103. 𝗜𝗠𝗣𝗘𝗥𝗜𝗢

Start from the beginning
                                    

  Entonces, Harry flexionó sus rodillas y parecía a punto de dar un salto hacia una de las mesas.

  La oji-celestes se cruzó de brazos y frunció su ceño, esperando a que Harry saltara. Al igual que todos.
  Pero, entonces, Harry dió un salto y al mismo tiempo pareció resistirse, por lo que se dió un fuerte golpe en la cabeza con la mesa, la cual cayó, y sintió un terrible dolor en sus rodillas, por lo que el chico juró que se había roto las rótulas.

  Lucy se sorprendió y su rostro cambió rápidamente a uno soprendido y preocupado, así como el de los demás, que soltaron una exclamación de sorpresa.

—Bien, ¡por ahí va la cosa! —gruñó Moody.

—¡Miren esto, todos ustedes... Potter se ha resistido! Se ha resistido, ¡y el
condenado casi lo logra! Lo volveremos a intentar, Potter, y todos los demás presten atención. Mirenlo a los ojos, ahí es donde pueden verlo. ¡Muy bien, Potter, de verdad que muy bien! ¡No les resultará fácil controlarte!

  Luego de obligarle a Harry a repetir la maldición cuatro veces, Moody logró que Harry se pudiera resistir completamente. Ojoloco volvió a llamar:

—Winters, tu turno —llamó Moody.

  Lucy comenzó a caminar lentamente hacia él, siendo estrujada con la mirada de sus compañeros. Murmullos se alzaron.

—¡Vamos, Lucy! —exclamó en un susurro Lavender, cuando Lucy frente a ella.

  Harry pasó a su lado, cojeando y agarrándose su pierna derecha. Ambos intercambiaron miradas por unos segundos y Lucy se detuvo frente a Moody.

¡Imperio!

  Lucy pudo jurar que vió una leve sonrisa en el rostro de Ojoloco al decir esa palabra, fue como una sonrisa de satisfacción. Pero en cuanto llegó, se fué. Una sensación de felicidad trataba de adueñarse de ella.

«Entregame tu dragón»

  La voz de Moody se coló en su mente, ordenandole, pero apenas esa orden llegó, los ojos de Lucy cambiaron a un rojo-naranja rasgado y la orden se esfumó.

  Moody sonrió de lado y bajó la varita. Fue entonces cuando Lucy se percató del silencio, sus ojos volvieron a la normalidad. Ni siquiera el profesor dijo nada.

  Hermione alzó sus manos dudosa y comenzó a aplaudir lentamente, sus compañeros la observaron y al principio, también alzaron sus manos dudosos. Pero al final, todos terminaron aplaudiendo fuertemente y silbando.

  Lucy se sintió extraña, era la segunda vez que la aplaudían en dos días.

        Todos los alumnos de cuarto habían apreciado un evidente incremento en la cantidad de trabajo para aquel trimestre. La profesora McGonagall les explicó a qué se debía, cuando la clase recibió con quejas los deberes de Transformaciones que ella acababa de ponerles.

—¡Están entrando en una fase muy importante de su educación mágica! —declaró con ojos centelleantes—. Se acercan los exámenes para el TIMO.

—¡Pero si no tendremos el TIMO hasta el quinto curso! —objetó Dean
Thomas.

—Es verdad, Thomas, pero créeme: ¡tienen que prepararse lo más posible! Las señoritas Granger y Winters siguen siendo las únicas personas de la clase que han logrado convertir un erizo en un alfiletero como Dios manda. ¡Permíteme recordarte que
el tuyo, Thomas, aún se hace una pelota cada vez que alguien se le acerca con un alfiler!

✓ DRAGONS, harry potter [#1]Where stories live. Discover now