Capítulo 20

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—No me agrada. Es un idiota. Además, me llamó ladrona y en mi cara. ¡Justamente a mí, que jamás he robado en mi vida! ¡Qué se largue de aquí!


Junjin agachó la cabeza con vergüenza. Mientras permanecía sentado en el suelo de lo que parecía ser el comedor de la casa de Youngmi, ésta se encontraba a escasos metros, en la diminuta cocina de la cual se escuchaba todo claramente, ya que no tenía puerta. 

Daehyun estaba al lado de la chica, intentando convercerle para que deje a Junjin pasar la noche allí. Youngmi, por lo contrario, encontraba muchas razones para echarlo a la calle.


—¿Cómo te llamas, nene? —le preguntó una voz temblorosa, pero alegre.


Junjin apartó un momento la mirada de aquellos dos chicos discutiendo para centrarla en la señora mayor que estaba sentada al lado suyo. Daehyun la había llamado cariñosamente "abuela Song". Junjin no estaba seguro de llamarla así también. Algunas personas mayores eran sensibles con el tema de la edad y les disgustaba ser llamados "abuelos" por personas ajenas a la familia. 


—Me llamo Junjin —se presentó él inclinando la cabeza y la espalda a modo de respeto.


Ya había ofendido a la chica por error. Ofender a la abuela también no era buena idea. Por su parte, la señora mayor sonrió enseñando una sonrisa desdentada. Sus arrugas en el rostro, el cabello blanco y las manos huesudas hablaban de edad avanzada. ¿Tendría más de ochenta años tal vez?  


—Junjin... Tu nombre es melodioso, como una campana —la señora mayor dio un aplauso—. Jun —y luego otro aplauso—Jin. Jun-Jin. Jun-Jin. Primero Jun, después Jin.  


Junjin sonrió inseguro mientras la señora aplaudía sucesivamente diciendo "Jun" y "Jin". Parecía que a la abuela Song le faltaba unos cuantos tornillos.


—¿Eres mi nieto? —preguntó ella repentinamente, apretando una de sus mejillas.


Junjin contuvo a duras penas el grito de dolor que amenazaba con salir. Toda la cara le dolía por los golpes y la abuela Song a pesar de su edad tenía fuerza en los dedos. Lo más suave que pudo apartó la mano de aquella señora mientras ésta le observaba con un brillo de cariño en los ojos. Junjin negó algo conmovido. Esta abuelita parecía sufrir de senilidad.


—¡Abuela, tú no tienes nietos! —exclamó Youngmi ofendida desde la cocina—. Yo soy tu única nieta.


La señora mayor observó con confusión a Junjin, pero a los segundos otra sonrisa desdentada iluminó su rostro. Junjin trató de echarse hacia atrás, pero la abuela Song ya había capturado su otra mejilla. Esta vez fue más difícil y doloroso apartar su mano. Junjin tuvo que cubrirse ambas mejillas para evitar otro apretujón.


—A la abuela Song le cae bien Junjin —comentó Daehyun en tono burlón.

—Pero ella no toma las decisiones en esta casa —sentenció Youngmi de mal humor. 

—No seas así —protestó Daehyun. Junjin agradecía internamente su insistencia. Ese chico de verdad que era bueno y Junjin sentía que no se lo merecía—. ¿Qué tal si le sucede algo malo? ¿Podrías vivir con la culpa, eh? ¿Podrías?

El hijo de la criada [FINALIZADO]Where stories live. Discover now