Capítulo 25: "Problemas"

105 14 9
                                    

Rami.

Los días parecían pasar más lentos sin la presencia constante de Jean en la oficina, pues cuando le daba trabajo, ella prefería hacerlo en compañía de Kat.

Hoy habíamos cerrado un caso importante y estaba mentalmente agotado.

—Hay que celebrar—exclamó Ben irrumpiendo mi soledad. Sonreí de costado.

—¿Qué tienes en mente?—se hizo a un costado, y por la puerta entraron dos de nuestros mejores amigos; Gwilym y Joe. Entraron eufóricos gritado mi nombre. Me levanté de mi asiento y los recibí con un gran abrazo.

—Tenemos muchas cosas que celebrar—comentó Joe—Y Ben nos invitó al baile de mañana así que necesito buscar una pareja.

—¿No iríamos tu y yo juntos?—preguntó Gwilym decepcionado, nos reímos.

—Ya hablamos de esto, Lee—él se dio la vuelta fingiendo indignación.

—Bueno, iré con Ben.

—Oh, no, amigo, ya tengo chica.

—No es necesario que vayan acompañados—comenté.

—¿Irás con tu nueva novia?—preguntó Joe.

—¿Terminaste con la rubia?—cuestionó Lee sorprendido, miré a Ben y él se encogió de hombros.

—Quizá comente algo hacia nuestros amigos cuando los llamé—excusó hacía mí—Rami ha estado desanimado estos días, y está enamorado de una chica con la cual no puede estar.

—No hables tan fuerte, Ben, las paredes aquí oyen—susurró Joe—¿Y desde cuando tienes una cámara en tu oficina?—preguntó confundido.

—¿Qué?—exclamaos Ben y yo al mismo tiempo.

—Eso de allá parece ser una cámara—apuntó al techo justo detrás de nosotros. En la esquina superior derecha, había un pequeño círculo con una luz roja que parpadeaba a cada milisegundo.

—Mierda—masculló Ben.

*****

Esto no puede ser, esto no estaba pasando, era una simple alucinación, ¿de dónde mierda había salido esa cámara? No estaba ahí hace días, cuando Jean y yo... no, no estaba ahí, yo la habría visto, si, cualquiera la hubiera visto antes y dicho algo, así que, no capto nada, pero si aun así no lo hizo, ¿Quién la había puesto?

—Fue a arreglarse el cabello, las uñas, la cara y a comprarse un vestido para esta noche... creo—contesto Kat cuando le pregunté si Portía se encontraba en la oficina.

—El baile es mañana—conteste.

—Entonces, no lo sé, señor, no me lo dijo, y lleva toda la mañana fuera.

Escuché el ascensor abrirse detrás, al girarme, miré a Jean salir de él. Detrás, la seguía James. Ella fue directo a mi oficina y salió solo un segundo después con su bolso colgando al hombro. Parecía que James la esperó afuera y luego volvieron al elevador, juntos.

Quede estático al ver la escena.

—Mierda—murmuró Kat por lo bajo. La miré—Yo no sé nada—no dije nada y los seguí, llamando al elevador, y desde ahí, me fue imposible seguirlos, pues me encontré a Portía ahí.

*****

Estuve todo el día pensando en la misteriosa cámara de mi oficina y en Jean con James. Mis amigos me reconfortaron un poco cuando fuimos al bar a tomar alcohol puro, lo que era totalmente estúpido.

—Investigue lo de las cámaras, Rami—mascullo Ben para mí cuando Joe y Gwilym se pararon por más bebidas—Dicen que fueron órdenes del jefe, pero sabes que Portía puede manipular la voz de su padre, además, tu oficina es la única—apreté la mandíbula.

—¿Sabes desde cuándo están?

—No, pero puedo llamar a la compañía para pedir información. Si algo capto esa cámara, estás en problemas.

—Y Portía invadió mi privacidad.

—Y tú le fuiste infiel.

—Ella a mí y no le puse una cámara.

—¿Qué? ¿Cómo lo sabes?—fuimos irrumpidos por nuestros otros dos amigos, quienes nos dejaron ambas bebidas frente a nosotros.

—Vimos a tu pasante favorita en la barra—comentó Joe y voltee de inmediato. Ella estaba sentada en un taburete junto con Bill.

—¿Quién es ese niño bonito?—preguntó Lee.

—Es su novio—conteste volviendo mi atención con ellos. Más frustrado cada vez.

—Rayos, amigo, sí que estas en un lío—me limité a no contestar y seguí bebiendo. Y tan pronto avanzaba la noche, rápidamente mi estado de ebriedad se desplomó hacía arriba.

Cuando ya estábamos por irnos, me dirigí al baño de caballeros, y al salir, me topé frente a ella. La mujer que me robaba el aliento con su presencia. Se sorprendió al mirarme y la razón abandono mi cuerpo.

—Jean—la detuve cuando quiso esquivarme—¿Qué pasó está mañana? ¿Por qué te fuiste con ese idiota?

—Señor Malek, está ebrio—espetó anonadada y me reí, apreté su brazo y se quejó—Está lastimándome.

—Solo quiero una respuesta, Jean—reclamé molesto.

—Suéltala, imbécil—exclama el chico alto y me empuja hacia la pared. Solté una carcajada sin saber por qué—Tenia tiempo queriendo romperte la cara, idiota.

—Vamos, amigo, no importa si me ganas en una pelea, Jean me prefiere a mí.

—¿Por qué iba a preferirte? Eres solo su jefe, solo te da gusto para llevarlo bien en el trabajo, realmente no está interesada en ti—contestó.

—Vámonos, Bill—suplicó la chica.

—Pero besa muy bien, ¿estás de acuerdo?—miré como su rostro se enrojeció y me propinó el primer golpe en la cara. 

Déjame adorarte 《Rami Malek》Where stories live. Discover now