70. 𝗧𝗘𝗥𝗖𝗢 𝗬 𝗚𝗥𝗨𝗡̃𝗢́𝗡

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.capítulo setenta

            LUCY, RON Y HERMIONE OBSERVARON intranquilos a Harry durante toda la cena, sin atreverse a decir nada sobre lo que habían oído, porque Percy estaba sentado cerca

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            LUCY, RON Y HERMIONE OBSERVARON intranquilos a Harry durante toda la cena, sin atreverse a decir nada sobre lo que habían oído, porque Percy estaba sentado cerca.

  Cuando subieron a la sala común llena de gente, descubrieron que
Fred y George, en un arrebato de alegría motivados por las inminentes
vacaciones de Navidad, habían lanzado media docena de bombas fétidas.

  Harry, que no quería que Fred y George le preguntaran si había ido o no a Hogsmeade, se fue a hurtadillas hasta el dormitorio vacío y abrió el armario.

  Echó todos los libros a un lado y rápidamente encontró lo que buscaba: el álbum de fotos encuadernado en piel que Hagrid le había regalado hacía dos años, que estaba lleno de fotos mágicas de sus padres. Se sentó en su cama, corrió las cortinas y comenzó a pasar las páginas hasta que...

  Se detuvo en una foto de la boda de sus padres. Su padre saludaba con la
mano, con una amplia sonrisa. El pelo negro y alborotado que Harry había
heredado se levantaba en todas direcciones. Su madre, radiante de felicidad, estaba cogida del brazo de su padre. Y allí... aquél debía de ser. El padrino.

  Harry nunca le había prestado atención.

  Si no hubiera sabido que era la misma persona no habría reconocido a Black en aquella vieja fotografía. Su rostro no estaba hundido y amarillento como la cera, sino que era hermoso y estaba lleno de alegría.

  ¿Trabajaría ya para Voldemort cuando sacaron aquella foto?

  ¿Planeaba ya la muerte de las dos personas que había a su lado?

  ¿Se daba cuenta de que tendría que pasar doce años en Azkaban, doce años que lo dejarían irreconocible?

«Pero los dementores no le afectan —pensó Harry, fijándose en aquel rostro agradable y risueño—. No tiene que oír los gritos de mi madre cuando se
aproximan demasiado...»

—Harry —la voz de Lucy lo llamó, la chica estaba de pie, detrás de las cortinas.

  Harry no hizo caso, siguió observando con odio al hombre que se encontraba en la foto cerca de sus padres.

  Lucy dudó en agarrar las cortinas—, había dejado a Rawraq con Hermione, por lo que decidió ir a ver cómo estaba Harry,—, pero terminó corriendo las cortinas.

—¿Harry? —lo volvió a llamar, pero Harry seguía viendo aquella foto.

  Lucy dirigió su mirada hacia la foto y encontró el problema. Sirius Black en la foto del casamiento de Lily y James Potter.
  Miró las manos de Harry, las cuales temblaban levemente, no sabía si del odio o de la tristeza.

✓ DRAGONS, harry potter [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora