My Sugar Daddy

16- Por amor tengo el alma herida*

*Vivir así es morir de amor de Camilo Sesto

Las manos de Steve recorrían el pecho de su amigo, intentando aferrarse a la idea del descontrol.

Loki por su parte sujetó fuertemente al rubio por la cintura, procurando que esta fantasía no termine tan pronto.

Los amantes seguían la intensidad del beso, ya involucrando lenguas y la tentación de tocarse.

Pero sabían que más allá no podrían llegar, tal vez en otra situación, tal vez en otro universo, tal vez en otra historia.

Lentamente fueron bajando la velocidad de sus besos para quedarse quietos mirándose lentamente. Steve tenía sus mejillas enrojecida en cambio Loki mostraba una pequeña sonrisa.

-Creo que la maratón afecto nuestro cerebro...¿No crees Stevi?- Habló su compañero intentando despejar el ambiente sin alejarse del otro.

-Sabes...yo lo siento... no quiero que mi estupidez te aleje. Es complicado yo-o no quie- El rubio no podía más de los nervios, no entendía como podía seguir arruinando cosas.

-¡Hey! Tranquilo, que no fuiste el único que cometió idioteces, aunque las tuyas son peores que las mías- Loki agarró delicadamente las mejillas de Steve- Me gustan las estupideces y más cuando no son mías, así que ten por seguro que ni un millón de años me alejo de tí. Eso sí no pidas que lo vuelva a repetir- Una pequeña risa se escapó de Steve y rápidamente abrazó a Loki y a los segundo empezó a llorar.

De algo estaba seguro, tenía a los amigos correctos.

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-¡Mierda!-Pronunció el heredero de las empresas Stark

Pepper sin prestar mucha atención seguía hablando de las producciones en este último mes, dejando los papeles importantes frente a Howard y Anthony.

-Virginia querida, muy completos tus informes, lamentablemente tengo un hijo que no ha parado de maldecir en toda la maldita reunión, así que te pido amablemente dejar la junta para más tarde- Con un asentimiento, Pepper se retiró del despacho del Stak mayor.

Tony empezó a levantarse para marcharse

Un momento muchacho- Con voz grave paro la caminata de su hijo.

-Oh, acabo de viajar en el tiempo ¿Acaso tengo 17 otra vez?- Cuestionó el menor, dirigiéndose al mini bar de la oficina de su padre.

-No, pero el comportamiento como uno de 17- Replicó Howard.

-Vamos, ¿De que quieres hablar?-Anthony se estaba comenzado a desesperar, hablar de sus trapitos sucios no le parecía buena manera de comenzar el día.

-¿Eso no debería preguntar yo?- Howard cuestionaba con una sonrisa en el rostro.

-El gato sonriente estaría muy asombrado de la interpretación que haces de él.- Comentó Tony, tomando su primer sorbo de whisky.

-Admiro la capacidad que tienes para desviar los temas pero mi estimado hijo, yo fui el primero es ser así y en criarte de tal manera, así que habla ahora si quieres irte temprano.- Howard le señaló la silla enfrente a su escritorio, en respuesta su hijo largo un gran suspiró.

-Bien viejo, vamos a hacerlo rápido, tal vez tenga algunos problemas con ciertas personas pero ciertamente el que se alejen de mí es lo correcto. Un bien mayor- De forma seria y convincente pronunció esa oración, como si la estuviera practicando todo el día.

-¿Un bien mayor?- Howard seguía intrigado por su hijo, a pesar de años de inculcarle amor propio, él seguía destruyéndose

-Sí. Gana él, ganan todos, gano yo-