Déjame adorarte 《Rami Malek》

Capítulo 18: "Sueño"

Jean.

Entré en la casa detrás de Bill y cerré la puerta de golpe.

-John se sintió mal y lo traje a casa-explicó Bill molesto.

-Tenemos que hablar, pero no aquí-dije de igual forma.

-Él está dormido y tu hermana fue al hospital-giró y me miró.

-Bien, entonces, hablaremos-colgué mi bolso en el perchero y crucé de brazos-No necesito que actúes como mi novio, Bill. Ni que finjas estar celoso frente a Rami.

-Ah, ¿Rami? ¿No era el señor Malek?-suspiré.

-Bill, es mi jefe, y quiero causar una buena impresión.

-Creo que eso ya lo haces porque te trae a casa. Y no finjo, estoy celoso-lo miré confundida-Jean, estamos juntos casi todas las noches y es maravilloso, pero creo que es tiempo de cambiar las cosas. No puedo continuar más así, mientras estas con otro en las mañanas, te quiero completamente para mí.

-Bill...--imploré.

-Se mi novia, Jean-me sujetó de las manos, y vagamente sentí algo, no exactamente lo mismo como cuando el señor Malek me tocó y me abrazó, pero fue algo.

-¿Cómo voy a explicárselo a Noelia? Que de repente tu y yo somos novios-me solté de sus manos y caminé hacia la cocina-Además por tu trabajo no es éticamente correcto-me mordí la lengua, recordando que también se lo dije al señor Malek y luego me atreví a besarlo.

-Es el siglo veintiuno, Jean, y podemos comenzar a salir, tener citas, conocernos más, decirle a tu hermana poco a poco-suspiré. Bill era un gran chico, y lo quería mucho, a diferencia del señor Malek, no estaba comprometido y no ponía en riesgo mi carrera a cada segundo, por lo que esta fue la decisión más sabia que pude tomar.

-Está bien-respondí mirándolo-Solo saldremos, y no quiero esas actitudes frente a mi jefe, por favor.

-Lo haré-aceptó sonriendo, me abrazó y me besó.

-Tengo que volver a clase. ¿Quedamos esta noche?-asentí con la cabeza. Él sonrió, se despidió y se marchó.

Una vez sola, me dirigí a la habitación de John para confirmar que estaba dormido. El verlo plácidamente, volví al pasillo y entré a mi habitación. Me tiré en la cama y pronto me abrigó un sueño profundo. Dentro de él, creí ver el señor Malek a lo lejos. Pronto, la imagen de ambos besándonos sobre el piano invadió mi subconsciente. Rápidamente la situación se tornó más candente. Rami me tomó de la cintura y me acostó sobre la caja del piano. Comenzó a besarme desde mi abdomen hasta llegar a mi cuello y succionó, mientras desabrochaba mi blusa.

De un momento a otro, ambos nos encontrábamos desnudos en su cama. Él estaba sentado y yo montada encima de él. Los jadeos comenzaron a sentirse más audibles, todo mi cuerpo comenzó a palpitar y a estremecerse. Rami me besaba a medida que mi cuerpo se entregaba a él. Me sujetó fuerte y luego, me aprisiono entre la cama y su cuerpo.

-Más fuerte, señor-imploré entre gemido.

-Me excita cuando me dices señor-murmuró en mi oreja y luego mordió el lóbulo.

-Ah-desperté de un jadeo y mi cuerpo seguía palpitando. La humedad se sintió real en seguida y sentí enrojecerme de inmediato.

El sonido de la puerta principal me distrajo y me levante en seguida. En la sala, me encontré con Noelia, de un aspecto cansado y el cabello despeinado. Dio unos pasos, se tiró al sofá y dejo su bolso en el suelo. El mismo bolso que cayó del armario ayer que limpiaba. Lo miré con impresión, recordando su contenido.

-¿Qué haces despierta?-me preguntó. Volví a mirarla.

-¿Qué hora es?

-Las cuatro de la mañana-suspiró.

-¿Fuiste a trabajar?-asintió.

-Mamá ya está estable. La traerán hoy a las dos-se levantó-Iré a dormir un poco. ¿Puedes llevar a John? Si, verdad-respondió lo último y se marchó a la habitación.

Tomé una ducha con agua muy fría sin poder conciliar el sueño de nuevo, Me puse mi uniforme y luego me dedique a hacer el desayuno. Desperté a John y lo obligue a ducharse casi a empujones. Una vez salió cambiado, desayunamos juntos y antes de salir, alguien tocó a la puerta. Al abrir, Bill estaba ahí, vestido de Jeans, zapatos café y chaqueta café, su cabello peinado hacía atrás. Muy atractivo.

-Hola-saludé. Él se inclinó y me besó en los labios. Aquel gesto me dejó perpleja pero no dije nada.

-¿Están listos?-preguntó.

-Sí. Está listo, solo fue por su mochila-respondí.

-Ambos. Te acercaré al trabajo-lo mire sorprendida.

-No es necesario, Bill.

-Por supuesto. Mírate, estás muy elegante y bonita para ir en autobús-John apareció entre nosotros con su mochila.

-Ya-demandó el adolescente.

-Vamos-repitió Bill hacía mí.

-Yaaaa-apuró John de nuevo jalándome. Tomé mi bolso del perchero y salimos los tres.

****

Estaba más enrojecida con la mirada de sorpresa que puso Kat cuando le conté de mi sueño con el señor Malek. Evitarlo esta mañana fue fácil, ya que él estuvo ocupado en un caso junto con Ben así que estuvieron fuera toda la mañana. En el almuerzo, tuve que sacar todo lo que estaba resintiendo.

-Diablos, Jean. ¿Acabaste en el sueño?

-¿Qué?

-¿Te viniste?

-No. No lo sé-murmuré.

-Mierda, que emociónate.

-No es emocionante, es vergonzoso, no puedo verlo siquiera a la cara sin ruborizarme.

-Eso ya te pasaba antes.

-Pero no era tan evidente.

-¿Sabes que cuando tienes ese tipo de sueños con una persona que conoces significa que hay atracción sexual entre ambos?

-¿En qué estudio dice eso?

-En el mío.

-Es incorrecto sentir eso, es mi jefe y está comprometido.

-¿Por qué no lo haces como con Bill?

-No, Kat, eso es diferente, él no tiene novia.

-Bueno, no te digo que lo hagan siempre. Solo una vez. Cógetelo y devuélveselo a la rubia, sería Karma divino.

-¿Ese es tu consejo? ¿Orillarlo a que le sea infiel a su novia?

-Solo escucha la palabra coger, no dudo que ese hombre te vaya a dejar viendo estrellas al terminar-espetó. En ese momento, un hombre aclaró la garganta frente a nosotras. Y junto a él, lo acompañaba otro, y en ese momento, quise que me tragara la tierra.

-¿Podemos sentarnos, señoritas?-preguntó Ben en compañía del señor Malek.