El hijo de la criada [FINALIZADO]

Capítulo 4

Hyukjae lloraba sin consuelo, es que no entendía por qué ese niño le había pegado, mucho menos por qué había destrozado al Señor Mostaza.

Desde que llegó a esa casa a Hyukjae no le agradó el nuevo ambiente. La mayoría de las personas de allí le observaban como si fuera un bicho feo, sobre todo ese niño llamado Donghae. Éste le decía que se fuera y Hyukjae no entendía por qué. Él no había hecho nada malo. Es más, ni siquiera quería vivir ahí.

A Hyukjae le gustaba más su casa donde había crecido, la que era chiquita y tenía un jardín pequeño, pero de un día para el otro su mamá le había dicho que debían mudarse. Fue así que el día anterior se despertó confundido por tanto ruido y encontró a su mamá haciendo un bolso a las apuradas. Hyukjae tuvo que escoger algunos juguetes de entre los suyos, porque su mamá dijo que no podía llevarse a todos, entonces fue muy triste para él.

Sus juguetes eran los tesoros más preciados que Hyukjae tenía porque fue su papá quien se los regaló antes de irse a vivir al hospital. Esos juguetes estaban hechos a mano, con todo el cariño de su papá. "Cuídalos mucho, hijo", le había dicho con su sonrisa llena de paz y Hyukjae había prometido cuidarlos hasta ser viejito. Sin embargo, no pudo cumplir su promesa. Ya se sentía mal por haber dejado en casa alguno de los juguetes que su papá hizo. Y ahora ese niño Donghae había roto al Señor Mostaza. Hyukjae pensaba que su papá iba a estar muy decepcionado con él si se enteraba.

_¡Mamá! _gritó Hyukjae a todo pulmón al verla limpiando las escaleras de la parte trasera de la enorme casa.

Hyukjae la alcanzó corriendo, sollozando, cargando en sus brazos sus demás juguetes. Su mamá miró a todos lados preocupada antes de dejar en el piso la escoba y recibir a Hyukjae con un fuerte abrazo.

_¿Qué pasa, mi amor? _le preguntó ella angustiada_. ¿Por qué lloras? ¿Qué pasó?

_Ese niño rompió al Señor Mostaza _le contó abriendo su mano y mostrándole pedacitos del brazo del que era su juguete favorito.

_¿Qué niño? _cuestionó su mamá indignada.

_Donghae _dijo Hyukjae entre llantos. Entonces al instante su mamá perdió el enojo y se puso tensa. Hyukjae se extrañó_. ¿No le vas a regañar?

Ella se mordió el labio dudosa, entonces el niño Donghae se acercó muy tranquilo, caminando despacio hacia el interior de la residencia. Antes de perderse en el interior, le destinó a Hyukjae y a su mamá una sonrisa fanfarrona.

_No puedo, mi amor _confesó ella avergonzada, con los ojos mirando al piso_. Si lo hago, ese niño podría quejarse con su mamá, entonces nos echarían a la calle.

_¡Pero rompió al Señor Mostaza, mamá! _Hyukjae lloró más fuerte, más triste_. Papá dijo que lo cuidara, pero Donghae lo rompió.

_Lo sé, mi amor...

_¿Estás descansando? _preguntó de repente una señora en voz alta.

La madre de Hyukjae se estremeció al escucharla, entonces soltó a su hijo rápidamente y tomó la escoba en sus manos, barriendo las escaleras nuevamente.

_No, para nada, Minsu _contestó ella bajando la mirada y barriendo más rápido.

_Señora Park para ti _le corrigió aquella señora con el rostro serio e inmutable_. Y más te vale no tomar descansos durante el horario de trabajo. Te recuerdo que estás en período de prueba.

Luego de lanzar la advertencia, Minsu se alejó con su caminar rápido y su frente en alto. Hyukjae quiso regresar la atención de su mamá a su juguete roto, pero ella se enfocó en su trabajo.