𝔪𝔬𝔫𝔦𝔬𝔰 Where stories live. Discover now